Investigan al rector de la Universidad de La Matanza
La Justicia allanó la sede de la institución en San Justo
La Justicia allanó el lunes último la sede de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLM) en San Justo, cuyo rector, Daniel Martínez, acumula graves acusaciones ante la Justicia: manejar irregularmente fondos del centro de estudiantes, modificar actas de exámenes para perjudicar a alumnos de agrupaciones opositoras, amenazar y despedir a docentes y no docentes por cuestiones políticas y tener US$ 611.301,22 en una cuenta bancaria en el exterior que nunca mencionó en sus declaraciones juradas.
Por estas acusaciones -que tienen ya un tiempo en la Justicia, pero recientemente cobraron nuevo impulso- se secuestraron en la universidad legajos, resoluciones rectorales y documentación del centro de estudiantes.
Según pudo saber LA NACION, la marcha de la investigación -que podría terminar con la inhabilitación de Martínez para ejercer cargos públicos de por vida- preocupa al Ministerio de Educación, donde se estudia pedirle al rector un descargo explícito.
Martínez, que es rector de la UNLM desde 1997 y ha ido renovando su mandato en sucesivas elecciones -vigente hasta 2011-, es actualmente el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores de las 38 universidades estatales del país.
Dos causas abiertas
En términos jurídicos concretos, Martínez tiene dos causas abiertas.
Una, iniciada en marzo de 2003 y radicada en un juzgado federal de Morón, acumula varias denuncias. Se acusa a Martínez de asociación ilícita, falsificación de instrumento público, defraudación al Estado y amenazas coactivas.
Dos estudiantes -Gustavo Leiss y Sergio Herrera- denunciaron que se les modificaron actas de exámenes para quitarles la condición de alumnos regulares por ser candidatos a presidente y vice de una agrupación estudiantil opositora. También se acusa a él, a su hermano Alejandro Martínez y a su ex asistente personal Gabriel Blanco de apropiarse de fondos del centro de estudiantes y de las fotocopiadoras -que, segun el abogado de los estudiantes, Alfredo Luppino, factura unos 250.000 dólares por año-. Ambos han pedido ya su eximición de prisión. Además, hay denuncias de venta de exámenes y de amenazas a varios docentes y no docentes.
Según fuentes judiciales, en las declaraciones de los testigos ya aparece una discrepancia: miembros del centro de estudiantes afirmaron que las fotocopiadoras eran gestionadas por la universidad, mientras que desde la institución se adjudica su manejo al centro de estudiantes.
La otra causa, radicada en la justicia federal e impulsada por los mismos denunciantes, investiga desde octubre de 2003 la existencia de una cuenta a nombre de Martínez en el banco Lehman Brothers, en los Estados Unidos, por 611.301,22 dólares, que nunca declaró. LA NACION tuvo acceso a una copia de un extracto de esa cuenta bancaria, donde se detallan la titularidad de Martínez y los fondos depositados.
"Todas las acusaciones son falsas", dijo a LA NACION Alejandro Finocchiaro, decano del Departamento de Derecho de la UNLM y vocero de la institución. "Cuando Martínez empezó a exigir que se traspasara el dominio del predio a la universidad comenzaron las denuncias", dijo, y afirmó que el predio tiene un valor de unos 25 millones de dólares.
La UNLM es una de las universidades más pobladas del conurbano, con casi 21.000 estudiantes -en su mayoría provenientes de familias de clase media baja y baja-, una tasa de crecimiento de matrícula de las más aceleradas y un presupuesto de 33 millones de pesos. Sin embargo, mientras cumple esta función social, la institución está atada desde su mismo nacimiento a intereses políticos.
La UNLM fue creada en 1989 como una concesión del gobierno menemista al entonces presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri.
Martínez era entonces director de Contaduría de la Cámara baja y aliado de Pierri desde hacía varios años. En 1999 comenzó a alejarse de él paulatinamente y a adquirir independencia para manejar los destinos y los recursos de la universidad.
La separación se profundizó en 2003. Ahora, Martínez se volcó al duhaldismo -se cuenta que la universidad es lugar de concentración de militantes antes de asistir a los actos políticos del duhaldismo en la zona-, mientras que en su entorno se comenta que su intención es ser intendente de La Matanza.
Martínez está recibido de licenciado en Administración por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, carrera que había empezado en la Universidad de Morón. Ya tuvo una denuncia ante la Oficina Anticorrupción por mantener un contrato con esa universidad como profesor cuando ya era rector de la UNLM.
A las acusaciones se acaba de sumar un crítico informe de la Sigen, de este mes, al que tuvo acceso LA NACION, en el que se advierten deficiencias en la gestión de los recursos de la universidad.
Se alerta sobre "altas probabilidades de ocurrencias de desvíos, errores o irregularidades", una actitud "renuente" de la auditoría interna a entregar información, diferencias en el registro de movimientos de fondos e irregularidades en la documentación de los legajos de alumnos y actas de exámenes y diplomas, entre otras cuestiones.
"Cuando se gestiona siempre hay falencias. Mientras no se cometan delitos, estos errores son comprensibles", dijo Finocchiaro.