Family search: cómo crear un árbol genealógico y contactarse con parientes de otras regiones
No todos, pero sí muchos antepasados de los argentinos llegaron en un barco como al que alude el stand 116, uno de los más fotografiados por jóvenes y familias en la Feria del Libro
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La Feria del Libro da para todo. Al cruzar el umbral del Pabellón Azul “navega” una embarcación cuya cubierta contiene computadoras donde los visitantes pueden rastrear sus orígenes, encontrar registros de nacimiento, matrimonio, defunción, censos y otros documentos de sus antepasados, y también de héroes como José de San Martín y Manuel Belgrano, y de escritores como Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ernesto Sabato, entre otros. El stand de FamilySearch (116) provee esa información de manera gratuita, previa creación de una cuenta personal en la página web de esta organización sin fines de lucro que depende de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (la iglesia mormona), con sede en Utah.
Es la primera vez que FamilySearch se sube a bordo de la Feria del Libro. “Nuestro eslogan es ‘tenemos el libro de tu familia en la Feria”, dice Pablo Schpilman, outreach manager del área Sudamérica Sur del Departamento de Historia Familiar, en el stand de 128 metros cuadrados y en cuyo frente se ve la gigantografía de un grupo de inmigrantes a bordo de un barco con el hashtag #ElBarcoDeTusAbuelos. “Sabemos que no todos los antepasados de la Argentina llegaron en barcos desde Europa”, aclara Schpilman con más cautela el presidente Alberto Fernández a la hora de compartir generalizaciones en público.
De más está decir que el 116 es uno de los stands elegidos por chicos, jóvenes y adultos para sacarse fotos a bordo del barco y subirlas a sus cuentas de redes sociales, con o sin hashtag. Al costado de la proa hay un perchero con ropa antigua para caracterizarse de emigrado de ultramar.
Gracias a los más de diez mil acuerdos que FamilySearch mantiene con organismos estatales (el Archivo General de la Nación y el Archivo General del Ejército, por ejemplo) e instituciones como la Iglesia católica, las personas pueden descubrir la historia de sus familias, recorrer las páginas de archivos históricos (como el primer censo hecho en el país, allá lejos en 1869, y que fue digitalizado por la ONG mormona) e incluso establecer contacto con parientes de regiones remotas. Los registros digitalizados por la ONG pueden revelar datos desconocidos de los antepasados, como el color de sus ojos, el aspecto de su nariz y si tenían cicatrices (antes del uso de la fotografía en los registros se consignaban las “señas particulares”). También sus lugares de nacimiento y residencia, y sus actividades laborales.
En el stand los voluntarios de FamilySearch responden las inquietudes de los visitantes y facilitan el acceso a documentos, como el acta de nacimiento de Borges (donde se puede leer su nombre completo: Jorge Francisco Isidoro Luis Borges), el acta de matrimonio de San Martín con Remedios de Escalada y la del matrimonio de Sabato, escrita con la letra bella y clara de un funcionario o una funcionaria estatal. De manera gratuita, y luego de consignar voluntariamente datos personales básicos, en La Rural se puede crear el propio árbol genealógico, conocer el origen y el significado del apellido y compartir fotos de un álbum de familia que atraviesa siglos, países y continentes.
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