Hubo un país que hizo posibles a Borges y Bioy
Fueron pilares de la cultura argentina
Podríamos seguir rastreando indefinidamente la trayectoria de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares en el cambiante escenario cultural de la Argentina que los hizo posibles. Podríamos examinar, por ejemplo, su relación con el grupo literario que acompañó a Victoria Ocampo en la creación de la revista Sur y, posteriomente, de la editorial del mismo nombre.
Podríamos evocar el trabajo de colaboración que Borges, Bioy y Silvina Ocampo cumplieron cuando compilaron, hacia 1940, la "Antología de literatura fantástica", que rescató obras de Kipling, Beerbohm, Wells, O´Neill y otros autores indispensables para comprender la evolución del género (y que incluyó el siempre recordado e impresionante relato e W. W. Jacobs "La pata de mono").
Podríamos volver a leer los regocijantes cuentos de intriga policial que Borges y Bioy publicaron en 1942 utilizando el seudónimo de H. Bustos Domecq y que titularon "Seis problemas para don Isidro Parodi". Como se sabe, Borges y Bioy crearon ese autor imaginario utilizando los apellidos de sus respectivos bisabuelos. Pero un buen día, Bustos Domecq se volvió ingobernable. "Sentíamos que nos estaba devorando", relata Bioy en sus "Memorias". "Se había convertido en un bromista insoportable, similar a Rabelais, autor que no nos gustaba a ninguno de los dos". Por eso decidieron terminar con él.
Hacia 1943, la editorial Emecé inició la publicación de la colección de relatos policiales "El séptimo círculo", dirigida por Borges y Bioy Casares. El título de la colección aludía, asignado por Dante en el infierno, a los violentos. Borges y Bioy llegaron a editar más de 180 títulos de autores de distintas nacionalidades, entre los que se contaban Dickens y Graham Greene.
Desde luego, más allá de los trabajos en colaboración cada uno de los dos siguió escribiendo y publicando su propia obra. Fueron naciendo, así, los títulos esenciales de la producción de Borges y Bioy Casares. ¿Cuánto del espíritu de Borges puede haberse filtrado en la obra personal de Bioy? ¿Cuánto del espíritu de Bioy puede haberse filtrado en la obra personal de Borges? Para saberlo, habría que haber estado junto a ellos durante las largas veladas que compartieron en el departamento de los Bioy, en la calle Posadas, marco habitual de esos encuentros.
Hacia fines de 1940, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares decidieron casarse. Estaban en la estancia y es fama que Bioy le dio la noticia a su amigo Oscar Pardo de esta manera: "Preparate: nos vamos a casar". Pardo corrió a su cuarto y volvió con una escopeta. Había entendido que se iban a cazar.
Según cuenta María Esther Vázquez en su libro "Borges, esplendor y derrota", a partir del casamiento de Silvina y Adolfo una nueva rutina gobernó la vida de Borges: por la noche comía en la casa de los Bioy. Anfitriones entrañables, eran los amigos fieles en los cuales Borges podía descansar. Ese hábito se prolongó, sin mayores variantes, por espacio de cuarenta y cuatro años. Así vivieron su larga y fecunda amistad los Bioy y el creador de "El Aleph" y "El hacedor".
Quedaría una última reflexión: detrás de Borges y Bioy había algo más que dos espíritus formidablemente creativos. Había, por ejemplo, un país que los hizo posibles; un país más grande y más fuerte que las crisis y los quiebres institucionales. Un país que se manifestaba a través de individualidades poderosas, de personalidades infinitamente creativas, que se llamaban -por ejemplo- Victoria Ocampo, Oliverio Girondo, Eduardo Mallea, Norah Lange, Ricardo Molinari, Pepe Bianco, Leopoldo Marechal o la propia Silvina Ocampo, por mencionar sólo a unos pocos entre los muchos que participaron, durante largos e inolvidables años, de la construcción cultural de la Argentina. Es bueno recordarlos, porque ellos también fueron necesarios para edificar el país en el que Borges y Bioy fueron posibles.
Mañana, "El Aleph"
- Mañana se podrá adquirir el primer volumen de la Biblioteca Esencial, que comprende diez títulos de Jorge Luis Borges y diez de Adolfo Bioy Casares. Presentando en los puestos de ventas de diarios el cupón que aparecerá impreso en la portada de LA NACION, más $ 4,90, el lector podrá obtener "El Aleph", de Borges. La entrega de la colección continuará el miércoles siguiente con "El sueño de los héroes", de Bioy Casares.