Jorge Coscia fue premiado en la Biblioteca Nacional
En la explanada Juan José Saer de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), autoridades de la institución y del Ministerio de Cultura de la Nación entregaron el premio Rosa de Cobre al cineasta, escritor, militante político y exsecretario de Cultura entre 2009 y 2014, Jorge Coscia (Buenos Aires, 1962). Cualquiera que haya sido joven a fines de la década de 1980 recuerda Sentimientos: Mirta, de Liniers a Estambul, película codirigida por Coscia y Guillermo Saura y protagonizada por Emilia Mazer. Filmó además los largometrajes Chorros (1987, también con Saura), Cipayos (la tercera invasión), de 1989; El general y la fiebre (1992), Comix, cuentos de amor, de video y de muerte (1995), Canción desesperada (1997) y Luca vive (2002). Su film más reciente es el documental La palabra originaria, que codirigió con la cineasta francesa Sabrina Saidj y aborda las políticas públicas destinadas a comunidades de los pueblos originarios en la provincia de Formosa. En este aciago 2020, Coscia debió afrontar algunos problemas de salud.
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, y el director nacional de Coordinación Cultural de la BNMM, Guillermo David, participaron del acto realizado en el patio de entrada de la institución, con los consabidos protocolos sanitarios. Se esperaba al presidente de la nación, Alberto Fernández, que había prometido que, si podía, estaría presente en el homenaje. Pero luego de que el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, diera positivo de coronavirus, el presidente se aisló en la residencia de Olivos. Esta hubiera sido su primera visita a la BNMM como primer mandatario. Además de amigos y compañeros de Coscia, asistieron la directora del Museo del Libro y de la Lengua, la escritora María Moreno; la subdirectora de la BNMM, Elsa Rapetti; el crítico cinematográfico Carlos Morelli y el rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Aníbal Jozami.
Coscia es, además de cineasta, autor de varios libros, como los ensayos Del estallido a la esperanza. Reflexiones sobre cine, cultura y peronismo, de 2005; La esperanza sitiada (2008) y La encrucijada del Bicentenario (2010), y de las novelas históricas Juan y Eva (2011), que luego fue llevada al cine por Paula de Luque, y El bombardeo (2015), ambientado en los días del ataque a la Plaza de Mayo en junio de 1955. En 2013 publicó el libro de poemas Che Cuba y, en 2014, El libro que fue árbol.
En 2019, presentó el thriller La caja negra. "Jorge Coscia ha escrito una alevosa novela de película que no niega su condición anfibia, sino que nos permite disfrutarla: imagen, secuencia, diálogo, puesta en escena y soberana escritura", escribió Juan Sasturain, actual director de la BNMM, en el texto de contratapa de la novela. "Como también pinto, me considero un pluriartista -dijo Coscia a LA NACION-. Cuando era secretario de Cultura, escribía durante las noches". Ahora está a punto de terminar su cuarta novela, que se titulará Chau, amor; esta tarde llevó al acto su "libro-frasco" de poemas, editado en Rosario, Poemas enfrascados.
Luego de la presentación a cargo del escritor Carlos Bernatek, Guillermo David señaló que para la BNMM era un honor distinguir a Coscia, "un poeta que sintió el llamado de la política", con la Rosa de Cobre. Por su parte, el ministro de Cultura recordó que con Coscia habían compartido los años de estudiantes en el Centro de Experimentación y Realización Cinematográfica. "Luego aprendí de su condición de cineasta y de militante -agregó Bauer en su alocución-. Te convertiste en un ejemplo para nosotros, Jorge". También destacó la gestión de exfuncionario en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), entre 2002 y 2005, cuando se recuperó la autarquía del organismo, "que había sido borrada de un plumazo por Domingo Cavallo", agregó Bauer.
En marzo de 2002, Coscia había sido designado director del Incaa durante la presidencia de Eduardo Duhalde, y fue confirmado en su cargo por Néstor Kirchner. Dejó el organismo en 2005, cuando fue elegido diputado nacional por el oficialismo, mandato que desempeñó hasta julio de 2009, al asumir como secretario de Cultura en reemplazo de José Nun. En 2014, la Secretaría de Cultura se convirtió en Ministerio y la primera en ocupar ese cargo fue Teresa Parodi."Los artistas del campo nacional y popular, del peronismo y del progresismo, aunque no de cualquier progresismo, estamos acostumbrados a vivir en una doble marginalidad -dijo Coscia esta tarde al recibir el premio-. Pero eso no es un padecimiento, es una fortaleza enorme".
El regreso de la rosa
A partir de 2013, la BNMM comenzó a entregar la Rosa de Cobre a escritores y artistas. En la primera edición, recibieron este premio honorífico los poetas Juana Bignozzi, Rodolfo Godino, Hugo Padeletti, Alejandro Nicotra. Juan Gelman y Luis Tedesco. En 2014, fueron galardonados el poeta sanjuanino Jorge Leónidas Escudero, el poeta y traductor Jorge Aulicino, la poeta santafesina Diana Bellessi, el escritor bahiense Jorge Boccanera, la poeta y ensayista porteña Tamara Kamenszain y el escritor y traductor Jorge Ariel Madrazo. También fueron distinguidos con el Rosa de Cobre Leonardo Martínez, Máximo Simpson, Alberto Szpunberg, Vicente Zito Lema, Rodolfo Alonso y Daniel Freidemberg. Y en la tercera edición, en 2015, se premió la trayectoria poética de Graciela Maturo, Mirta Rosenberg, Rafael Oteriño, Leopoldo Castilla, Arturo Carrera, Jacobo Regen y Ricardo Herrera. También se llevaron su Rosa de Cobre los ensayistas Jorge Lafforgue, Beatriz Sarlo y Horacio González, al dejar la dirección de la BNMM. El reconocimiento, que representa un gesto de gratitud hacia los que han enriquecido la cultura nacional con su talento a través de los años, fue "discontinuado" por la gestión iniciada en 2016 por Alberto Manguel en la BNMM y continuada por Elsa Barber durante el gobierno de Cambiemos. Ni siquiera un premio de carácter simbólico se salvó de la grieta.
El nombre del premio, creado mientras el ensayista y pensador Horacio González dirigía la BNMM, proviene del imaginario de Roberto Arlt. La "rosa de cobre" era el invento con el que Remo Erdosain -uno de los protagonistas de Los siete locos y Los lanzallamas- intentaba vencer el paso del tiempo con un símbolo material de belleza eterna. Como precisó Coscia en la explanada de la BNMM: "Una utopía".
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