Identidades que engañan
A los cinco personajes cuyas historias van conformando el entramado de este libro se suma, en el epílogo, Lili, que ha muerto trágicamente. En inevitable condición de fantasma, pues, expone una síntesis de varios hechos narrados por los anteriores y da detalles de su final, cuando el auto en el que viajaba por una ruta bonaerense es atropellado por un camionero borracho. Seis, entonces, como en el célebre drama de Pirandello; pero lo que éstos quieren no es que aparezca un autor, sino manifestar abiertamente asuntos personales que los vinculan a los demás. A veces, esas expresiones privadas parecen aquellas que podrían escucharse en una reunión en la que se ha propuesto la confesión de intimidades.
Laura y María emergen con el carácter de figuras centrales de la novela. Se trata de dos gemelas idénticas en lo físico pero muy diferentes en todo lo demás, aunque las une la traviesa costumbre de engañar al hombre que pretenda mantener una relación con cualquiera de ellas mediante el reemplazo mutuo. El extraordinario parecido es suficiente. Sin embargo, algo falla. Ambas se enamoran de un médico. La elección de él, advertido de la disimilitud de fondo, altera las reglas del juego. Selva Circe Ferrari se presenta a sí misma en la solapa y en un prólogo, comentando que ha sido una apasionada del guión cinematográfico. Su texto es una sucesión de parlamentos (no hay relato), lo cual lleva al lector a frecuentes confusiones.
Laurita tuvo la culpa
Selva Circe Ferrari
Del Dragón
300 páginas
$ 95