Feria del Libro: pese a la coyuntura, los expositores pelean por un “empate” con la edición récord del año pasado
Tras un segundo fin de semana con mucha gente en la Rural, las editoriales miden ejemplar por ejemplar sus resultados; todavía falta una semana para la meta
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Transcurridos los diez primeros días de la Feria del Libro porteña (son diecinueve), los organizadores y expositores pelean “ejemplar a ejemplar” para lograr un empate con la exitosa edición de 2022, que se dio en un contexto socioeconómico más favorable que el actual y luego de dos años de suspensión por la pandemia. Queda claro que las presentaciones y firmas de autores en salas y stands impulsan las ventas. También hace un diferencia llegar a la Rural con novedades editoriales. Muchos de los expositores consultados indicaron a LA NACION que con las ventas de ejemplares a libreros durante las jornadas profesionales y a bibliotecarios de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (de viernes a domingo) al 50% del valor comercial y en efectivo habían solventado los costos del stand.
A una semana del final, el presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, informó que la cantidad de público era “un poquito” inferior a la de la edición anterior en el mismo lapso. “Estamos muy conformes, porque el año pasado fue realmente increíble; un récord histórico -sostiene-. Pero estamos muy por arriba de la edición de 2018 y 2019. Creemos que vamos a consolidar un público nuevo que llegó a la Feria el año pasado, el público joven. Este fin de semana ‘colapsó’ el estacionamiento por la cantidad de visitantes y tuvimos que buscar opciones en estacionamientos cercanos. Y en ventas se estarían repitiendo los números del año pasado, en unidades”.
Contar con un stand en el Pabellón Verde tiene sus privilegios (y sus costos). Allí se encuentran los de Penguin Random House (PRH) y Grupo Planeta, con sus enjambres de vendedores uniformados y torres de libros.
Valeria Fernández Naya, directora de Marketing y Comunicación de PRH, comparte con LA NACION algunas impresiones. “Si bien no tenemos información oficial, la percepción es de mayor concurrencia en jornadas profesionales y luego, salvo en los grandes actos de autores que hemos traído, notamos menos cantidad de gente que el año pasado cuando estábamos saliendo del confinamiento”. No obstante, las ventas del megagrupo se ubican “un poquito por encima del año pasado en unidades”. “No sabemos si ese crecimiento se va a sostener, ojalá que así sea y que los lectores sigan visitando la Feria y celebrando los libros”, concluye. Los libros más vendidos de PRH son Miseria, segunda novela de Dolores Reyes (la primera, Cometierra, de Sigilo, es una de las más vendidas en el stand de Carbono), Pasión por el fútbol, del arquero de la victoriosa selección argentina de fútbol, Dibu Martínez; El tiempo de las moscas, de Claudia Piñeiro; Cómo (no) escribí nuestra historia, de Elísabet Benavent, y El poder de las palabras, de Mariano Sigman.
Grupo Planeta informó que había una paridad en las ventas de ejemplares respecto de 2022. Los best sellers planetarios de esta edición son Apia de Roma, de Viviana Rivero; La tercera, de Alejandro Wall y Gastón Edul; La Gioconda y Leonardo, del doctor Daniel López Rosetti; El nudo, de Carlos Pagni, y Blanca, la niña que quería volar, de Benjamín Vicuña.
“La impresión es que podemos terminar la Feria igual que el año pasado o un poquito más arriba y eso es excelente”, dice Fernando Fagnani, vicepresidente de Riverside Agency, donde se venden muy bien las novedades de Hernán Díaz (flamante ganador del Pulitzer por su segunda novela, Fortuna), Alejandro Zambra y Maggie O’Farrell (siguen en el top five del stand 820 del Pabellón Verde los libros de Mariana Enriquez). Guido Indij, gerente de Asunto Impreso (que agrupa libros de Interzona, La Marca, Marea y Factotum, entre otros sellos), revela que las ventas son buenas. “Estamos haciendo más facturas -detalla-. Los tickets son más chicos, pero repuntaron mucho Mariposa Teknicolor, con ilustraciones de Eva Mastrogiulio, que se subió a la ‘fitoneta’, y dos novedades de Marea: La fiesta más grande del mundo, con las mejores crónicas del Mundial compiladas por Cecilia González, y El nunca más de las locas, crónica de la comunidad LGBT durante la última dictadura, de Matías Máximo”.
“La primera semana no fue buena, vimos bastante menos gente circulando que el año pasado -señala Vanesa Hernández, directora editorial de La Crujía-. Viernes, sábado y domingo repuntó mucho. Hoy estamos un 2% abajo de la edición anterior en cantidad de ejemplares vendidos. Nos fue mejor que el año pasado con Conabip; los bibliotecarios buscaron y se llevaron los títulos de narrativa”. Entre los más vendidos en el stand 817 del Pabellón Verde figuran Lectores rebeldes y razones por las que leer vale la pena, de Graciela Bialet; Nada sucede dos veces, de Pablo Perantuono, y Filosofar desde la infancia, Florencia Sichel. El best seller del sello sigue siendo Cuentos adaptados, de Verónica Maggio.
