Efecto Germán: el youtuber más famoso dio el salto a la literatura y visitó Buenos Aires
El chileno Germán Garmendia (28) está en Buenos Aires para dar a conocer Di hola, la novela con la que se anima a la ficción. La gira que inició el 20 de este mes, por la Ciudad de México y que continuó por Bogotá, Lima, y culminará el 30 en Chile, lo trajo a la misma ciudad que puso patas para arriba cuando se presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires en mayo de 2016"Jamás, en 42 años de historia de la Feria, una actividad así había llamado de esta forma la atención al público en general", confesó en ese ocasión Oche Califa, director cultural de la Feria del Libro y develó la locura generada por los fans devenidos de este fenómeno proveniente de las redes que se hizo eco en el mundo de los libros.
Horas antes de la firma de ejemplares, Germán nos recibió de muy buen humor en uno de los últimos pisos de un coqueto hotel de Puerto Madero donde está alojado. Con su ya clásico gorrito (confeso amante de gorras, sombreros, pero sin llegar al estilo Jay Kay de Jamiroquai) y acompañado por su hermano y un trajeado hombre de seguridad, que con auriculares incluidos se mostraba como un verdadero guardaespaldas, hablamos de libros, del proceso de escritura y de lo que lo llevo a publicar Di hola.
Para Germán, Di Hola, no es un libro más, sino el gran salto al mundo de la ficción y con el que busca mostrar otra imagen a la que construyó a través de su video. Hoy se considera un hombre multifacético, un "creador", que como bien sabe no le será fácil escapar del título de youtuber, pero no reniega, porque las redes siguen siendo su lugar, su espacio. Recordemos que hablamos del hombre que cuenta con más de cien millones de seguidores en las redes (en Youtube tiene más 34 millones de suscriptores en HolaSoyGermán; 29 millones en JuegaGerman; 11,5 millones en Twitter; 10 millones en Instagram y 17 millones en Facebook) y que es considerada como una de las personas más influyentes en el mundo.
Dispuesto a sumar un público diferente al de las redes y porqué no más adulto, Garmendia se anima a una historia de amor, pero por sobre todo de superación, con ciertas claves para hacer frente a los momentos más adversos. En cierta forma, Di hola combina el espíritu de sus videos más populares, donde lo importante es ser feliz, con las canciones a las que le pone la voz y retrata algunos de los golpes que puede darte la vida (en Spotify se puede acceder a su último corte y a las canciones con Ancud, la banda que formó con su hermano). Para Germán la novela nace como una necesidad de contar una historia, "una que no encajaba en ninguno de mis otros proyectos. Y creo que fue arriesgado hacerlo, pero estoy orgulloso, me gusta animarme, siempre lo hice. Ahora me queda esperar el feedback."
En los otros países en los que ya presentó la novela, recibió algunos comentarios de sus lectores. "Algunos se lo leyeron todo de un tirón, otros prefieren ir de a poco, un capítulo por día. Me sorprende, cómo lo que uno pensó y escribió en la mirada del otro tiene otra llegada, otra sensación. Veré qué sucede con los lectores argentinos." La primera devolución local será con los que pudieron acceder a la firma de ejemplares, para conseguirlo los seguidores debieron inscribirse previamente. Sólo 300 fanáticos fueron elegidos para tomar contacto con el autor en una librería ubicada en el barrio de Recoleta. Pautada para realizarse desde las 15.30 a 18.30, los chicos y chicas, a pesar de tener el lugar asegurado, montaron guardia desde temprano con su libro en mano, condición indispensable para llevarse la estampa del autor, la foto y un abrazo.
DECONSTRUYENDO EL ÉXITO
Pensada para ser un suceso editorial –de hecho ya hay versiones sobre su posible salto al cine: Germán está instalado en Los Ángeles buscando su oportunidad como actor–, Di hola se vale de varios recursos exitosos ya probados para narrar un relato que intenta explorar el amor y las relaciones en todas sus facetas: de pareja, padre e hijos, entre amigos, obsesivos y violentos. Sin dejar de lado, algunos rastros de su historia personal.
"Natalie y Oscar eran una de esas clásicas parejas de polos opuestos que se atraen", escribe el chileno en el primer capítulo de la novela y de esta manera nos advierte que estamos ante un relato que ya conocemos y lo hace sin temor a los clisés, de hecho se vale de ellos.
"Para él los seres humanos no somos naturalmente buenos ni generosos –detalla–. Natalie, en cambio creía en las personas en su bondad natural, algo que Oscar tachaba de ingenuidad."
