Integrar para crecer: arteba, con visitas para personas con distintas capacidades
Gracias a un programa de convivencia impulsado por la fundación que organiza la feria y Proyecto Wonder, las puertas del Centro Costa Salguero se abrieron una hora antes a personas sordas, no videntes y con discapacidades motrices e intelectuales
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“Las obras de arte son muy diferentes entre sí. ¡Como las personas!”, dijo con entusiasmo frente a una obra de Matías Duville exhibida por la galería Barro Francisco García Díaz, el guía que recorrió hoy arteba con un grupo de visitantes con discapacidad intelectual antes de la hora de apertura al público en el Centro Costa Salguero. Él, de 19 años, era uno de ellos: los médicos diagnosticaron que, por su trastorno del espectro autista, no podría hablar ni ir al colegio. Recibido el año pasado de Bachiller en Comunicación, aclaró al iniciar el recorrido que “cualquiera puede visitar la feria; no importa si sabés mucho, poco o nada de arte”.
“¿Que estarán pensando o sintiendo”, preguntó al detenerse en la galería Hache, junto a dos fotografías de Moria Casán y Katia Iaros tomadas en Foto Estudio Luisita. “¿Qué diferencia hay en la forma de mirar? Si quieren acercarse, pueden hacerlo”, invitó, mientras otros guías hacían lo propio con personas con discapacidad motriz, sordas y no videntes. “Podemos decorar nuestros espacios con fotografías -explicó, aunque no sean recuerdos familiares”.
“El arte cura, acerca, habla de la realidad. La pandemia nos sacó velos, y se puede hablar más de lo que es diferente”, comentó conmovida hasta las lágrimas Regina del Carril, creadora del Proyecto Wonder. Madre de Iñaki, un adolescente con parálisis cerebral, el año pasado presentó en Casa Foa su “Dormitorio de un niño extraordinario” y ahora impulsa este “programa de convivencia” junto con la Fundación arteba.
Una discapacidad similar tiene Isabel “Ichi” Güiraldes, de 29 años e hija de la galerista María Casado. También lloró esta última cuando Francisco contó la historia de ambas, frente a las obras de Carolina Raquel Antich: “María tuvo una idea hace veinte años -dijo-: abrió una galería de arte en su propia casa. Poco tiempo después, Ichi también empezó a trabajar en la galería. Para Ichi y María la diversidad de las personas tiene belleza y fuerza. Como el arte, que transforma”.
“El proyecto está en casa porque no podía irme –explicó Casado a LA NACION-; era importante que fuera parte de mi mundo. Arranqué con esto para ponerla a ella en valor; cuando era más chica se disfrazaba y recibía a la gente en la puerta. También juntaba plata para donar a Aedin, la Asociación en Defensa del Infante Neurológico”.
“Es importante promover el empoderamiento en primera persona -explicó Paola Jelonche, de la Fundación Visibilia, que impulsa la inclusión a través de la lectura fácil-. Quienes tienen otro tipo de discapacidades, como los ciegos y los sordos, se expresan por sí mismos. Pero con la intelectual, muchas veces otros lo hacen por ellos”. Mientras tanto, parado frente a otra obra de Duville, Francisco preguntaba su grupo: “¿Podemos imaginar mundos distintos?”