Feria del Libro: la biografía de Milei convocó a libertarios con un discurso sobre la “batalla cultural”
Nicolás Márquez y Marcelo Duclos presentaron el libro que retrata al Presidente como el líder de una “revolución” y de un “cambio de época”; hubo figuras del oficialismo y los autores firmaron ejemplares afuera de la Rural
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Aunque a último momento se decidió cambiar de sala (de la Julio Cortázar a la más grande de La Rural, la José Hernández, con capacidad para mil personas sentadas) para la presentación de la biografía Milei, la revolución que no vieron venir (Hojas del Sur), del abogado Nicolás Márquez y el politólogo Marcelo Duclos, la asistencia no fue tan masiva ni efervescente como se esperaba. Al menos un cuarto de la sala quedó vacío, pese a que desde las 20 el ingreso en la Feria era gratuito.
Descartada la presencia de Javier Milei, el acto convocó a diputados de La Libertad Avanza como Bertie Benegas Lynch y Lilia Lemoine, asesores y simpatizantes del oficialismo, entre ellos, muchos jóvenes que llevaban sus ejemplares. “Es muy bueno el libro, muy entretenido, más que los de Milei que son muy técnicos”, dijo Walter Fernández a este diario. El libro incluye fragmentos de una entrevista al primer mandatario hecha en la Quinta Presidencial de Olivos.
Se repartieron números para la firma de ejemplares, que se hizo después del acto, del que participó el asesor presidencial Miguel Boggiano. Como la charla terminó sobre la hora del cierre de la Feria, cerca de las 22, las firmas se hicieron fuera del predio, sobre la calle Juncal.
También estuvieron presentes el influencer libertario Emmanuel Danann, el tiktoker Iñaki Gutiérrez y el escritor Juan Bautista Yofre, cuya labor en la “batalla cultural” fue reconocida por Márquez. Los autores reivindicaron al empresario de medios y periodista Vicente Massot y al economista Martín Krause.
Desde su publicación a finales de abril, la biografía (que cuenta con el beneplácito de Milei), se convirtió en un best seller, con más de quince mil ejemplares vendidos. Más que la presentación de un libro, el encuentro quedó a mitad de camino entre una charla “académica” y un acto de apoyo sin fisuras al Gobierno. Márquez lanzó un llamado a los asistentes: “Va a haber que aguantar una crisis de proporciones”, anticipó el coautor, que también habló de la repercusión que tuvieron sus declaraciones en el programa radial de Ernesto Tenembaum. “Querían convertirme en un meme pero no me entró ninguna bala”, dijo.
Consultado sobre si los dichos de Márquez en Radio con Vos sobre la homosexualidad, que muchos consideraron injuriantes y al borde del “discurso de odio” (no así el escritor Jaime Bayly), habían opacado la difusión de la biografía, el editor Andrés Mego dijo que la demanda del libro seguía siendo sostenida. “Tuve que mandar a imprimir diez mil ejemplares más -señaló-. A Márquez ya lo conocemos, es muy de derecha y tiene varios libros publicados. Pero Duclos, que también va a ir al programa de Tenembaum, piensa distinto de él. Es lo bueno que tienen ellos, que no están de acuerdo en todo”. LA NACION pudo saber que entre los coautores hubo un intercambio de opiniones.
Según Mego, que ofició de moderador, el Presidente se mostró agradecido con Márquez y Duclos. “Y le encantó la tapa”, agregó. El ensayista Agustín Laje, el verdadero ideólogo de la “batalla cultural” que libra el oficialismo, participó desde España y, en su alocución, enumeró varios logros de Milei, entre ellos, “desterrar el mal llamado lenguaje inclusivo”, cerrar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, “que no servía para nada”, y “derribar el mito de los treinta mil desaparecidos”.
Márquez se refirió al título del libro. “Sostengo que este gobierno es revolucionario porque no es solo un cambio de administración sino un cambio de época”, destacó. También reveló que Milei quería ser el Carlos Pellegrini del siglo XXI y convertir su presidencia en “un instrumento para cambiar la Argentina”. A diferencia de presentaciones de años anteriores en la Feria, hubo aplausos moderados y escasearon las ovaciones.
Por su parte, Duclos habló sobre el conflicto entre el sector cultural y el Gobierno. “Cultura y Estado son asuntos separados -ironizó-. La cultura es un fenómeno espontáneo, que siempre debe ser contestatario. Un artista tiene que molestar al mandamás de turno”. También se refirió a los periodistas y a los medios públicos, y sugirió que los despedidos tendrían que buscar trabajo en el sector privado, “como hacemos todos”. Duclos dijo que los nombres de los senadores que voten a favor de la ley Bases quedarán escritos “en letras de oro” en el libro de la historia.
Este miércoles el exembajador en Estados Unidos, Jorge Argüello, presentó su libro Las dos almas de Estados Unidos (Clave Intelectual), acompañado por el diputado Miguel Ángel Pichetto, el senador Martín Lousteau y la periodista Nancy Pazos (iba a estar presente el exembajador Rafael Bielsa, que anunció que no podría llegar). A diferencia de Márquez y Duclos, a quienes la Sala José Hernández les quedó grande, a Argüello la Sala Julio Cortázar le resultó chica y la Fundación El Libro les ofreció mudarse a la Tulio Halperin Donghi. El nuevo libro del exemabajador en Estados Unidos se ambienta en los años de Donald Trump y Joe Biden en el poder.
“Alberto Fernández eligió al mejor hombre que tenía para representar el país en Estados Unidos”, dijo Pichetto sobre el autor. Lousteau recomendó la lectura del libro, ideal “para entender a Estados Unidos” y también la grieta en la Argentina. El senador remarcó que en las “democracias iliberales” se degradaba el debate público. “Las elecciones del 5 de noviembre son una ‘prueba de estrés’ para la democracia estadounidense”, señaló el autor. Su libro tiene un prólogo del analista Andrés Malamud, que Pazos leyó al comenzar el acto. “Vayan corriendo a buscar el libro en el stand 823 del Pabellón Verde”, dijo Pazos luego de describir a Argüello como un político “ilustrado”.
En una jornada cargada de política, previa al paro nacional, al cierre de esta edición varios expositores estaban cubriendo las mesas de libros con mantas y “cerrando” los stands con cintas, en un claro mensaje: aunque la Feria abra sus puertas, ellos no atenderán al público.