Instalaron en Fiumicino un "abrazo" del artista argentino amigo del Papa
ROMA.– Casualmente en el día del 82 cumpleaños del Papa, quedó hoy inaugurado en el hall de salidas del aeropuerto internacional de Fiumicino El abrazo, una escultura en hierro descartado realizada por su amigo artista, Alejandro Marmo.
Se trata de una silueta de cuatro metros y medio de altura que representa a dos personas que se abrazan, que fue empotrada en una pared de vidrio en una posición más que privilegiada: a metros de una reproducción del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, que da nombre al aeropuerto internacional de esta capital.
"El abrazo es un símbolo de fraternidad entre Italia y la Argentina, dos naciones hermanas que tienen mucho en común, tanto cosas buenas, como cosas malas. Y propusimos el aeropuerto de Fiumicino, donde transitan permanentemente miles de personas, muchos latinoamericanos, argentinos hijos de italianos, porque lo que queda en un aeropuerto siempre es un abrazo, a los que llegan, a los que se van, a los que reciben", explicó Marmo a LA NACION.
"Aunque en Roma ya hay instalados otros Abrazos, para mí este es el más icónico porque hace veinte años yo llegué a este aeropuerto con el sueño de exponer mis obras en Europa, con solamente un pasaje de ida y vuelta, no tenía nada y en aquel momento me vino a esperar una persona amiga de un amigo, que no conocía, que me dio un abrazo que me salvó, porque me dio la fuerza para seguir adelante", agregó.
El artista -autor de los murales de Evita, el padre Carlos Mugica y Arturo Jauretche en la avenida 9 de Julio-, destacó que la idea de instalar El abrazo en el aeropuerto de Fiumicino surgió hace unos meses en una charla con el embajador argentino en Italia, Tomás Ferrari, que se encargó luego de concretar la iniciativa junto a directivos de Aeropuertos de Roma (AdR).
En la ceremonia de inauguración Ferrari, al margen de subrayar que El abrazo representa en forma abstracta esa relación de amistad y de sangre que hay entre Italia y la Argentina, recordó que hoy se celebra el cumpleaños 82 del Papa, "a quien seguramente le hubiera gustado estar acá".
"Agregar una obra de arte como El abrazo en Fiumicino es muy importante no sólo porque embellece el lugar, sino porque el abrazo es una de las manifestaciones más comunes en un aeropuerto. Y esperamos a estimular a los pasajeros que pasan por acá a venir y a hacerse una selfie ante la obra, abrazándose. Es un gesto de amor, sobre todo en Navidad, cuando muchos parten o llegan para reunirse con su familia", dijo Ugo de Carolis, gerente de Adr.
Después del corte de cintas y descubrimiento de la obra, que fue bendecida por un sacerdote, dos bailarines argentinos, Victoria Arenillas y Eduardo Moyano, deleitaron a los presentes con Libertango, pieza emblemática de Astor Piazzolla.
El abrazo contra el odio de Marmo --que está al frente de la Fundación Arte en las Fábricas, entidad con la que los Museos Vaticanos tiene un acuerdo cultural-, puede verse en más de 100 murales, muros o empotrado en espacios públicos, fachadas e interiores de hospitales, centro de convenciones y otras instituciones de la Argentina –el último fue colocado en la 9 de Julio-, así como también en diversos sitios de Italia y en Japón.
"Creo que el Abrazo en Fiumicino es un símbolo de unión entre dos naciones, en el contexto de un Papa argentino, hijo de italianos, que cumple años y en el contexto de un mundo complicado, que está pidiendo un abrazo", reflexionó Marmo. "El mundo necesita un abrazo, la economía no es el problema, sino la emoción... Necesitamos armonía y finalmente el abrazo es un mensaje de unión y paz".
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