Ferrari ganó el León de Oro
El jurado destacó "su actitud ética y su relevancia estética"
Ayer fue un gran día para el arte argentino y de merecido reconocimiento para León Ferrari, quien recibió el León de Oro de Venecia por sus obras exhibidas en la 52a. edición de la Bienal, seleccionadas por el curador general Robert Storr.
Al entregarle el máximo galardón para un artista participante del pabellón internacional, el jurado consideró la obra de Ferrari como "uno de los pocos ejemplos de una carrera larga y sustancial" y destacó que "ha sostenido una práctica crítica en el contexto de una situación política y social usualmente antagónica. León Ferrari recibe este premio no solamente por su actitud ética y por su compromiso político, sino también por una relevancia estética contemporánea inesperada, en una práctica que se extiende por seis décadas".
Visiblemente emocionado, a los 86 años, Ferrari recibió su León de Oro acompañado por Alicia, su mujer de toda la vida, su hijo Pablo, sus nietos Carlo y Paloma, y la curadora argentina Victoria Noorthoorn, que colaboró en la selección y traslado de las obras, entre ellas Civilización occidental y cristiana , una de las más fotografiadas de la Bienal, que muestra a Cristo inmolado en un avión que cae en picada.
Retrospectiva
Esta pieza, creada en 1965, revela el poder anticipatorio del arte y la fortaleza de esa mirada crítica y cuestionadora que le costó a Ferrari el cierre de su muestra en la sala Cronopios de Recoleta en 2004, y ayer lo hizo acreedor del máximo galardón al que puede aspirar un artista.
La selección incluida en los Arsenales tenía carácter retrospectivo, con el acento puesto en los grandes momentos de su producción: desde las ácidas intervenciones de las portadas del L Osservatore Romano , hasta sus recientes esculturas de poliuretano expandido presentadas en arteBA 2007. Nacido en 1920, hijo de un arquitecto constructor de iglesias, León Ferrari es un poeta del arte conceptual y una figura de culto entre las nuevas generaciones. En 1976 se exilió en Brasil, adonde regresó en 2003, seleccionado por Adriana Rosenberg para la Bienal de Porto Alegre.
Es probable que anoche haya celebrado su León de Oro en familia, comiendo rissoto en una pequeña trattoria del Lido de Venecia. Esta cronista tuvo el privilegio de compartir con León y Alicia algunos viajes en el vaporetto , entre el Lido y la estación de los Giardini, sede de la bienal. Con su pelo blanco y la enorme sonrisa de chico travieso, aceptaba con modestia los halagos de la crítica.
El jurado distinguió también la trayectoria del africano Malick Sidibé; al historiador Benjamin Buchloh; al Pabellón de Lituania; a Andreas Fogarasi, de Austria, por el mejor envío nacional; a Emily Jacir, de Jordania, como mejor artista menor de 40 años, y con mención de honor al búlgaro Nedko Solakov.