Fotografía argentina: cuatro exposiciones históricas en una sola muestra

Los fotógrafos Ataúlfo Pérez Aznar y Eduardo Grossman se sentaron en 1983 a una mesa, garabatearon unos nombres en un papel y fundaron un grupo que fue un mojón en la historia de la fotografía argentina: el NAF (Núcleo de Autores Fotográficos), que entre 1984 y 1989 hizo cuatro muestras. Ahora, más de treinta años después, pueden verse casi completas en la Fototeca Latinoamericana (FoLA), donde se reúnen 190 fotografías de 45 autores argentinos.

El NAF nació de charlas informales, porque la fotografía estaba atomizada y los jóvenes con mirada propia no tenían nada que los representase. Lo integraban también Enrique Abbate, Alfredo Baldo, A. Bécquer Casaballe, Hugo Gez, Eduardo Gil, Martín Glas, Juan José Guttero, Marcos López, Gianni Mestichelli, Oscar Pintor y Helen Zout. Fue uno de los gérmenes de la fotografía de autor tal y como la entiende hoy el arte contemporáneo. “El mayor aporte fue abrirse a propuestas solidarias”, dice Pérez Aznar, responsable del reencuentro, junto con Silvia Mangialardi, tras dos años de trabajo para rastrear a los miembros del grupo, encontrar negativos y volver a imprimir fotos para reunirlas otra vez en una exposición. En 1989 el grupo se disolvió, después de su gran logro: la organización de las Jornadas de fotografía Buenos Aires, en La Plata en 1988.

Las exposiciones del NAF fueron 17 fotógrafos y San Luis, realizada en 1987 tras una convivencia en esa provincia con otros fotógrafos, como Juan Travnik y Julie Weisz. Después llegó Fotones, la primera con copias de gran formato, presentada en el Centro Cultural San Martín, en la que participa la cantante Hilda Lizarazu. “Antes no se hacían copias de ese tamaño más que para los afiches de los teatros de la calle Corrientes”, recuerda Pérez Aznar. La primera del NAF, de 1986, fue la única en la que participaron todos los integrantes del grupo y sufrió censura a las 48 horas de inaugurada en el entonces Centro Cultural Las Malvinas (Florida 753, hoy Galerías Pacífico). La muestra continuó con 23 espacios vacíos, donde un cartel señalaba que las fotos faltantes estaban secuestradas. Recién un año después las fotos fueron liberadas y los autores sobreseídos. Brasil, la cuarta y última, fue la más grande, por la que llevaron en 1987 a Ouro Preto una muestra integrada por el grupo más otros 45 fotógrafos invitados, de diferentes generaciones, como Alicia D´Amico, Jorge Aguirre, Marcelo Brodsky, Ricardo Cárcova, Diego Goldberg, Adriana Lestido, RES, Dani Yako y Facundo de Zuviría.

En la Sala 1 de FoLA se ven diez fotos de cada uno de los doce autores del grupo, un conjunto original y descarnado de desnudos y retratos inquietantes, en pleno destape de los 80 y con el clima de revuelta en todos los sentidos. Siempre exponían de a diez fotos porque entendían que era la unidad mínima para captar la visión de un autor. Es La primera del NAF en todo su esplendor. Gil, Zout y López miraron lo que ocurría en los hospitales psiquiátricos, donde estaba prohibido ingresar durante la Dictadura con una cámara. Están también aquellos 23 desnudos secuestrados, disruptivos para la época: los retratos que Abbate le saca a su hija pequeña, las fotos de Mestichelli, donde juega con la Compañía Argentina de Mimo –imágenes que remiten al pasado reciente, con cuerpos amontonados, ojos vendados, documentos en mano–, y los de Pérez Aznar que son retratos sin ropa de gente en su casa que mira a la cámara sin ningún tapujo. Están más desnudos que desnudos. “La gente asume sus desnudos, yo soy el intérprete. Juegan su rol. Causaron revuelo porque hasta entonces no se aceptaban imágenes de genitales, menos todavía de los masculinos”, recuerda Aznar. En el conjunto, hay también paisajes interiores de Oscar Pintor, y exteriores de Barcelona de Martín Glas, y retratos de personajes, como el del joven Guillermo Kuitca de ojos cerrados, de Alfredo Baldo.

Está en una vitrina ese papelito en el que empezó todo, con aquella lista de nombres que anotaron en La Plata, junto al manifiesto, las notas periodísticas que dan cuenta de su novedad y las crónicas policiales de clausura de la muestra de los desnudos denunciados por “obscenos”. Los identificaba un espíritu colectivo, la efervescencia de la democracia recién recuperada y la preocupación por insertarse en el conjunto de la fotografía latinoamericana. Tenían fotos y muestras, pero necesitaban unirse para poder salir a América Latina y generar actividades colectivas. Miradas, temáticas y estéticas totalmente diversas, y el objetivo común de abrir camino para la disciplina. Se paraban en las antípodas de la mirada europeizante y el esteticismo del Fotoclub: “Entendíamos la fotografía como medio de expresión. Cuando abrí la primera galería especializada en fotografía, Omega, en 1980, fue porque no había dónde mostrar nuestros trabajos”, dice Pérez Aznar. Ese año, también se fundó el Consejo Argentino de Fotografía, con Sara Facio a la cabeza. Desde entonces, y hasta ahora, Pérez Aznar brega por la creación de un Instituto Nacional de Fotografía.

Entre el año 84 y el 88 el NAF se reunió semanalmente para desarrollar una labor crítica y autocrítica de la fotografía argentina. Se reunían en el estudio de Enrique Abbate, en la calle Reconquista al 800, y compartían sus trabajos, intercambiaban opiniones, sumaban miradas. Decía su manifiesto: “El Núcleo concibe una propuesta comunitaria, porque entendemos que el esfuerzo solidario es la mejor garantía para alcanzar los objetivos que nos proponemos, y que la fotografía como expresión resulte definitivamente incorporada como una de las más auténticas artes visuales”. Aznar no sólo fue el impulsor de este rescate de memorias de la fotografía, sino que también trabaja en reunir el legado del NAF en un libro. Mediante la Ley de Mecenazgo logró los fondos para diseñarlo completamente (una copia puede verse en FoLA y es posible reservar un ejemplar). Esperan conseguir un sponsor para poder imprimirlo. Un paso más para escribir la historia local de la fotografía.

Para agendar

La muestra NAF. Núcleo de Autores Fotográficos se puede visitar hasta el 6 de junio en FOLA, Godoy Cruz 2626, CABA, con cita previa https://fola.com.ar/

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