Filmografías truncas: lo que no vemos
Los cines argentinos no tienen noticias de los hermanos Taviani, a quienes dedicamos la nota de tapa, desde el estreno de Tú ríes, hace más de diez años. Se supone que algún distribuidor traerá Cesare deve morire, porque acaba de ganar el Oso de Oro en Berlín, pero entre ambos films hubo otros tres, desconocidos para nuestro público. Cosas parecidas ocurren con otros directores excelentes. Se habló mucho de Sol ardiente, pero después (misterio) quedaron sin exhibición al menos otras dos grandes obras de Nikita Mijalkov: El barbero de Siberia (1998) y 12 (2007). Del director de Amadeus, Milos Forman, pasó muy fugazmente Los fantasmas de Goya (2007) y nunca se estrenó Un paseo bien pagado (2009). Del maestro australiano Peter Weir, muy popular por La sociedad de los poetas muertos y The Truman Show, no vimos Camino a la libertad (2010). Afortunadamente, se estrenó en 2003 El arca rusa, de Aleksandr Sokurov, pero entre los muchos títulos de este realizador perdidos para el público local figuran sus retratos de Hitler (Moloch, 1999) y de Lenin (Taurus, 2000), además de Aleksandra (2007), Fausto (2011) y Dos hermanos y una hermana (2011). Como se ve, pasan cosas muy raras en la cartelera.