Frente al río Paraná, crece el primer Bosque de la Poesía en Rosario
Se inauguró en el Parque de la Arenera un espacio que reconoce las trayectorias de poetas locales y contemporáneos; también se colocó una placa con nombres de autores recientemente fallecidos
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LA NACIONDaniel Gigena
Desde el mes pasado, Rosario tiene dos nuevos atractivos culturales. Después de la 29ª edición del Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR), y con el auspicio de la Secretaría de Cultura y Educación y la de Ambiente y Espacio Público de la ciudad se inauguró en el Parque de la Arenera (Francia y el río) el primer Bosque de la Poesía rosarino. En el acto se rindió homenaje a catorce poetas contemporáneos mayores de 65 años, que ya tienen al pie de cada árbol su placa conmemorativa con distintas frases como esta de Jorge Isaías: “La poesía brilla debajo del barro”. Fueron homenajeados Lidia Benas, Concepción Bertone, Celia Fontán, Nora Hall, María Lanese, Florencia Lo Celso, Victoria Lovell, Jorgelina Paladini, Héctor Berenguer, Eduardo D ‘Anna, Rubén Echagüe, Rafael Ielpi, Jorge Isaías y Alejandro Pidello. Los Bosques de la Poesía, que se multiplican por el territorio nacional, fueron ideados por tres poetas: el salteño Leopoldo “Teuco” Castilla, el cordobés Aldo Parfeniuk y el chaqueño Pedro Solans.
“El Bosque de la Poesía es un homenaje que nos llena de orgullo, porque reconoce trayectorias e historias de vida, pero sobre todo se transforma en un gran legado para la ciudad -dijo el intendente Pablo Javkin a LA NACION-. Y qué mejor que hacerlo plantando árboles, plantando sueños que florecerán como símbolo de la poesía de Rosario. Estos árboles representan a cada poeta que eligió esta ciudad como un lugar para vivir, para florecer.” Según el intendente, Rosario es una ciudad llena de poesía, “de jóvenes con muchas ganas de seguir el legado de una generación que pudo transmitir su amor por el arte, la cultura, la palabra; lo vemos en acciones como el Festival Internacional de Poesía de Rosario, donde cada año celebramos la expresión y la creación, y lo vemos en cada calle y pared”. Por último, el funcionario destacó que el municipio tiene la tarea de acompañar y de apoyar “a quienes escriben poesía, así como reconocer a quienes han dedicado una gran parte de su vida a esta tarea tan sentida y noble”.
Durante el “acto de plantación” del 18 de noviembre pasado, el secretario de Cultura y Educación, Dante Taparelli, declaró que con este bosque Rosario ganaba un espacio más en la urbe frente al río Paraná y a los pies de una bandera nacional. “Aquí se atan dos destinos, porque no hay un acto más fundante y más poético que plantar un árbol”, dijo. A continuación, declaró que la plantación respondía a una consigna sin fronteras, “que va en defensa de los recursos naturales”. No son pocas las iniciativas culturales en el país que en los últimos años adhieren al activismo ecológico.
En el marco del FIPR también se colocó una placa homenaje en el pasaje Fabricio Simeoni al 1100 (entre Mitre y Sarmiento). Autoridades y familiares de poetas fallecidos en los últimos años honraron a sus seres queridos con la lectura de algunos de sus poemas en la Plaza de la Cooperación.
Si bien se indicó que el proyecto pretende hacer de ese lugar un espacio para la memoria y la poesía que trasciende los nombres, los poetas mencionados en la placa son Omar Aguiar, Rogelio Barufaldi, Jorge Alberto Bodnar, Orlando F. Calgaro, Guillermo Colussi, Sonia Contardi, Armando del Fabbro, Dora Filiau, David Fuks, Enrique Diego Gallego, Francisco Gandolfo, Edmundo García Caffarena, Daniel Giribaldi, Guillermo Ibáñez, Juan Bernardo Iturraspe, Alberto Lagunas, Horacio José Lencina, Aisick Liubaro, Lina Macho Vidal, Facundo Marull, Aldo Oliva, Héctor Roberto Paruzzo, Mirta Rosenberg, Edelweiss Serra, Armando Santillán, Rubén Sevlever, Fabricio Simeoni, Elena Siró, Fernando Toloza, Reynaldo Uribe, Beatriz Vallejos, Alberto C. Vila Ortiz, Edgardo Zotto, Hugo Padeletti, Cachilo, Gilda Di Crosta, Ulises Oliva y Clara Rebotaro.
“La memorabilia es una forma de transformar las bellas letras que están en las bibliotecas en paisaje urbano, darles un lugar a los y las poetas que se fueron antes que nosotros, donde la poesía reine. Esto es territorio de la memoria y la poesía es la memoria del amor y la belleza”, expresó Taparelli.
Un poema de David Fuks
La primavera anida en la nariz
Teníamos plátanos jóvenes
en la vereda sobre Rivadavia Nueve
y peleando pelábamos sus ramas bajas,
pulsábamos su savia
para forjar arcos y flechas rotas y sables corvos,
salvas,
al tronar de los tambores.
Ahora igual lo mismo casi
en la esquina de Gálvez y Paraguay,
enlaza violetas y cita
a las campanitas de la calle perdida,
el sosiego pasional del mburucuyá
en la enramada del ferrocarril,
el mismo olor distinta lluvia
destiñe el aire la primavera
anidan en la nariz
estrategias civiles para dar de baja
al paso marcial del tiempo.
Por Daniel Gigena
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