John Banville versus Han Kang: “Los artistas deben actuar con responsabilidad y no hacer declaraciones estúpidas”
El escritor irlandés sostuvo que los dichos de la Nobel de Literatura 2024, que dejó trascender que no celebraría el premio mientras muriera gente en las guerras, había sido “idiota e infantil”
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En una rueda de prensa con periodistas españoles, el escritor irlandés John Banville (Wexford, 1945) declaró ayer que la Nobel de Literatura 2024, la escritora surcoreana Han Kang, de 53 años, había hecho el ridículo al sostener que no celebraría el premio mientras muriera gente en las guerras, en referencia a los conflictos entre Rusia y Ucrania y en Medio Oriente. “Eso fue idiota e infantil y ella hizo el ridículo”, sostuvo Banville que hoy conversó con la editora y traductora Valerie Miles en el Museo del Prado, en Madrid. La charla, titulada “Arte en nuestro nuevo Mundo Feliz”, se puede ver en este enlace.
Según se puede ver en la cuenta de X de los Premios Nobel, la autora de La vegetariana -que según dijo a LA NACION la traductora al español de su obra, Sunme Yoon, es una persona muy reservada que hace pocas declaraciones públicas- había dicho el jueves pasado que solo tomaría el té con su hijo para celebrar “con tranquilidad y en silencio” el Nobel. El padre de Han, el escritor Han Seung-won, dejó trascender que la escritora tampoco concedería entrevistas mientras muriera gente en las guerras. En redes sociales, escritores y lectores de distintas latitudes, incluida la Argentina, criticaron la decisión de la Academia Sueca tanto como los dichos de Han.
"I’m so surprised and honoured."
— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 10, 2024
2024 literature laureate Han Kang had just finished dinner with her son at her home in Seoul when she received the news of her #NobelPrize. We spoke to her – moments after she found out about the prize – about growing up with books, being the… pic.twitter.com/lZwdBgRwI8
El escritor agregó que “deberían recuperar” el Nobel de Literatura concedido a Han. “Los artistas deben actuar con responsabilidad y no hacer declaraciones estúpidas, no ser infantiles ni ser indulgentes consigo mismos”, añadió Banville ayer. Y dio a entender que era una hipocresía de Han quedarse con el dinero y hacer esas declaraciones.
En 2019, Banville había recibido el llamado telefónico de un hombre que se hizo pasar por el secretario de la Academia Sueca, Mats Malm, que le anunció que era uno de los ganadores del Nobel (ese año se conocieron a los ganadores de 2018 y 2019: los europeos Olga Tokarczuk y Peter Handke, respectivamente).
En diálogo con periodistas españoles en el Museo del Prado, donde asistió como invitado a la segunda edición de la Residencia Internacional de Escritores “Escribir el Prado” (donde se exploran las relaciones entre arte y literatura), Banville dijo que no había leído ningún libro de la escritora surcoreana. “A mi edad solo releo o leo cosas nuevas muy buenas”, dijo.
“Somos seres humanos comunes y corrientes como todos los demás, pero representamos un gran proyecto humano que es un proyecto de arte y nos corresponde a nosotros mantenerlo”, concluyó.
Con Miles, el escritor habló sobre las obras de grandes pintores como Rubens y Velázquez, la relación de su obra con la pintura, Shakespeare, el lenguaje y la identidad irlandesa. Recientemente en España, el sello Alfaguara publicó La alquimia del tiempo. Un memoir dublinés, primera entrega de las memorias del escritor. Y con el seudónimo de Benjamin Black, Las hermanas Jacobs, también publicada por Alfaguara.
En la Argentina, el sello Luz Fernández lanzó recientemente Conversación en las montañas, con traducción de Pablo Gianera. El 25 de julio de 1967, el poeta Paul Celan visitó al filósofo Martin Heidegger en la Selva Negra. Escrita en 2006 para la radio de la BBC y traducida al español por primera vez, la obra recrea el encuentro entre ambas figuras, la escritura del poema de Celan “Todtnauberg” (nombre del lugar donde Heidegger tenía su cabaña en las montañas), la disculpa que Celan esperaba del pensador por su adhesión al nazismo (que nunca llegó) y la relación sentimental del autor de Ser y tiempo con la filósofa Hannah Arendt.