Federico Lorenz deja el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur
Se conoció el viernes que el historiador y escritor Federico Lorenz renunció a su cargo como director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el museo nacional más joven del país. Lorenz había sido designado director interino desde inicios de 2016, en reemplazo de Jorge Giles, y pudo acceder por concurso al cargo en agosto de 2017. El autor de Fantasmas de Malvinas declaró entonces a este diario que trabajaría en un guión curatorial sobre las ideas que convoca Malvinas. Desde entonces, se realizaron varias muestras sólidas que revelaban que, pese a las tensiones que existen entre la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el gobierno nacional, se podía trabajar con eficacia.
No obstante, Lorenz comunicó el viernes que había renunciado a su puesto de director. Lo hizo por medio de una publicación en Facebook y por mail. "Es por motivos estrictamente personales: vuelvo a mi actividad como investigador y docente después de una etapa intensa de trabajo que, entre otras cosas, me llevó a donar mi archivo de dos décadas al museo. Cualquier otra versión o interpretación corre por cuenta de quienes las inventen y difundan. Lo aclaro, porque habrá muchas", escribió.
Consultado por LA NACION, el historiador nacido en 1970 reveló que había tomado esa decisión después de una evaluación de su recorrido profesional y personal que, en agosto de 2017, ocasionó la muerte de su padre. "Quieras que no, te replanteás en dónde enfocar tus fuerzas, tus objetivos. En esa reflexión, a la hora de ver la intersección de mis distintos intereses, la mayoría confluyó en el espacio educativo, y en el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) en particular. Soy investigador, soy escritor, pero, sobre todo, soy docente. Este año, el Colegio elige autoridades. Comencé a participar de un colectivo de trabajo por el cual iré como candidato a rector", anticipó. Su publicación más reciente, En quince días nos devuelven las islas (UNR Editora),es un breve ensayo que invita a pensar qué pasaría si el gobierno británico reconociera los derechos argentinos sobre las islas Malvinas.
Después de dos años y medio en la dirección del museo, Lorenz instaló algunas cuestiones de apertura en un tema cerrado y conflictivo como el de Malvinas. "La invitación a pensar la dimensión atlántica de nuestro país, la atención al eje de la accesibilidad en el museo, la transformación de un cuerpo de guías en un grupo profesional capaz de ofrecer actividades diversificadas de acuerdo con los distintos públicos, el armado de un centro de documentación y área de investigaciones, una campaña de donaciones, la consolidación de un equipo de mantenimiento para una estructura moderna y compleja como el museo; todo eso está encaminado y con referentes idóneos surgidos del propio cuerpo de trabajadores del espacio", destacó.
La renuncia, que fue motivo de conversación con las autoridades nacionales y con los trabajadores del museo, se precipitó cuando el historiador advirtió que no podía (ni quería) sostener dos esfuerzos de semejante magnitud. "La dirección de un museo como el Malvinas y un trabajo épico como el de conformar un grupo de trabajo que pueda ofrecer una propuesta pedagógica digna del CNBA no son compatibles si pretendés llevarlas a cabo con la dedicación que implican", dijo a este diario el autor de Guerras de la historia argentina. "Siento que puedo dar este paso porque el museo está consolidado. A la vez, está en proceso de conformar su Asociación de Amigos y se ha licitado el espacio que tiene para confitería. Me preocupa más dejar explícita la apuesta política que intenté imprimirle al museo: correr del eje la forma dogmática con la que se piensa el tema, que a mi juicio es contraproducente para el reclamo argentino. El principal ‘enemigo’ que tiene el museo son precisamente las autopercepciones que los argentinos tienen sobre sí mismos y sobre Malvinas", indicó. En la actualidad, en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur se puede visitar la muestra Escribir cien veces son nuestras (hecha en conjunto con el Museo de las Escuelas), donde se revisa el peso del sistema educativo en la creación de una causa como la de Malvinas.
El secretario de Cultura de la Nación también se expidió sobre la renuncia de Lorenz, que ocurrió pocos días después de que el historiador Gabriel Di Meglio renunciara a su cargo como director del Museo del Cabildo de Buenos Aires y la Revolución de Mayo. "Hay un problema no resuelto cuando los ganadores de los concursos provienen del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Al obtener el nuevo cargo, deben renunciar a sus carreras de investigadores. Es decir, cuando vence su período pierden su lugar en el Conicet y los concursos tienen un plazo cierto en el cargo". Esto es lo que originó ambas renuncias, según los exdirectores y el secretario de Cultura. "En el caso del Cabildo ya hay un director designado y en el Malvinas se hará lo mismo hasta que se sustancie un nuevo concurso", anticipó Avelluto. Otro historiador ocupará el cargo de director interino del Malvinas.
Casi de inmediato y a través de un comunicado, el gremio ATE cuestionó la renuncia de Lorenz y denunció el vaciamiento de la institución por parte de las autoridades nacionales. "Estas renuncias dejan al Museo Malvinas en un estado de abandono, acefalía institucional e inestabilidad laboral que agrava la situación de vaciamiento y desmalvinización que viene llevando a cabo Mauricio Macri y sus funcionarios en el Estado", se lee en el comunicado. También declararon el estado de alerta y movilización. Sin embargo, como el nuevo director interino entrará en funciones la semana próxima, la cuestión de la acefalía de la institución queda descartada.
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