+Feria: aire fresco en Santa Fe con nuevos artistas y mucho talento por descubrir
En su cuarta edición, el encuentro municipal agrupa veinte galerías y cinco colectivos con debutantes en el circuito comercial que hay que conocer, además de un buen nivel de arte contemporáneo
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SANTA FE.– Artistas callejeros, pintores navegantes, retratistas de la peatonal, jóvenes que pintan como los maestros y grandes experimentadores de los límites de las disciplinas. Un encuentro como +Feria Santa Fe permite conocer creadores de todas las raleas, con o sin galería, y tratar de vislumbrar qué es eso que tienen en común: el territorio compartido.
A los árboles no les cabe ni una flor más. Las ramas están pesadas de tanto brote blanco, rosa, rosadito. La temperatura este fin de semana es más verano que primavera. En los altos de la vieja Estación Belgrano, que hasta hace unos años era todo abandono, no pasa el tren pero sí los artistas, hasta el domingo a las 21 cuando la fiesta termine.
Con la pintura fresca, la feria municipal de arte es llevaba adelante con profesionalismo por coordinadoras como Aimé Luna y Florencia Olmos, bajo la dirección de una todo terreno del arte local, la artista, docente y ahora directora de Patrimonio y Museos de Santa Fe, Lali Martínez Spaggiari. Juan Pablo Poletti, el intendente campechano, cirujano por treinta años y sin filiación política, no sabe mucho de arte, pero entiende que la cultura también es un derecho (lo dijo en el acto de apertura), e hizo posible la cuarta edición de la feria: una de las claves del éxito es la continuidad.
Son veinte galerías de la región y cinco colectivos de artistas locales. Mucho talento por descubrir y a precios económicos: los coleccionistas que llegaron de Buenos Aires se van con las manos llenas. En planta baja, en el Centro Experimental del Color (CEC), recibe la muestra ¡Gran espíritu, gracias! de Flor Meyer. “Es una convivencia de dibujos temporales donde intento dar cuenta del ritmo de la vida, la transformación y la muerte de todas las formas vivientes y de las que no, pero que participan de algún modo u otro de la danza de la existencia”, dice. Se respira liviandad y frescura en sus dibujos de naturalezas en lápiz. La gratitud es un sentimiento compartido.
La galería Subsuelo, de Rosario, sorprende con un artista hasta ahora desconocido. Lisandro Maranzana hace retratos en la peatonal, en la esquina de La Rioja y San Martín. En su casa tiene miles de pinturas almacenadas. Las mostraba por Instagram, y así lo conoció su galerista, Daniel Andrino. Colores potentes, surrealismo, animales, anticlericalismo... “Un día lo fui a esperar a la peatonal para conocerlo. Llegó con su atril y hacía retratos por monedas. Sus padres son albañiles y él dice que no puede dejar de ser pintor. En su casa crea con lo que encuentra. Hicimos una muestra en la galería, pero con el criterio de mantenerle sus precios (alrededor de 200 dólares), para que él pueda seguir vendiendo por sus redes. Antes, los galeristas estilaban comprar la producción completa por dos chirolas y recién ahí lo posicionaban. Nosotros queremos hacerle una muestra en un centro cultural”, cuenta Andrino. “Están estos circuitos oficiales, pero hay otros. ¿Cuántos Maranzana más habrá? ¿cuánto otro arte va circulando por otros espacios?”, se pregunta.
Varias de sus obras ya fueron vendidas y los coleccionistas Abel Guaglianone y Joaquín Rodríguez le otorgaron uno de los tres Premios In Situ que dieron el viernes por 400.000 cada uno, que no son adquisición: la obra sigue en manos del artista premiado. El galardón existe desde 2022, cuando empezaron a viajar a las ferias de las provincias para apoyar y descubrir a sus artistas. Ya dieron más de veinte. “Vamos a otorgar dos becas a los ganadores del Premio In Situ que quieran presentarse, para tener vivienda y espacio de trabajo en Coordenadas Residencia en Buenos Aires, y un viático para los cuatro meses que dure el programa”, anuncia Guaglianone.