Esta atracción se repite una y otra vez, en un sinfín de historias. Quiénes leyeron o vieron alguna película de este tipo saben que el amor tiene el poder de cambiar hasta a los más escépticos. El relato se cuenta desde la visión de David, el mejor amigo de Oscar, quien ya en la época en la que cursaban juntos el secundario confesó su gusto por los chicos; y desde la voz de Oscar, un escritor famoso, con una sola novela publicada, miles de seguidores y paparazis que lo acosan. Es en Oscar donde Garmendia se refleja. En este personaje expone el dolor propio, obviamente con toques de ficción: "No conocer a mi padre me marcó desde la infancia", confiesa Oscar y muestra el sentir del autor, que perdió a su papá cuando tenía 3 años en un accidente automovilístico.
Con el correr de las páginas descubriremos que Natalie está enferma. Tiene un cáncer terminal y deberá hacer frente a la muerte: "Sé que la vida es frágil y puede ser efímera –dice nuestra heroína–. Hay quienes no tienen esto que tenemos nosotros ni en cien años. Debemos aceptarlo, mi amor, y aprovechar cada instante que nos queda."
Ese instante, tan preciado, tan único de ese amor que marcará para siempre la vida de los protagonistas, recuerda a tantos otros, como el clásico de los '70 Love Story, de Erich Sega, y Bajo la misma estrella, la historia, más reciente y que los adolescentes tienen tan presente: "Gus, me has dado una eternidad en esos días contados, y por eso te estaré siempre agradecida", dice Hazel Grace, la protagonista de la novela de John Green.
Al igual que el estilo adoptado por Green, Garmendia también se vale de frases motivadoras en toda la historia, ésas que como todo gurú espera que sean marcadas, copiadas y divulgadas: "La vida es un 10% de lo que nos pasa –reflexiona en un momento Oscar– y un 90% de los que hacemos con ello."
Natalie es consciente de que para Oscar será una tarea casi imposible atravesar el dolor de su muerte, por lo que decide grabar, desde la cama del hospital, una serie de videos que lo ayudará a transitar el período de duelo. "Mi amor, te dejé diez videos en los que vas a encontrar algo así como ¿instrucciones? ¿O son misiones?", escribió en la carta que será abierta un mes después de su muerte. Con las "misiones" propuestas, Natalie intentará que Oscar sea capaz de ver lo bueno de la vida y por sobre todo, que no se cierre a la posibilidad de volver amar. Una táctica que también usó Gerry a través de las cartas que le dejó a Holly en Posdata, te amo, la novela de la escritora irlandesa Cecelia Ahern, en la que le decía: "No tengas miedo de amar, de enamorarte de nuevo. Abre tu corazón".
En este caso son videos, no son cartas, ni casetes, como los de Por trece razones , la novela de Jay Asher que trajo a las nuevas generaciones ese ritual de dejar mensajes, después de muertos.
MEA CULPA
En estos días Germán Garmendia decidió hacer una disculpa pública debido al material que se viralizó en las redes sociales, un video que realizó en 2014 y en el que hacía una serie de comentarios machistas en el canal JuegaGerman. En el video en el que se disculpa ("Todo lo que dije en esos 20 segundos es completamente asqueroso"), se permite hacer un análisis sobre sobre los cambios en la sociedad y de su propio crecimiento.
En este sentido, en su nueva novela, Garmendia toma distancia del pensamiento machista que también estuvo presente en su primer libro #ChupaELperro en el que con "humor" hacía recomendaciones para "el macho que se precie". En Di Hola, el autor muestra cierta sensibilidad y preocupación a cuestiones como la trata de personas, los amores no correspondidos y la violencia de género. Este último tema lo aborda con SinAlma, un usuario con el que chatea en las redes y con el comenzará a tener una relación de completa sinceridad. "Tú no entiendes lo que es ser un felpudo humano –escribe SinAlma–. Creer que no vales nada. Yo no pensaba en hacerle recriminaciones ni reclamos. Mi propósito era uno solo: que él me perdonase y que volviésemos a estar juntos (…). Son personas enfermas que enferman. Que te dejan en ruinas."
Es el propio Oscar que le responde a SinAlma con un contundente: "No somos héroes. Romeo y Julieta, Abelardo y Eloísa y tanto más son pura literatura. Solo historias. Deberías preocuparte en distinguir entre el amor y la obsesión."
