Basadas en acontecimientos del pasado, rescatan los aspectos menos conocidos de grandes personajes y constituyen un boom editorial en tiempo presente; la tradición del género en la literatura y la mirada del cine y las series, en una edición que viaja a través de los siglos
Una sensación compartida en este peculiar 2020 es que la crisis que nos tocó atravesar quedará registrada como un gran hito en la historia. Más allá de los libros alrededor de la pandemia que salieron y saldrán a corto y mediano plazo, los manuales escolares venideros explicarán que hubo un año en el que el mundo se detuvo; no se podía salir sin barbijo ni darse un beso o un abrazo. Y así como en el pasado se escribieron cuentos y novelas sobre pestes y epidemias, los lectores del futuro se deleitarán con ficciones inspiradas en nuestro incierto presente.
Mientras esos relatos toman forma, miles y miles de lectores eligen el género de la novela histórica para poblar sus bibliotecas. En medio de la grave situación que atraviesa el sector, los títulos de ficción histórica de autores locales como Jorge Fernández Díaz, Florencia Canale, Gloria Casañas, Florencia Bonelli y Viviana Rivero constituyen un fenómeno con características propias. La principal: tienen un público fiel que los sigue en cualquier contexto socioeconómico. Durante la cuarentena, se volcaron también a los ebooks, audiolibros y podcasts con las voces de sus escritores favoritos.
El fenómeno más reciente es La libertina, novela de Canale sobre Madame Périchon, que fue espía en el Virreinato del Río de la Plata: la primera edición se agotó a los pocos días y ya salió la segunda. Entre sus nueve novelas, ambientadas en la época colonial y en las que retrata la vida de próceres como Rosas y Urquiza, lleva vendidos más de 150.000 ejemplares. Según datos del Grupo Planeta, que publica sus libros desde 2011, es la autora de novela histórica más vendida del país. La primera, Pasión y traición, en la que cuenta los amores de Remedios de Escalada de San Martín, ya tiene once ediciones.
Una clave de la atracción que causan las ficciones históricas reside en ese provechoso cruce que establece con las novelas románticas: relaciones prohibidas, infidelidades, celos, traiciones
La vida íntima (o el lado desconocido) de los próceres es un foco que atrae, sin duda, a miles de lectores. Un caso emblemático es La logia de Cádiz, de Fernández Díaz, sobre José de San Martín, que desde 2008 vendió 60.000 ejemplares. En 2020, con el doble aniversario de Manuel Belgrano (se cumplieron 250 años del nacimiento y 200 de su muerte), salieron biografías, cuentos para chicos, historietas y, también, novelas históricas. La más reciente, La reina. El gran sueño de Manuel Belgrano, de Gabriela Saidon, en menos de un mes vendió más de 1500 ejemplares.
Una clave de la atracción que causan las ficciones históricas reside en ese provechoso cruce que establece con las novelas románticas: relaciones prohibidas, infidelidades, celos, traiciones son terrenos fértiles para la narrativa y, cuando transcurren en épocas remotas, la fórmula (en la mayoría de los casos) no falla. No es casual que ese nicho editorial tan atractivo tenga grandes figuras y festival propio: Historias que Enamoran, organizado por Penguin Random House, que tuvo hace pocos días una tercera edición, esta vez virtual. Entre las best sellers se destaca, de lejos, Bonelli. Según PRH, vendió más de tres millones de ejemplares entre todos sus libros: entre ellos, Me llaman Artemio Furia, que transcurre en la Revolución de Mayo.
Los editores y libreros coinciden: cuantos más secretos parecen haber guardado ciertos personajes en la vida real, más atracción causan en las ficciones. Un caso contundente es la pareja de Eva y Juan Domingo Perón, protagonistas del último libro de Cynthia Wila, Eva y Juan, una historia de amor y pasión basada en una investigación periodística. Ya vendió 8000 ejemplares. Otra pareja que atrae gran curiosidad es la que formaron Max Mallowan y Agatha Christie, después del divorcio de la escritora. En Huellas en el desierto, Gabriela Margall cuenta la trastienda del romance que nació en un viaje a Oriente.
Uno de los libros más vendidos durante la cuarentena fue El alma de las flores, de Rivero. Finalista del Premio Planeta de Novela 2019, narra una historia de amor e inmigración, con un siglo de diferencia. Entre sus diez títulos, Rivero vendió más de un millón y medio de ejemplares.
El fenómeno no es solo local: en España, arrasan las épicas de Arturo Pérez-Reverte. La más reciente, Línea de fuego, reconstruye la batalla del Ebro a través de un grupo de mujeres. Y son ellas, precisamente, las que devoran estas historias: según datos del sector editorial, de cada diez compradores de novelas históricas y románticas nueve son mujeres de entre 36 y 65 años.
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