“Me encantaría poder decir que las ventas son superlativas como las del año pasado -observa Marcela Luza, directora editorial de El Ateneo-. Claramente, la situación económica es otra y se nota en las conductas de la gente que elige, pide descuentos, aprovecha las promociones bancarias y compra de manera muy racional. Afortunadamente, previmos la situación y organizamos diversas actividades en el stand para atraer público. También preparamos varias promociones para que todos los que llegan se puedan llevar algo. Lo cierto es que hay un dato preocupante que atraviesa a toda la industria: aunque lleguemos a los presupuestos a causa de la inflación, la cantidad de ejemplares que se venden viene decreciendo desde hace años y 2023 no es la excepción”. Entre los más buscados en el renovado stand de El Ateneo figuran Nunca te olvidé, de Fernanda Pérez; La vida después del reseteo, de Facundo Pereyra, y Soy dueña de mi vida, de Helena Estrada.
La literatura juvenil hace crecer las ventas. “Los dos títulos más vendidos en lo que va desde la apertura de la Feria son Radio Silencio y Solitario, ambos de Alice Oseman, la autora de la novela gráfica Heartstopper -dice a este diario Samantha Dambrosio, gerenta comercial de VR Editoras-. El sello juvenil es el más importante para la editorial. En promedio, los lectores se llevan entre dos y tres títulos porque desean completar las sagas, siempre que puedan. Estamos muy contentos por cómo nos está yendo en esta edición. Al estar en el Pabellón Verde, pusimos mucho empeño en nuestra visibilidad, en nuestra gráfica; hemos agregado un entrepiso de prensa y un selfie point, que tiene inteligencia artificial que cruza datos de la novela gráfica Heartstopper con los rasgos de la persona que se saca la selfie; inmediatamente, se puede descargar un código QR y la persona se lleva la experiencia en su celular”.
Carlos Díaz, gerente editorial de Siglo XXI, reconoce que el inicio de la Feria fue para este sello “bastante mejor” de lo que esperaban en medio de la complicada coyuntura económica. “La Feria de 2022 fue inesperadamente buena, así que nos estamos comparando con un año bueno -dice-. Hoy estamos un 3% abajo en ejemplares y lo consideramos un resultado excelente. Ojalá podamos mantener estos números en el tramo final. Como veíamos que la cosa venía mal, pusimos seis cuotas sin interés, que todo el mundo está agarrando; tenemos una mesa de ofertas espectacular, hacemos promociones, regalamos bolsas, stickers, señaladores, afiches con textos de Eduardo Galeano. Es emocionante la reacción de la gente que va, busca, hace números y se las ingenia para llevarse los libros que quiere. La sociedad argentina es muy especial, muy luchadora y entusiasta, a pesar de todo lo que le toca padecer”.
En el stand de Galerna en el Pabellón Verde (1010), los libros más vendidos son novedades: Amorosamente de Pata Liberati, La divina lengua de Mariano Magnifico, Condenada de Sofía Caram y Mucho más que humanos de Marcos Apud. “Comparativamente con las cifras de 2022, creemos que las de este año no superarán las del año pasado -anuncia Carolina Di Bella, gerenta editorial del sello-. Los primeros días, incluida la Noche de la Feria, posiblemente por tratarse de fin de mes sumado esto a un feriado largo, advertimos menos cantidad de público. Ya en los primeros días de mayo, la afluencia de público se incrementó, por lo que seguimos optimistas de cara a los resultados de esta edición”.
Según dice a LA NACION el director editorial de Prometeo, Raúl Carioli, la venta de ejemplares en su stand es buena. “A diferencia de otros años en que uno o dos títulos bastaban para garantizar las ventas, ahora se vende todo el catálogo -dice-. Los más vendidos son, como pasa desde hace años, los libros sobre temas de género y feminismo, de autoras como Rita Segato y Esther Pineda G., los cuatro volúmenes de Nueva historia de las mujeres en Argentina, a cargo de Débora D’Antonio y Valeria Silvina Pita, y Nueva York gay, de George Chauncey”.
“Pese al contexto económico tan complejo y la disparada del dólar paralelo en plenas jornadas profesionales, tuvimos una buena primera semana -dice Leonora Djament, directora editorial de Eterna Cadencia (stand colectivo Los Siete Logos, en el Pabellón Amarillo)-. Libreros, distribuidores y bibliotecarios de Conabip vinieron a la Feria con mucho entusiasmo al igual que los lectores que, pese a la recesión generalizada, están aprovechando para comprar libros. Todavía falta varios días para que termine, así que estamos atentos a cómo siga todo”. Los libros más vendidos de Eterna Cadencia son La paciencia del agua sobre cada piedra de Alejandra Kamiya, Una música de Hernán Ronsino (que ganó el Premio de la Crítica que otorga la Feria) y La vida no es útil de Ailton Krenak, el primer libro de la serie Pluriversos. En el mismo stand, se encuentran los catálogos de Caja Negra, Adriana Hidalgo, Beatriz Viterbo, Mardulce, Katz y Criatura.
Desde el stand que comparten Ampersand, El Hilo de Ariadna y La Bestia Equilátera en el Pabellón Amarillo (1917) describen así la situación ferial: “Bastante gente, pero muy dubitativa a la hora de elegir; hay muchas consultas por promociones y descuentos”. De Ampersand “salen” mucho los títulos de la serie Lector&es (con la firma de Alan Pauls, Sylvia Molloy, Jorge Monteleone y Margo Glantz, entre otros); de El Hilo de Ariadna, las obras de Carl Jung y del Nobel de Literatura J. M. Coetzee, y de La Bestia Equilátera, otra encantadora historia de Elizabeth Taylor (Una corona de rosas) y las “joyas del terror” de Michael McDowell.
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