
Galería de ladrones poco ilustres
Rostros: en la Alianza Francesa se exponen retratos de 160 delincuentes del Buenos Aires del siglo pasado, basados en un inventario carcelario realizado por Fray Mocho.
Ciento sesenta pares de ojos observan. Nunca pensaron que iban a colgar, casi orgullosos, de la pared irreprochablemente blanca de una galería, y que del otro lado de la mirada iban a estar sus posibles víctimas, los otros. Esa pared es la de la Alianza Francesa de Buenos Aires, que tendrá estos rostros hasta el 24 de octubre, y que hoy permanecerá abierta, a pesar del paro, en la sede de Córdoba 944.
Alberto Bali, pintor argentino y residente en Europa desde 1971, descubrió hace tiempo el libro "Galería de ladrones de la Capital, 1880 a 1887". Las fotografías de ese libro fueron llevadas al óleo en un trabajo que se presenta ahora con el nombre "Galería de ladrones de Buenos Aires".
Ese libro "raro, aunque no único", tiene una curiosidad más: el comisario de pesquisas que firma la edición de la imprenta del departamento de policía de la Capital, en 1887, es don José S. Alvarez, quien sería conocido más tarde como Fray Mocho.
"Son caras que se han hecho ellos mismos, a golpes". puntualiza el pintor en diálogo con La Nación, todavía seducido por las fotos.
Las caras de una época
La simpatía que siente Bali por sus retratados es auténtica y tiene una raíz comprensible: Fray Mocho los describe como personas, se detiene en ellos como lo hubiera hecho Roberto Arlt, con respeto, con camaradería y, probablemente, con admiración. "No son delincuentes como los de ahora, son hombres de cuchillo", aclara Bali. Se puede leer en sus caras el gesto violento y rápido de la mano enseñando el arma. Es el mismo movimiento físico que realiza el pintor con el pincel cuando acaricia la tela.
Son 160 retratos sin marco, que se presentan juntos, uno al lado del otro, como si los rostros que aparecen en las telas esperaran la identificación positiva de un testigo invisible. Son los rostros de un Buenos Aires orillero y marginal.
Casimiro Reyes, argentino, 49 años, soltero, es un ladrón ocasional. Es vicioso. Frecuentador de las casas de prostitución de la peor especie. Así los pintó con la letra Fray Mocho y así, como si los hubiera conocido de verdad, y no a través de las fotografías deslucidas de un libro casi perdido, como si hubiera compartido con ellos las noches y las peleas a cuchillo, los pinta en la tela Alberto Bali.