Feliz Navidad
Pasan los años, los siglos, los milenios. Las paranoias apocalípticas se suceden y van cobrando preminencia según las épocas. Ahora, el monstruo de la inteligencia artificial acecha con tanta potencia que no hablamos de otro tema. Por suerte, y esta imagen lo demuestra con creces, hay tradiciones que sobreviven a todo. El grupo Amigos de Santa Claus promociona la Navidad para los niños en comunidades rurales y ribereñas en la selva amazónica. El voluntario que se ha ofrecido para ser Papá Noel se dirige por el Río Negro a Abelha, en Manaos. Allí, lo aguardan niños que ansían verlo y recibir los regalos que lleva en la bolsa. La fantasía de este ser mágico que recorre todo el mundo en un día para alegrarles la vida sobre todo a aquellos que menos tienen no ha podido ser desterrada por ningún sofisticado invento tecnológico. Ojalá que lo natural siga prevaleciendo por sobre lo artificial siempre.