Jorge Luján: "Escribir para chicos implica elevarse a la altura de ellos"
El autor no establece en sus libros diferencias entre poema, imagen, música; cree que, cuando crecemos, la infancia se convierte en "un continente en fuga"
Entrevistar a Jorge Luján es un verdadero placer. Con un acento que fusiona la tonada cordobesa con modismos mexicanos, el escritor y músico recita sus poemas, juega con las palabras, tararea melodías, canta. Arquitecto retirado, licenciado en Lengua y Letras Hispánicas y docente, es autor de cuarenta libros, la mayoría de poesía, aunque también ha publicado narrativa, historietas y trabajos teóricos sobre metodología creativa. Radicado en México desde 1976, vino a Buenos Aires a presentar los últimos títulos publicados en el país: Trompa con trompita (Capital Intelectual), Animales animados (La Brujita de Papel) y Dos osos de paseo (Comunicarte).
Dos veces nominado al prestigioso premio de literatura infantil y juvenil Astrid Lindgren, Luján les pone música a sus poemas y comparte los videos en YouTube (www.youtube.com/user/UrielJorge). Acaba de editar un disco con canciones para jóvenes, Caminando sobre el fuego, que se puede escuchar y descargar gratis por Internet (https://jorgelujan.bandcamp.com/releases). Traducidos a catorce idiomas, en sus libros los textos y las imágenes retroalimentan el sentido. La ilustradora argentina Isol y la francesa de origen iraní Mandana Sadat son las artistas visuales con quienes más ha trabajado. Un reciente descubrimiento que lo tiene fascinado es el joven iraní Morteza Zahedi, que ilustró el libro álbum Con el sol en los ojos (Comunicarte).
De los más recientes, que presentará esta semana en la Feria del Libro Infantil, Animales animados, ilustrado por Julia Friese, está compuesto por doce poemas con perspectivas muy diferentes: "Algunos son filosóficos, otros parecen zen, otros son irónicos y algunos casi sarcásticos, hay también ecológicos. Abordé cada animal de acuerdo con la reacción afectiva que me provocaba", cuenta Luján. Cuando se le pide un ejemplo, ahí nomás comienza a recitar: "El elefante no cabe en mi ropero / no cabe en un mundo sin hojas / no cabe en el corazón del cazador / ni siquiera cabe en este poema".
También protagonizado por animales, Trompa con trompita refleja la relación entre una madre y su hijo. "Quise mostrar cómo los detalles mínimos pueden constituir un lazo profundo en el vínculo entre los seres humanos. Esas sutilezas son las que me importan cuando escribo poesía, que es para niños y para todos. No puede ser sólo para chicos porque entonces es cuando uno piensa que el niño es menos que el adulto. Es al revés: escribir para niños es elevarse a la altura de ellos."
¿Qué tiene en cuenta para alcanzar con sus poemas la altura de los chicos? Explica: "Yo creo que los chicos viven en la poesía. Nosotros los estamos despabilando y quitando la poesía para que «aprendan» lo que es el mundo. Cuando crecemos, la infancia se convierte en un continente en fuga, en un universo en expansión. Renunciamos voluntaria e involuntariamente a una riqueza infinita. Por eso, cuando digo elevarse a la altura de los niños, tengo en cuenta esa complejidad de pensamiento, de sentimiento, de intuición, de imaginación que, a veces, me ha llevado a enfrentamientos con editores que se asustan por determinadas palabras. Pienso que los niños tienen una capacidad polisémica mucho mayor que el adulto; entienden los poemas analógicamente, por ósmosis. Para mí es un reto inmenso escribir para ellos. Digo que escribo también para niños, resaltando también".
Músico y compositor, a Luján le gusta crear melodías para sus poemas. "El gran reto era cómo musicalizar la poesía, que ya tiene su propio ritmo. Me di cuenta de que no tenía que imponer el ritmo de la poesía sino respetarlo, en la medida de lo posible; escuchar el ritmo que propone el poema y hacer una conjunción con la música."
Los primeros libros que convirtió en canciones fueron los que trabajó junto con Isol: Ser y parecer, Mi cuerpo y yo, Tic Tac. "Ahora empecé a hacerlo con todos porque me gusta mucho relacionarme con la poesía desde la música; darle alas". Lo hace, claro, por puro placer: "Para completar la obra, por amor a los libros, para que circulen por otros canales".
Dos osos de paseo es un caso inusual: nació como disco y después surgió el libro, ilustrado por la canadiense Manon Gauthier. "Escribí letras de canciones, grabé el disco; al tiempo, llegó la propuesta de ilustrar los textos y darles forma de libro, exactamente al revés de como suelo hacer".
Luján se fue del país en 1976. Los últimos tres años, el escritor vivió en Florencia; dictó clases en la universidad (en la Scuola Internazionale di Comics) sobre la relación entre la imagen y la poesía. No es capricho, entonces, que en sus libros reciba y despida al lector con dibujos que encarga especialmente para las portadillas. En Dos osos de paseo, por ejemplo, el personaje encargado de dar la bienvenida al universo poético de Luján es un arlequín malabarista.
Feria del Libro Infantil
Hoy, a las 14, en el CCK, Luján dará un recital poético con canciones y juegos para encontrar la música de las palabras.
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