La Argentina tendrá pabellón propio por los próximos 20 años
Será de 500 metros cuadrados; para ponerlo a punto se invertirán 1.900.000 euros
En una reunión informal en el Palacio San Martín, sede de nuestra Cancillería, la embajadora Magdalena Faillace anunció el acuerdo sellado con autoridades de la Bienal de Venecia para que la Argentina tenga en los próximos veinte años un pabellón propio en los Arsenales, sede de la Bienal, que la semana próxima inaugura su 54» edición.
En ese marco excepcional de las artes visuales, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmará un convenio de comodato con Pablo Baratta, presidente de la Fundación Bienal, para disponer el uso de un pabellón de 500 metros en la Sala de Armas de los Arsenales, predio veneciano que desde fines del siglo XIX, por decisión del rey Humberto de Saboya, recibe a la bienal más antigua y famosa del planeta.
Los pabellones nacionales de los países centrales, como el Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos, España, los Países Nórdicos y Japón, están emplazados en el mágico escenario de los Giardini, diseñados en tiempos napoleónicos, y escoltan la avenida de plátanos bautizada Harald Szeemann en honor al curador suizo que fue dos veces director de la bienal veneciana y murió en 2005.
El futuro pabellón argentino de los Arsenales exigirá, para estar a punto, una inversión de 1,9 millones de euros. Está emplazado en una cotizada zona, donde los países que no tienen pabellón propio en los Giardini -como China o la India- pugnan por estar.
Le toca a Cristina Fernández de Kirchner sellar con su firma una larga negociación iniciada años atrás, en la que tuvo activa participación el embajador Victorio Taccetti y tiene protagonismo la Fundación Exportar, orientada en la actualidad a promover en el mundo "productos argentinos" con otro valor agregado, como son el arte y el diseño.
La Argentina ha enriquecido con su presencia el ruedo veneciano desde 1903, cuando viajó la obra del maestro Pío Collivadino. En 1962 ganó el Gran Premio de Grabado Antonio Berni, cuya presencia fue impulsada con ahínco por el crítico Rafael Squirru.
En 2007, el jurado le entregó a León Ferrari el León de Oro de Venecia, por la obra exhibida en los Arsenales, seleccionada por Victoria Noorthoorn, con la dirección de Robert Storr.
Marta Minujín, Jorge Macchi, Guillermo Kuitca, Leandro Erlich y Graciela Sacco representaron en diferentes ediciones a nuestro país en la ciudad de los canales, teñidos de verde por Nicolás García Uriburu en una recordada manifestación de "land-art", en 1968.
Este año el envío argentino tendrá la fuerza de las esculturas inesperadas y transgresoras del rosarino Adrián Villar Rojas, de 31 años, que trabaja con materiales arcaicos, como arpillera y arcilla, en piezas monumentales a las que muchas veces destruye una vez finalizadas. Su obra tuvo enorme repercusión en la última edición de la Bienal del Fin del Mundo, donde presentó Mi familia muerta , una ballena hecha con madera, vidrio y piedra.
En los últimos meses trabajó en París en la creación de una escultura que será emplazada, en julio, en los Jardines de las Tullerías, mientras en paralelo daba forma a la obra veneciana llamada Ahora estaré con mi hijo .
Artista de la galería Ruth Benzacar, Villar Rojas fue seleccionado por el curador Rodrigo Alonso, designado, a su vez, por Asuntos Culturales de la Cancillería.
La firma del comodato tendrá como testigos a más de veinte artistas invitados por la presidenta de la Nación; entre ellos, Alejandro Puente, Rogelio Polesello, Miguel Harte, Marcia Schvartz, Pablo Siquier, Daniel Santoro, Eduardo Stupía y Tomás Saraceno.
Pero la presencia argentina en Venecia no termina allí, porque el 3 de junio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugurará una muestra bautizada "Memoria y libertad en el arte argentino", en la sede del central Palacio Ça' Giustinian, muy cerca de la Plaza de San Marcos, con obras de Pablo Suárez, Carlos Alonso, León Ferrari, Xul Solar y Emilio Pettoruti, entre otros.
Las obras proceden de museos públicos y de coleccionistas privados como Andrés von Buch y Aníbal Jozami.
La exposición fue curada por Rodrigo Alonso, quien contó con el asesoramiento de Adriana Rosenberg, Clorindo Testa, Guillermo Alonso y del embajador Sergio Baur, en su última gestión en Asuntos Culturales antes de asumir su destino diplomático en Túnez.
REPRESENTANTES DESTACADOS
Artista, en la comitiva
Integrante de la comitiva que acompañará a la presidenta de la Nación en la firma del comodato por un pabellón para la Argentina por veinte años. Fue una de las más entusiastas al celebrar la noticia que dará visibilidad a nuestros artistas.
Su obra se presenta en la 54a Bienal
Nació en Rosario en 1980, su obra monumental ganó visibilidad en la última edición de la Bienal del Fin del Mundo, integra el staff de la galería Ruth Benzacar y fue seleccionado por el curador Rodrigo Alonso.