Los otros dos ganadores fueron Carlos Gutiérrez, artista sanjuanino con carrera ascendente que se encuentra en Buenos Aires cursando la beca de Hito Cultural y un artista que es más de esos hasta ahora no tan conocidos: Francisco Bergallo, estudiante de Arquitectura, artista autodidacta, pero con muchas clínicas y talleres, virtuoso, sensible, profundo. “Presenté una serie de óleos sobre papel araña y lavandina sobre papel felpa. Me gusta poner en relación la materialidad con lo representado“, explica. Por ejemplo, una escultura de Louise Bourgeois, la mujer araña en papel ídem.
De otros lugares llega Lolo Parigini, pintor navegante, que solo se inspira con materiales náuticos. En la feria recrea una tormenta de color con bastidores hechos con velas de barcos en la galería nicoleña Cálamo. Local 15 presenta por primera vez intramuros al grafitero Lacast, que tiene las calles de Rosario llenas de monos hechos con stencil. Essa de Unquillo presenta una recién llegada al circuito, que mira todo desde una esquina con sorna. Se trata de Yazmine Sirur Kaindl: en historietas y muñecos, hace una crítica satírica del mundillo, centrándose en la superficialidad y las actitudes exageradas de, por ejemplo, galeristas poractivas y de quienes van a las inauguraciones sólo para tomar.
La muestra patrimonial que suele incluirse en la feria tiene el mismo hilo conductor que los cinco colectivos de artistas de la última sala: la amistad como motor. En un extremo, artistas consagrados como Ricardo Supisiche, Matías Molina y Juan Vergel, y en el otra, los más emergentes, reunidos en los grupos La Dealer, Macumbero, #enunarelacion, Romances Visuales y Barro.Co. “El arte ya de por sí es un milagro, más en estos tiempos. Juntarse a crear es un espacio de transmutación espiritual”, dice Luli de Frutos, creadora de un altar de muñequitos y rarezas en cajones de cerveza. El 26 de octubre inaugura en el CEC una megainstalación, Fortaleza de la Infancia.
Una pintora, Pamela Bengochea, también escritora de Santo Tomé, se autorretrata con referencias a Frida Khalo y la naturaleza, en la galería Casa Pintada. En Taller Inminente, el espacio de formación y residencia de artistas de César Núñez, hay también pintura surrealista, de la muy ascendente Ornella Pocetti y cerámica de Candelaria Gómez Crespo. Núñez a la vez es curador de una muestra de otra joven creadora, Agustina Maurice en el Museo Sor Josefa Díaz y Clucellas. Sor Josefa, por su parte, pintora fundacional, tiene muestra en la que fue su casa en 1850, recién restaurada. Otro contrapunto temporal: la galería joven Garage, donde exponen estudiantes y docentes, y la veterana AG, que tiene 17 años en la ciudad, y donde se ve obra de maestros de la abstracción local como Julio César Botta y Álvaro Gatti.
Martina Zorzón, en Crudo, discípula de Daniel García, hace odas a los materiales de su taller y otras exploraciones. “Mi punto de partida está en la observación del objeto cercano. La pintura tiene otro tiempo”, dice. Te imaginé en un dibujo, se lee en un cuadro que representa a su taller. En otros stands se repiten la mezcla de imágenes y palabras. La ternura como zona de descanso en la guerra de las imágenes, se lee en la pared donde están los calcos de ilustraciones de libros de lectura de entre 1920 y 1945, hechas por Toti D’Stefano, con texto de Joaquín Barrera en el espacio de A la Cal.
¿Qué une a estos artistas? “Gestos que se alimentan en las realidades de cada territorio”, escribe la gran artista Raquel Minetti, que presenta el libro Transitar los Bordes (Azogue Libros, 2024) y una exposición individual en Taller.Inminente. Allí cuenta algo de su recorrido vital y mucho de su Programa Doméstico para artistas, que implica “estar en obra”, compartiendo lágrimas, risas, esperas y olvidos, mezcla de saberes, emociones y percepciones.
Quizá también algo de lo que habló Leticia Obeid en su charla con alumnos de la Escuela Juan Mantovani sobre su libro Galería de copias (Ripio, 2023): esa familiaridad que se tiene con parientes lejanos con los que se compartió la infancia, y pasado el tiempo siguen entendiendo los mismos chistes, usando las mismas muletillas. Cita Obeid: “Como dice Natalia Ginzburg, una piamontesa que podría ser de estos lugres, se siguen riendo de lo mismo”.