Hay Segovia, tan cerca, tan lejos: visitas comunes y directora argentina
Emmanuel Carrère, que vendrá al país en noviembre, fue la gran atracción
SEGOVIA.- Disparaba el popular comediante Dani Rovira en la última ceremonia de los premios Goya para reírse sobre la fama: "Cuando Penélope Cruz va a Segovia, es el acueducto quien le pide sacarse fotos con ella". Orgullo nacional, este enclave de Castilla y León hospeda la imponente construcción romana y el castillo donde habitó Isabel la Católica, la misma edificación que inspiró a Walt Disney para crear el sello de su imperio de fantasía. Desde hace una década, con la llegada del otoño español, esta ciudad suma una nueva atracción y a la habitual afluencia turística se añaden los visitantes que acuden al Hay Festival, un evento dirigido por la argentina Sheila Cremaschi, donde ayer se presentó el autor del momento, el francés Emmanuel Carrère, quien bate récords de venta con El reino, la elogiada novela que Anagrama distribuirá en la Argentina en noviembre. El propio autor viajará a Buenos Aires para presentarla en la Fundación Osde el 24 de ese mes. Además reeditarán El adversario y De vidas ajenas.
Reverberaba el tema de la última obra de Carrère -la fe, el misticismo y el origen del cristianismo- en el claustro del siglo XIII de la iglesia de Santa Cruz la Real, dentro del campus del prestigioso Instituto de Empresa. En El reino aparecen Pablo el Converso, Lucas el Evangelista y la propia experiencia del autor, agnóstico, quien se convirtió al catolicismo durante tres años, religión que luego abandonaría. "No sé qué responder a la pregunta de por qué ha prevalecido el cristianismo. Una pequeña secta judía en torno de un agitador de Galilea. Si tienes fe, piensas que es porque era el plan de Dios. Pero si no es muy misterioso, si no lo explicas en el marco de la fe. No lo digo de forma polémica, pero lo que ha prevalecido es una cosa rarísima."
A la Biblia precisamente acudió Carrère para obtener el título y el símbolo -el demonio- que recorre su obra maestra El adversario, ese relato sobre el Mal que aportó un nuevo capítulo a la historia de la no ficción donde describe la compleja psiquis de Jean-Claude Romand: "Fue un libro bisagra porque pasé de escribir de manera impersonal y ficción a libros en primera persona y de no ficción. A veces pienso que estoy contando demasiado de mí y llega el momento en el que me pregunto si no me estoy exponiendo de más. A los lectores les gusta sentirse cercanos a los escritores".
En las últimas páginas, Carrère deja abierta la posibilidad de que Romand, condenado a cadena perpetua, podría llegar a quedar libre en 2015, en caso de que cumpla con determinados requisitos: "No estoy en contacto con él. Si sale de prisión no iré a esperarlo, pero sí podría reunirme con él".
Carrère, que escribió la biografía de Philip K. Dick, volvió a manifestar que este autor de ciencia ficción "lo entendió y lo anticipó todo", en alusión a la realidad virtual y a la ciencia: "Es un escritor tan importante para el siglo XX como lo fue Dostoievski en el siglo XIX".
El gran logro del Hay Segovia, para su directora mendocina, es el de haber sobrevivido e incluso crecido, a pesar de que su existencia esté signada por una atroz crisis económica, desde 2007. Mañana se despide con éxito -sólo 20.000 personas se inscribieron para participar de las conversaciones, ya que en el resto de las actividades no se computan los asistentes- en un marco imponente de castillos, palacios e iglesias medievales donde se realizaron más de 100 actividades.
Cambio y crecimiento
Invitados de renombre, entre los que destacan Julia Kristeva, Antonio Muñoz Molina, la best seller María Dueñas, las británicas Sadie Jones y Jessie Burton, el filósofo A. C. Grayling, el egipcio Alaa al-Aswany y el arquitecto japonés Shigeru Ban fueron algunos de los que dijeron presente. Martín Caparrós fue el representante argentino de este evento y también había sido invitado Jorge Lanata, conocido y premiado en España por su labor periodística, quien no pudo asistir.
Cremaschi está al frente de un evento que crece cada año en afluencia y organización. Hace una semana, cuando se inauguró el festival, desde una de las terminales de tren más modernas de Europa, Chamartín, en el norte de Madrid, partió hacia Segovia un contingente, dentro del cual se encontraban siete embajadores en ejercicio, a bordo del tren de alta velocidad (AVE) reservado para los invitados.
El Hay Festival en su versión española -cuenta con sus ediciones en Escocia, México y Colombia- es un evento cultural de esencia literaria, pero que expandió sus brazos para convertirse en un encuentro de ideas. Fue el cambio climático el debate encargado de inaugurar el ciclo, donde además hubo referencias a la crisis migratoria en Europa. "Buscamos que el festival sea una plataforma de temas que preocupan a la ciudadanía. Queremos crear puentes, sin tomar posición como modo de sembrar conciencia", explicó Cremaschi a LA NACION. En este panel, expertos internacionales anticiparon las propuestas que se debatirán en diciembre en la Cumbre de París durante la Conferencia sobre el Cambio Climático.
No hubo sólo debates y entrevistas públicas, como la deliciosa conversación entre el periodista y editor Juan Cruz con el poeta cubano Pedro Juan Gutiérrez, sino también talleres, conciertos, ciclos de cine y muestras, como la notable exposición sobre el cómic árabe en La Alhóndiga, un antiguo granero medieval convertido ad hoc en Casa Árabe.
Con dos años de antelación, los organizadores se dedicarán en los próximos meses a culminar los detalles de la edición del Hay Segovia 2017.
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