Gérard Biard: "Es totalmente idiota decir que el islam es una religión de paz"
El jefe de redacción del semanario satírico Charlie Hebdo estará este fin de semana en Buenos Aires discutiendo sobre cultura y política en el encuentro Ideas; "una religión es algo íntimo", cree
PARÍS.- Gérard Biard tiene un enemigo: el poder religioso y la instrumentalización que hace de Dios. Tiene un temor: el retroceso del laicismo en Occidente. Y una decepción: el abandono por parte de la izquierda -por intereses políticos- de los valores que defendió durante siglos. Sobre todo, la neta separación entre Estado y religión.
Mientras se prepara para viajar por primera vez a la Argentina para participar este fin de semana del encuentro Ideas, que analizará el futuro según diferentes ángulos, el jefe de redacción de Charlie Hebdo recibió a LA NACION en París.
A los 58 años, este periodista "como los de antes", sereno, afable, sólido intelectualmente e intransigente en su ideología, considera que nuestras sociedades tienen una sola opción: asumir o abdicar. "Es la única alternativa que tenemos a nuestro alcance frente al totalitarismo religioso y todo lo que trae consigo: el terrorismo y el desmoronamiento de la sociedad, la legitimación de la violencia, la sumisión ideológica, el rechazo del laicismo y de los valores democráticos", escribió cuando se cumplió un año de aquel aciago 7 de enero de 2015, cuando el grupo jihadista Estado Islámico (EI) irrumpió en la redacción del semanario satírico y segó la vida de 11 personas, entre ellas ocho redactores y dibujantes. Ateo declarado, aquel día Biard salvó paradójicamente su vida de milagro porque estaba en Londres. Desde entonces, vive custodiado, una carga que no le hace mella. "Terminás acostumbrándose. No me perturba demasiado", confiesa.
-Un tema al que tendrá que responder en Buenos Aires será "hacia dónde se encamina la cultura democrática en Occidente". ¿Qué va a contestar?
-El gran problema con la cultura democrática es la deferencia cada vez más grande que se tiene en Occidente hacia lo religioso. Esto es particularmente flagrante con el islamismo, pero también con el catolicismo. Mucho menos con el judaísmo porque, por un lado, no es una religión proselitista y, por otro, no es una religión que mire hacia lo político. No hay duda de que hoy la religión que está consagrada a lo político es el islamismo. En ese aspecto, sigue los pasos del catolicismo en su calidad de religión de ejercicio del poder.
-Pero ¿no es eso lo propio de toda gran religión?
-No de todas. El judaísmo no tiene una actitud conquistadora. No le interesa extender su poder político, mientras que las religiones conquistadoras, como el catolicismo o el islamismo, sí tienen esa voluntad. Esto plantea un problema a nivel democrático, porque cuando se hacen leyes que se apoyan en preceptos religiosos no hay posibilidad de democracia.
-¿Quién dentro del panorama político francés representaría realmente los valores de Charlie Hebdo?
-No sé. Toda la izquierda ha olvidado que la religión nunca dio derechos a nadie. Todo lo contrario. A todo eso se agrega la realidad del terrorismo islamista, que no es más que un chantaje al que uno cede. Lo que hoy se llama "el respeto a las religiones o al islam" no es otra cosa que miedo. Miedo al atentado, a la violencia. Pero ceder es mucho peor. La izquierda olvidó que peleó por el laicismo y que ese combate viene de alguna parte, existe por alguna razón.
-Ése es Gérard Biard quien habla. ¿Acaso en el seno de la redacción de Charlie Hebdo existe debate en torno a esos valores?
-No. Nosotros discutimos y hasta peleamos por numerosas cosas. Pero no sobre esto.
-¿Se puede decir que en ese combate los miembros de Charlie Hebdo se sienten solos?
-Sí. Pero estamos solos desde hace mucho. Estoy convencido de algo: si, cuando comenzó el debate de las caricaturas, en 2006, todos los diarios hubieran publicado las caricaturas de Mahoma del diario danés Jyllands-Posten, como lo hicimos nosotros, no nos hubiésemos encontrado solos, en primera línea. Incluso el 7 de enero tal vez -digo bien, tal vez- no hubiera sucedido.
-Hablemos de los reproches que suelen hacerse contra Charlie Hebdo. ¿Qué piensa usted de la portada posterior a los atentados de Barcelona, donde una camioneta se retira dejando un tendal de muertos y la leyenda dice "Islam, religión de paz? eterna"? ¿No hay una cierta amalgama ahí entre islam e islamismo?
-No. Primero porque estamos hartos de esa palabra "amalgama". Segundo, porque no puede ser que todos sigan diciendo que el islamismo no tiene nada que ver con el islam. Que yo sepa, Daech es Estado Islámico. No es el Estado sin Dios. Cuando matan, gritan "Alá Akbar" (Dios es grande).
-¿Hay que entender que el 90% de los musulmanes practicantes están a favor de la violencia de Estado Islámico?
-Obviamente que no. Pero es totalmente idiota decir que el islam es una religión de paz. Como el catolicismo. En realidad, el problema reside en lo que uno hace de la religión. En la forma en que uno lee los textos. Una religión es algo íntimo: uno cree o no cree, y no por eso se es mejor o peor. La amalgama la hacen las autoridades religiosas, que dicen a la gente que la única forma de ser mejor es creyendo y cumpliendo lo que ellos dicen.
La bandera del pensamiento
Organizado por el Ministerio de Cultura, el encuentro Ideas, Pensemos juntos el Futuro, traerá a 13 invitados internacionales que, de viernes a domingo, dialogarán con intelectuales, periodistas y jóvenes argentinos en el Centro Cultural de la Ciencia (Godoy Cruz 2270). Con inscripción previa gratuita (www.eventbrite.com.ar). Además, se podrá seguir por streaming en www.cultura.gob.ar.
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