"Mundo propio" es el nombre de una muestra antológica que reúne trabajos que van de 1927 a 1962; la ciudad, protagonista
Con los nombres de las muestras pasa lo mismo que con los nombres propios: una vez que ocurren, no pueden ser sino lo que son. Cuando Facundo de Zuviría optó por "Mundo propio" para la muestra que abre el viernes en el Malba sabía lo que hacía. Saludaba a la figura tutelar de la fotografía moderna en estas costas (y en muchas otras): Horacio Coppola, 1927 es el origen de todo. Y el final (¿de todo?) es 1962. Coppola toma una foto del cajón de su escritorio y la llama "Mundo propio". Nuestros clásicos del "instante" (igual con Grete Stern y Sameer Makarius, todos presentes en la muestra) tuvieron su instante proustiano (la profundidad de campo temporal es, avant la lettre, la marca de Proust). Leamos al maestro: "A tu derecha ha quedado abierto el cuarto cajón, el último: has olvidado el porqué. Ahora tu mirada desciende, vertical, recorre las tres manijas de los cajones superiores, cerrados. Se te ocurre: ?Muro de tres pisos'. Y te sorprende, vista aérea, el espacio rectangular abierto como un patio. [...] Sí, 'patio de los recuerdos'". El pasado, por un lado, y el hombre que publicaba sus fotos en la revista Sur, colmo de lo moderno.
Cuatro fotógrafos de LA NACION se asomaron a la imaginación (sí, el fotógrafo imagina) de 25 maestros y eligieron uno cada uno. Quienes saben mirar miran a quienes supieron mirar. Esta exposición es antológica en el doble sentido: reúne lo distinto, y persiste.
- Toldos, Horacio Coppola
Esta fotografía es un claro ejemplo de lenguaje "moderno" como oposición a lo pictórico o documental. Podría ser un buen ejercicio, aunque algo difícil, imaginar qué podría pensar alguien, en el contexto visual de la década del 30, al ver una obra tan innovadora como la de los Toldos de Coppola, uno de los fotógrafos argentinos pioneros en este estilo. ¿Le habrá gustado al espectador? La imagen, intencionalmente desprolija, con luces, sombras, cables, espacios vacíos; la composición, con objetos en planos diferentes que se funden en una única forma geométrica; la vista del cielo, a través de los toldos, es una mirada distinta de la ciudad. La foto, parte de un recorrido de tres décadas entre autores muy conocidos y otros que necesitaban ser reivindicados, es una invitación a viajar a la era moderna. Julián Bongiovanni
- Mataderos, Grete Stern
Cuando se aborda la obra de Grete Stern (Alemania 1904, Buenos Aires 1999), es imposible no hacer referencia a la serie de collages fotográficos de "Los sueños", encargada por la revista Idilio (dirigida al ama de casa), entre los años 1948 y 1951, para ilustrar la página dedicada a consultas de lectoras en una sección llamada "El psicoanálisis le ayudará". Pero esta fotografía de una aparente y apacible simplicidad formal, es una toma directa sin intervenciones y retoques, donde el surrealismo o, mejor, una suerte de metafísica suburbana, permiten imaginarse, incluso fantasear, sobre el pensamiento de la fotógrafa y su mirada hacia una búsqueda personal, quizá no tan paradójica con la de "Los sueños" y que esa "realidad" que se ve y puede encuadrarse, casi siempre también es un simple artificio. Dante Cosenza
- Gradas, Ricardo Sansó
Hace más de veinticinco años, mientras revisaba la biblioteca de Adriana Lestido, descubrí un libro que cambió la dirección de mi propia obra. Entre tantas maravillas, me llamó la atención una edición de André Kertész, un fotógrafo húngaro, maestro de la estética poco convencional. En esta hermosa muestra que se exhibe en el Malba, sentí algo similar al descubrir la obra casi desconocida para mi de Ricardo Sansó. Lo moderno de su fotografía explica su poco reconocimiento. Cuentan que todavía a mediados de los 80 recorría las inauguraciones con su Leica colgada del cuello. Gracias a la curaduría de De Zuviría, conocemos la poética formal y el sentido de sus fotos lo reivindican como otro de nuestros grandes. Está en la lista de imperdibles y rescatados en esta muestra que da gusto recorrer de punta a punta.
- Nocturno en Buenos Aires, Juan Di Sandro
Juan Di Sandro (1898-1988) fue un fotógrafo que nació en Italia y emigró a Buenos Aires a los doce años. A los 16, inició su camino en la fotografía como aprendiz con Palestrini en el diario LA NACION, donde trabajó hasta el año 1977.
En esta obra, cuya lectura nos transmite en profundidad la mirada del autor ante el escenario de un barrio porteño –tan evidentemente porteño– de la década de 1940, los adoquines, las sombras y vías del tranvía, en su apogeo entonces, se funden en el horizonte.
El colectivo estacionado que apenas asoma, las fachadas en perfecta fuga de las casas.
Son esas luces que a contraluz juegan una puesta en escena de una simplicidad y belleza singular, irrepetible. Daniel Pessah
Conferencia
Apertura de la exposición
La muestra "Mundo propio. Fotografía moderna argentina 1927-1962" se podrá visitar desde el viernes 22 hasta el 9 de junio en la sala 5, de jueves a lunes, de 12 a 20, y miércoles de 12 a 21
Conferencia inaugural
El curador, Facundo de Zuviría, dará la charla inaugural mañana, a las 19, en la sala 5 del segundo nivel de Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415). El fotógrafa dialogará con Victoria Giraudo
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