La argentina Sheila Cremaschi redobla la apuesta: nace el Hay Festival Sevilla
Hasta mañana, continuará la edición inaugural de esta nueva sede para un encuentro ya conocido es diferentes partes del mundo; es iniciativa de una de las latinoamericanas más influyentes de España
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MADRID.— Cuando los naranjos florecen, a mediados de marzo, la capital andaluza recibe a los invitados del flamante Hay Festival Sevilla, un encuentro dirigido por la argentina Sheila Cremaschi, la gestora cultural más importante de España, musa, arquitecta y catalizadora del prestigioso Hay Festival Segovia que cumple en septiembre 19 ediciones. Cremaschi ha sido recientemente distinguida por la revista Forbes como una de las 75 mujeres latinoamericanas más influyentes de España. “Desconozco cómo fue el proceso de selección. Estos reconocimientos sirven para que tu voz sea escuchada. Siento una gran responsabilidad de ser argentina fuera de mi país”.
El cocktail del premio Alfaguara es un lugar de celebración y también de ajetreo. Cremaschi aprovecha estas coordenadas donde se dan cita los principales escritores de nuestra lengua para cerrar detalles del Hay Sevilla, donde desembarcará el hermano joven del ya emblemático y clásico Hay Segovia, merecedor del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Cremaschi conversa con Luis Mateo Díez, el último ganador premio Cervantes, y con el escritor y miembro de la Real Academia Española José María Merino. El primero no debe brindar entrevistas o participar de eventos hasta la fecha en la que se le entregue en Alcalá de Henares la célebre distinción, pero se había comprometido antes con Cremaschi y su presencia está confirmada en Sevilla. “Cuando uno hace un festival no sabe si la diosa fortuna te va a acompañar. Hemos logrado un elenco espectacular de invitados. Enviamos las participaciones y pronto nos confirmaron todos encantados de poder asistir”, dice Cremaschi, condecorada por el gobierno italiano con la Orden Caballero de la Estrella, por la reina Isabel II de Inglaterra con la Orden del Imperio Británico, por el rey de España, con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Todos estos reconocimiento no la alejan del trato artesanal con los invitados, la prensa ni los líderes políticos de los sitios donde presenta su programación cultural, un trabajo que lleva a cabo de lunes a lunes.
Cremaschi está instalada en Madrid desde fines de 1999, cuando su marido, el abogado Beltrán Gambier [responsable de haber evitado la demolición del Teatro Albéniz tras brindar su labor pro bono, en Madrid, donde actualmente se representa El fantasma de la ópera], fue trasladado a la capital española. Durante una década Cremaschi había dirigido Café Mozart donde Ástor Piazzolla acudió a escuchar por primera vez el cuarteto que había compuesto para Mstislav Rostropóvich. Su acento mendocino y algunas inflexiones y palabras incorporadas a su expresión cotidiana crearon en ella una dicción muy particular: “Cada vez que llego a un lugar me preguntan de dónde soy. Soy argentina y eso me ha brindado una fortaleza. En el Café Mozart viví todo: la incertidumbre, el corralito, la inflación. Esos vaivenes se convierten en una vacuna muy potente. Los argentinos que hayan trabajado y triunfado en su país, cuando arriban a otros lugares, lo hacen con una fortaleza única”.
El espíritu latino ha ido venciendo prejuicios en España y ganando posiciones en el ámbito cultural. “Creo que, en este momento, en Madrid y en Sevilla, hay muchos empresarios argentinos. Son emprendedores corajudos, porque vienen de la máxima inseguridad. El europeo no está acostumbrado a vivir en la inseguridad permanente, entonces no toma grandes riesgos”. Cremaschi dirige el festival que menos presupuesto tiene de toda España, el que dispone del menor equipo de trabajo y, a su vez, el más premiado y longevo, una celebración de la cultura creada por ella misma hace casi dos décadas. “Hacemos milagros”, lanza con una carcajada.
En 2012 Cremaschi impulsó el Hay en Alhambra, con la colaboración de la alcaldía, gobernada por el Partido Popular, y de la Comunidad de Andalucía, comandada por entonces por el Partido Socialista Obrero Español. “Trabajaban armoniosamente. Era todo fácil. Pero vino una gran crisis y no pude continuar con el Hay. Los políticos ya no dialogan entre sí. Se ha polarizado mucho España. Siempre me quedé con ganas de regresar a trabajar a Andalucía”, dice entusiasmada porque el encuentro de Sevilla se realizará en vísperas de la Feria de Abril, la fiesta popular más convocante de España. Este espacio destacado en la agenda de un ciudad turística fue idea del propio alcalde de la ciudad, José Luis Sanz Ruiz, quien quiso brindarle a la propuesta de Cremaschi un sitio destacado como atractivo para locales y visitantes.
“Armé un programa donde exploro con distintas personalidades del mundo del urbanismo y de la arquitectura de qué modo mejorar la vida en las ciudades donde vivimos”, adelanta Cremaschi. Además de la ganadora del Premio Pritzker de Arquitectura 2020, Yvonne Farrell, acudirá Greg Clark, el urbanista y escritor que ha asesorado a más de 300 ciudades. En 1929 Sevilla organizó la Exposición Universal que demandó una década de preparación, donde, por ejemplo, se adquirió el inmenso Parque María Luisa y la ciudad comenzó a extenderse sobre ese pulmón verde. “Esta exposición cambia la imagen de Sevilla a nivel universal y la percepción que el sevillano tienen de sí mismo. Creo que este es un ejemplo del poder que tiene la cultura para llevar a cabo una transformación y para fortalecer la autoestima de la propia sociedad”, dice la gestora, quien buscó confeccionar en este foro de pensamiento un programa atractivo con identidad.
Hay es un fundación sin fines de lucro creada hace 37 años en el Reino Unido, actualmente liderada por la CEO británica Julie Finch y la presidenta de la Fundación Hay Festival es Caroline Michel. Desde 2024 el Hay Festival incorpora un lema a su logo: “Otro mundo”. El Hay cuenta con festivales distribuidos en varias ciudades del mundo, entre ellas, dos españolas, encuentros que poseen apoyo económico privado y público. La venta de entradas es un objetivo no menor, sin embargo, Cremaschi ha impulsado el otorgamiento de más de 600 becas a estudiantes (“La cultura tiene que salir a buscar a los jóvenes”), para que puedan acudir a las citas. “Hay ciertas cosas en las que creo y una de ellas es la colaboración de lo público y lo privado. Si tenés todo pagado por el Estado, desaparece la necesidad de vender entradas, del cuidado de los recursos; si tenés todo pagado por el sector privado, hay una parte del debate social que te perdés”.
Además del homenaje a la práctica del Filandón, donde los labradores de León se reunían durante las noches alrededor del fuego a contar historias, que llevarán cabo Mateo Díez, Merino y Juan Pedro Aparicio, de la presencia de María Dueñas y de los principales referentes del urbanismo, se presentará el director de cine inglés Stephen Frears (su última producción es The Regime, con Kate Winslet) y dos de los periodistas más influyentes de España, Pepa Bueno (directora del diario El País) y Carlos Franganillo (el productor y cara del noticiero de la TV pública hasta hace algunas semanas). En los tres días en los que se extiende el Hay Sevilla habrá 37 invitados [en el de Segovia hubo 100]: “Es un festival muy concentrado. En esas horas en las que vas a morir de emoción”. Cremaschi admite que a menudo se pregunta para que sirve la cultura y aunque siempre encuentra piedras en el camino y laberintos, su bálsamo es seguir haciendo, plantearse cada vez más desafíos, con acento argentino y un carisma único.