El chatear, ese sincerarse recuerda, en cierta forma, a Tienes un email, la película con Tom Hanks y Meg Ryan y se suma a la larga lista de historias que hoy incluyen chats y mensajes que permiten mostrar lo más "verdadero" del personaje en cuestión.
Ideada para seducir, Di hola no duda en abrir un abanico de temas y personajes, sin temor a caer en el lugar común, al contrario, se abraza a cada uno de ellos y se escuda al citar a Ortega y Gasset y su clásico "lo cursi abriga".
Ping Pong
Lejos de poses y de simular ser lo que no es, Garmendia se corre del lugar de "escritor" y sin necesidad de justificar su paso a la ficción, dice: "Tuve ganas y lo hice."
- ¿Eras un buen lector de niño?
- De pequeño sólo leía lo que me decían de la escuela. No era un chico apasionado por la lectura. Cuando saqué mi primer libro #ChupaElPerro, lo hice con una historia liviana, pegada al contenido de mis videos. El proceso, me gustó y empecé a agarrarle el gustito a escribir. Tenía ganas de hacer más, de aprender.
- ¿Hiciste algún curso?
- No, soy bastante autodidacta, siempre traté de buscar lo que me interesa y aprender por mí cuenta. Comencé a leer bastante, lo más posible, descubrir historias, personajes. Me metí en las librerías a buscar libros en las secciones de Teens y YA. Así aprendí bastante sobre ritmos, de cómo se abordan los temas. Puse mucho foco en los comienzos y en los finales, porque en un momento la historia con Oscar se tornó muy oscura y quería ver de qué manera podía salir de ese lugar. Así que leí, para ver cómo los autores armaban la estructura, cómo lo resolvían.
- ¿Algún autor en particular?
- Uno que descubrí y me gustó mucho fue John Green. Pero, lo mejor que me pasó es que descubrí lo que es leer por placer. Antes leía lo que me decían en el colegio. La verdad, es que soy bastante nuevo en todo esto. Sinceramente, parte de la razón por la que hice la novela, por lo que tuve ganas de contar esa historia, es para ayudar chicos que atraviesan el mismo proceso por el pasé yo. Acá tienen una excusa para leer algo porque quieren, sin obligación. Es muy diferente leer una historia por placer, antes me resistía.
- A diferencia de tu primer libro, Di hola no lleva tu cara. ¿Buscas llegar a un público diferente al que te sigue en las redes?
- Sí, porque quiero que la gente lea el libro independientemente a que me conozca o no. Quiero que se olviden que lo escribí yo, Obviamente los que me siguen van a encontrar cosas mías en cada uno de los personajes, pero no quiero que la novela se transforme en el libro que escribió el Youtuber. Quiero que sea la novela que firmó Germán Garmendia, que uno entre a la librería y quiera comprarlo, no por mi cara, sino por lo la historia en sí.
- El prejuicio existe.
- Lo sé. Seamos sinceros, yo lo soy conmigo mismo. Sé que no tendría el respaldo de una gran editorial sino fuera el youtuber conocido. Lo sé. No voy a decirte (simula una voz de pose académica): la editorial se fijó en mí por mi talento como escritor. Sabemos que no es así. Obviamente, se me dio una gran oportunidad y uno la aprovecha e intenta hacer el mejor trabajo posible. Me tomé un año y medio en escribir. Creo que salió bien y estoy orgulloso. Puede haber muchos prejuicios y muchas personas que opinan por fuera, pero yo hago mi trabajo con pasión y me esfuerzo mucho.
- Los autores deben dejar el ego de lado para aceptar la mirada del otro, la observación de un editor, de un lector.
- Uno no puede ser el juez de su propio, eso lo aprendí con el tiempo, haciendo mis videos. Ahora trabajo con un equipo. En general soy bueno aceptando críticas, cuando ésta tiene sentido. Hace tres años, creo que hubiera sido una pesadilla. Hubo un momento en que me era difícil aceptar la mirada del otro.
- ¿La novela va a dar el salto al cine?
- Antes de ser una novela, pensé en escribir una historia para el cine, de hecho mantuve conversaciones con diferentes productores en Los Angeles. Empecé a escribir con ese objetivo, pero después me di cuenta que era necesario primero construir una historia. Si llega a pasar, veremos cómo se adapta.
- ¿Te pondrías en la piel de Oscar, el protagonista?
- Me gustaría verlo por fuera, quiero dejar el ego de lado. Si la novela es un éxito que sea por la novela, lo mismo con la película. No quiero poner mi cara por el solo hecho que funcione.