Homenaje a Rubén Darío en el Museo Mitre, a 130 años de su llegada al país
El poeta nicaragüense consideraba a la Argentina su patria cultural y espiritual
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Al cumplirse 130 años de la llegada de Rubén Darío a la Argentina, el jueves pasado se realizó un homenaje en el Museo Mitre en el que disertaron Carlos Midence, Embajador de la República de Nicaragua; la ensayista y lingüista argentina Ivonne Bordelois; y Martín Katz Darío, bisnieto del poeta. También estuvieron presentes el Ministro Gustavo Miranda Valenzuela de la Embajada de Paraguay, el Cesar Lawson, agregado de la República de Panamá, Patricia Roa Ríos y Rebecca Pinard, miembros del Consejo Mundial de Educación Capítulo Chile y del movimiento Rubén Darío de Chile, quienes viajaron especialmente para el evento, el CEO de Asia Infonews Young Kong, junto a representantes de la Asociación de Amigos del Museo Mitre y cultores del género poético.
La celebración se realizó en la casa- museo donde residió el Presidente Mitre y estuvieron emplazadas las primeras rotativas del diario LA NACION.
En la presentación del evento la Directora del Museo, Gabriela Mirande Lamedica, se refirió al poeta destacando que aún siendo de origen nicaragüense, Rubén Darío consideraba a la Argentina su patria cultural y espiritual. El resultado del entrañable amor que sintió por nuestro país son las numerosas crónicas, poemas y ensayos que el matutino publicó a lo largo de 25 años, otorgándole a su figura carácter universal. Darío, además, fue articulista, corresponsal de guerra y traductor.
En el 77° natalicio de Bartolomé Mitre, Darío le regaló el poema homónimo como homenaje a quien consideraba su mentor, y con posterioridad escribió la “Oda a Mitre”. En ocasión del Centenario de la República Argentina, Darío publicó “Canto a la Argentina”.
En su disertación, el Embajador de Nicaragua, académico catedrático y politólogo con especialización en América Latina, revisó el capítulo titulado “Rubén Darío y la cultura popular”, que forma parte de una investigación de su autoría premiada en España en 2017. Allí, Midence incorpora al poeta a la nueva teoría decolonial latinoamericana, liberándolo del “encasillamiento que lo definía como preciosista, afrancesado y deudor del eurocentrismo” de la alta cultura. Recentrado como un “influencer”-diríamos hoy- de la cultura de masas, aún con el alto grado de analfabetismo que imperaba en la época, Darío caló hondo en “las muchedumbres” no solo abrevando en las letras europeas, sino también nutriéndose de la mitología de su Nicaragua natal y del folklore latinoamericano que nunca dejó de sentir propios.
Ivonne Bordelois, poeta y ensayista egresada de la Universidad de Buenos Aires, con estudios en la Universidad de la Sorbonne y doctorada en la Universidad de Boston (Noam Chomsky fue su director de tesis), compartió su relación personal con los versos de Darío durante la infancia. Forjada en la tradición de la escuela pública argentina que muchas veces presentaba su obra de lectura obligatoria con “estrechez” y cierta “antipatía frente a grandes figuras de nuestro mundo y nuestra lengua”, Bordelois reconoció que le llevó años comprender por dónde captar y reconocer la grandeza del poeta. Lo particular de Darío, dijo en coincidencia con el Embajador, es que se supo conectar con su presente. En su trabajo de cronista logró hacer de la necesidad económica una virtud, forzando la escritura literaria para acercarla al público del diario La Nación “sin renunciar a la voluntad estética”.
El aquitecto Martín Katz Darío, bisnieto del poeta y amigo del Museo Mitre, visitó capítulos inéditos de la vida personal de su bisabuelo entre los años 1889, cuando comienza a ser corresponsal del diario LA NACION en Chile, hasta 1893, año en que decide viajar a la Argentina. Una juventud signada por la distancia con su familia natal, el exilio de Guatemala donde residían su mujer y su hijo, y la sorpresiva muerte de uno de los amores de su vida, Estela, esculpieron tempranamente la sensibilidad de Darío de manera singular y definitiva.
Condecoran a la Directora del Museo Mitre
En el cierre del acto, la Licenciada Gabriela Mirande Lamedica, directora de la institución, recibió de manos de la Pedagoga chilena Patricia Roa Ríos la medalla de la Orden al Mérito que confiere el Consejo Mundial de Educación, Capítulo Chileno, votada por la unanimidad de sus miembros, por su brillante carrera profesional y su valioso aporte a la elevación cultural y educacional de la Nación Argentina. Mirande agradeció a los miembros del Consejo Mundial de Educación tan importante distinción para su país que comparte con sus colegas argentinos.