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Falleció la editora Mariana Vera, directora del área de literatura infantil y juvenil de Penguin Random House

Tenía 51 años; trabajaba desde su juventud en el sector del libro para chicos: en sus inicios, fue asistente de Canela en Sudamericana y a lo largo de su carrera publicó obras de cientos de escritores e ilustradores

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LA NACIONDaniel Gigena
La editora y traductora Mariana Vera
La editora y traductora Mariana VeraGentileza PRH

Este miércoles a última hora, a los 51 años, falleció la editora Mariana Vera, directora de la División Infantil y Juvenil de Penguin Random House (PRH) en la Argentina. Había nacido en diciembre de 1970. Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y traductora de inglés, había comenzado a trabajar en Sudamericana en 1998 como asistente editorial, para luego convertirse, en el grupo Random House Mondadori, en editora a cargo del Departamento de Libros Infantiles y Juveniles, de 2003 a 2010. Desde 2011, se desempeñaba como directora literaria de Libros Infantiles y Juveniles y de bolsillo de la filial argentina de PRH. Era madre de dos hijos.

“Dueña de una inteligencia elegante y perspicaz, inició sus pasos editoriales bajo la tutela de Canela y Gloria Rodrigué para luego, muy joven, asumir la dirección de la División infantil y Juvenil -destacó Florencia Cambariere, directora literaria de PRH-. Durante más de dos décadas Mariana supo guiar y ser mentora no solo de su equipo sino de todos nosotros. Descubrió a cientos de escritores a los que guió desde sus inicios y acompañó a otros ya consagrados con aplomo y sabiduría”. Vera tradujo al español El cuento de Navidad de Auggie Wren, de Paul Auster, con ilustraciones de Isol.

La directora literaria de Alfaguara Argentina, la editora Julieta Obedman, dice a LA NACION que Vera era una persona “muy especial, que concentraba una serie de características que eran todas buenas, y eso es raro de encontrar”. Además de enfatizar que se trataba de una editora con un talento innato, su colega resalta que “supo entender lo que pasaba y los cambios en el mercado editorial, lo que le permitía adelantarse y hacer las cosas de manera justa y aguda; a nivel personal, era tan querible y tan querida, tan admirada y al mismo tiempo muy cercana a su equipo, a los compañeros de trabajo y amigos; nunca estaba mal dispuesta con nadie”.

“Las condolencias, los mensajes y las muestras de cariño que nos llegan desde esta mañana, de autores, agentes, amigos, conocidos, son una muestra de lo que Mariana era y lo que despertaba -hizo saber el jueves Juan Boido, director editorial de PRH-. Una gran editora y una persona extraordinaria, cálida, generosa, siempre dispuesta a escuchar y ayudar al otro”. Escritores como María Teresa Andruetto, Isol, Márgara Averbach, Gabriela Franco, Natalia Méndez, Melina Knoll y José Villa, entre otros, compartieron su pesar y perplejidad por la muerte de Vera, que tenía cáncer. El dibujante Nik y el exsecretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, también la recordaron en sus cuentas de Twitter.

“Mariana Vera. Queridísima. Compañera, amiga. Has partido. Después de un largo camino de dolor, quedó tu espacio vacío, luminoso, intenso, insustituible. Abrazo a tu familia toda. Solo tengo lágrimas y mucho amor y gratitud por tu generosa vida”, escribió en su página de Facebook la escritora y editora Gigliola Zecchin (Canela). También en Facebook se expresó el ilustrador y escritor Pablo Bernasconi: “Fue la primera persona que creyó en un libro mío. Fue la joven editora que se animó a publicar a un joven ilustrador que se animaba a escribir. Desde ese momento trabajamos juntos en diez títulos más. Fue valiente, siempre”.

El comunicado público de PRH señala que Vera “era una profesional de las que llevan en la sangre el oficio” y que en su profesión “alcanzó todos los logros a los que puede aspirar un editor, tanto en su período de formación como durante la plenitud de su carrera”. En un mensaje destinado a sus colaboradores, el director general de América Latina de PRH, Javier López Llovet, indicó que Vera encaraba la edición con pasión, profesionalismo “pero sobre todo con mucha alegría”. Así habrá que recordarla y también como a una de las gestoras del crecimiento de la literatura infantil y juvenil en el país.

Por Daniel Gigena
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