Homenaje a Carlos Gallardo, artista de la austeridad
En diciembre de 2018 se cumplieron diez años de la muerte del artista, diseñador, escenógrafo y vestuarista Carlos Gallardo. En 2009, fue homenajeado en arteBA y, dos años después de aquel fatal accidente de auto, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) le dedicó una muestra que recorría sus trabajos artísticos. A partir de mañana, en el Espacio de Arte de Fundación OSDE se podrá visitar la gran muestra Carlos Gallardo. Obras 1983-2008, que presenta de manera integral su actividad profesional y artística.
Al cuidado de Mercedes Casanegra, que también se ocupó de organizar la primera muestra póstuma del artista en el Malba, la exposición permite apreciar el modo en que los vínculos entre diseño gráfico e industrial, fotografía, instalación escénica y vestuario dieron como resultado un entramado singular, íntimo y reflexivo.
"Su obra, muy austera, está hecha de restos", señala Casanegra ante Finale, de 2003, instalación hecha con doce atriles de zinc y "partituras" de cartas personales, que Gallardo recubrió con material impermeable. Una instalación similar suya, que homenajea al Teatro Colón y fue titulada A toda orquesta II, se puede observar en la Plaza Lavalle. En vez de hojas de papel, los atriles deberían sostener panes de césped (aunque esta indicación del artista no siempre se respeta).
Un artista del retorno de la democracia
No es casual que Casanegra y el equipo del Espacio de Arte de Fundación OSDE hayan elegido el año 1983 para dar inicio al recorrido por la obra del artista nacido en 1944 en Buenos Aires. Como muchos otros jóvenes en ese esperado momento del retorno de la democracia a la Argentina, Gallardo asoció arte y libertad, compromiso e ingenio, y afán de comunicación y belleza en su trabajo.
Al visitar la muestra, los mayores de cuarenta años se encontrarán otra vez con los afiches de obras como Danza macabra y Esperando a Godot, que Gallardo diseñó durante la mítica gestión de Kive Staiff en el Teatro Municipal General San Martín. En esa institución, Gallardo se desempeñó como director de arte.
"En 1984, comenzó a trabajar con el coreógrafo Mauricio Wainrot en instalaciones de escena y vestuarios de las obras de danza en el San Martín", destaca Casanegra. Wainrot y Gallardo se habían conocido a fines de los años setenta y desde entonces conformaron una sólida pareja creativa y afectiva. En un sector, la muestra recoge arriesgadas invenciones escénicas, bocetos en lápiz, vestuarios de ballet y una única pintura con un solo protagonista: un escenario teatral.
Para Wainrot, que estará presente en la inauguración, el jueves 21, a las 19, la muestra representa un reconocimiento a la labor de Gallardo. "Aprendí mucho de él -dice el creador de las coreografías de La tempestad y Carmina Burana, entre muchas otras-. No fue fácil hacer la primera obra sin Carlos". Wainrot recuerda que la prestigiosa crítica de arte Dore Ashton, que escribió en el catálogo de la muestra del artista en el Museo Nacional de Bellas Artes en 2004, comparaba a Gallardo con un artista medieval, por su aplicación en disciplinas diversas.
Entre fotografías, bocetos, instalaciones y objetos, se puede ver un centenar de trabajos de Gallardo, algunos por primera vez. Ciertas obras, como los tres elásticos de camas de la serie Queen Size, que se exhiben colgados en una de las paredes, condensan el sentido poético que su labor supo alentar. En las varillas de uno de los elásticos se lee un sinnúmero de nombres propios de varones y mujeres; las varillas de otro soporte son negativos fotográficos y los del tercero, frascos con semillas.
Varias imágenes fotográficas de Gallardo (la mayoría en blanco y negro, muchas con escenas portuarias capturadas en el extranjero) poseen textos. Cuando no se trata de grafitis impresos en el paisaje urbano, aparecen las propias intervenciones del artista en las fotos: preguntas (qué, quién, cómo, cuándo, por qué, como en la serie Close Up), nombres propios, direcciones postales y un poema de Hugo Mujica.
Se incluye además la serie Destiempos (2008), compuesta por fotografías de una instalación que Gallardo creó con pequeñas cajas de resina sintética negra que pertenecieron al Correo Central de Buenos Aires y que tienen grabados números, días del mes y la abreviatura de los nombres de los meses del año.
"El artista las utilizó como si fueran pequeños escenarios donde ubicó a los personajes mínimos, pero en escala. Luego, el lente fotográfico macro no solo los vuelve más grandes, sino que además los humaniza", describe Casanegra. Esas instantáneas de vidas artificiales, ficticias y a la vez vibrantes en escenarios despojados, metaforizan las búsquedas de un artista plural.
Para agendar
Carlos Gallardo. Obras 1983-2008
Del 21 de febrero al 27 de abril de 2019
Con entrada libre y gratuita, los visitantes del Espacio de Arte de Fundación OSDE (Suipacha 658, 1er. piso) también podrán recorrer Travesías, muestra de pinturas y dibujos de la artista húngara Margit Eppinger Weisz, al cuidado de Cecilia Rabossi, y la intervención en la pequeña sala del primer piso hecha por Dora Isdatne, Naturaleza modificada. En la vidriera de la Fundación se expone Cuarentena, una obra de Hernán Salamanco.
Lunes a sábado de 12 a 20. Domingos y feriados, cerrado
Otras noticias de Arte
Más leídas de Cultura
“Un clásico desobediente”. Gabriela Cabezón Cámara gana el Premio Fundación Medifé Filba de Novela, su cuarto reconocimiento del año
“Enigma perpetuo”. A 30 años de la muerte de Liliana Maresca, nuevas miradas sobre su legado “provocador y desconcertante”
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
Martín Caparrós. "Intenté ser todo lo impúdico que podía ser"