Filosofía en movimiento: el Ballet Folklórico Nacional interpreta las preguntas de “Mentira la verdad”
La nueva temporada del ciclo que conduce Darío Sztajnszrajber estará dedicado al cuerpo y, con coreografías de Damián Malvacio, lleva al programa al terreno del videodanza documental
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“Yo sólo creería en un dios que supiera bailar” advierte Friedrich Nietzsche en la quinta temporada de Mentira la Verdad, el regreso de Darío Sztajnszrajber a la pantalla de Canal Encuentro para esta vez hacer filosofía más allá de las palabras. “¿Tengo un cuerpo o soy un cuerpo?” se pregunta el filósofo mientras emerge de un magma de torsos desnudos en el hall de un aeropuerto.
Con coreografías de Damián Malvacio, esta nueva temporada del ciclo contará con 8 capítulos de 15 minutos en los que Sztajnszrajber despliega muchas más preguntas que respuestas, junto a doce intérpretes del Ballet Folklórico Nacional.
Con un tratamiento de videodanza documental, en cada episodio se deconstruirá una temática filosófica como en las temporadas anteriores. Ahora el foco estará puesto en el cuerpo, el colapso, el post amor, lo contemporáneo, la vocación, la posverdad, lo animal y la deconstrucción en sí misma.
El coreógrafo Damián Malvacio quien también codirige el Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín, ya había trabajado con Mulata Films para el telefilm Grooming. En Mentira la verdad fue el encargado de traducir al movimiento las explicaciones de Sztajnszrajber, para que se vieran abordadas tanto desde la palabra como desde los cuerpos. “En algunos episodios, las coreografías grafican lo que Darío está diciendo, en otros, lo enmarca y en otros lo potencia –señala Malvacio-. Lo animal traté de graficarlo desdibujando el límite con lo humano. Entonces aparecen cuerpos que uno podría asociar a alguna especie, sin ser específico, para que cada uno se imagine lo que quiera”.
Usando como locaciones una fábrica abandonada, un campo abierto, un establo, un teatro, un Palacio de principios del siglo XX y un aeropuerto, cada episodio fue filmado en un plano secuencia de quince minutos. Como las cámaras nunca se apagaban, a Malvacio le tocó coreografiar también la dinámica de los equipos técnicos en el espacio, usando la voz de Sztajnszrajber como si fuera música. A veces se sostenían con otras músicas, más argentinas, más electrónicas o más pop. Lo que también reducía el margen de error.
El Ballet Folklórico Nacional, guardián del patrimonio dancístico de El Chúcharo y Norma Viola, no tiene tan desarrollada la práctica de trabajar con coreógrafos externos. De modo que el desafío de participar en este proyecto televisivo era doble. Se presentaron a una convocatoria interna, a través de unos videos y de esa selección surgió un conjunto de 12 integrantes: Alexis Bogado, Sabrina Castaño, Bárbara Contreras, Alexis Ledesma, Jimena Moar, Hernán Nocioni, Camila Pina, Mariángeles Regiardo, Federico Santucho, Darío Sosa, Juan Manuel Visetti y Jimena Visetti Herrera. “Todos fueron muy permeables, porosos a lo que yo les proponía –cuenta Malvacio–. Los bailarines del folklórico tienen entrenamiento en técnica contemporánea y de ballet. Y toda esa formación es visible”.
El diseño del movimiento no se basó en danzas nativas, pero se nota en los cuerpos. Hay algo del torso abierto a la inmensidad, alguna manera de abrazarse o acariciar la tierra con los pies. “Algunos capítulos tienen un poquito más de técnica contemporánea -detalla Malvacio–, pero en el caso del ‘pos amor’ traté de respetar algunas formaciones de danzas folclóricas”.
Damián Malvacio, que nació hace 33 años en La Paz, Entre Ríos, vio por primera vez al Ballet Folklórico Nacional en una Bienal en el Chaco y se prometió alguna vez formar parte. “Nunca tuve el deseo de integrar una compañía, siempre fui como un pájaro libre -advierte-, sin embargo algo me deslumbró del Ballet Folklórico Nacional: funciona como una familia, tienen una mística muy bella. Y eso permite empezar el trabajo diez casilleros adelante. Lo que hacía falta ahora, era que yo me integrara y fuera parte de esa familia. O por lo menos que me recibieran como a un familiar lejano que vino a pasar las vacaciones con ellos”.
El otro viaje familiar de Damián Malvacio sigue con las funciones de Vivir vende, que próximamente se va de gira por Francia y España. Pero también hay sueños de convertir esta producción de Canal Encuentro en otra cosa. “A mí me encantaría hacer una obra en vivo con El Folklórico, en estos términos de Mentira la verdad o agarrar un capítulo y hacerlo obra escénica. Yo sólo lanzo los deseos al aire y en algún momento eso volverá”.
Por ahora lo que la audiencia podrá disfrutar es esta secuencia semanal de pensamiento en movimiento. Tanto cuidado de los detalles dio por resultado un producto profundamente bello a nivel visual. Pero los temas que trata el programa llevan a una reflexión, muchas veces dolorosa. Bailan bellamente algo que duele. Y la palabra belleza queda rara. Tendríamos que inventarse otra para usar en estos casos. Esa puede ser una reflexión para la próxima temporada.
Para agendar
Mentira la verdad. Filosofía con el cuerpo. Con Darío Sztajnszrajber y el Ballet Folklórico Nacional. Estreno especial del primer episodio, hoy, a las 17. Desde el 4 de mayo, todos los miércoles, a las 22, por Canal Encuentro.
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