Falleció el ex nuncio Ubaldo Calabresi
Ejerció ese cargo en el país por 19 años
En un sanatorio de Roma, falleció ayer, a los 79 años, monseñor Ubaldo Calabresi, que fue nuncio apostólico en la Argentina entre 1981 y 2000.
"Acabo de celebrar la misa y estoy feliz", le había dicho el día anterior al cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, con quien dialogaba telefónicamente cada dos o tres días y a quien sorprendió la noticia. El prelado sufría de mal de Parkinson desde sus últimos días en la Argentina.
Pasado mañana, a las 18, el cardenal presidirá un solemne funeral en la Catedral Metropolitana.
Monseñor Calabresi tuvo a su cargo la más larga gestión de un nuncio en la Argentina: 19 años y dos meses. Pero antes había pasado tres años y tres meses en el país como secretario de la nunciatura, entre 1956 y 1959.
Cuando volvió a esta tierra venía de ser nuncio en Venezuela y estaba en marcha la mediación papal por el conflicto con Chile por el canal del Beagle, que concluyó en un acuerdo. Llegó cuando faltaban diez días para que terminara la gestión de Jorge Rafael Videla, a quien presentó las cartas credenciales, y ejerció su misión en el final del régimen militar y durante los gobiernos de Alfonsín, Menem y De la Rúa. Le tocó recibir al papa Juan Pablo II en 1982, durante la guerra del Atlántico Sur, y en 1987. En los años 90, puso énfasis en la alineación del país en favor de la familia y de la vida por nacer en conferencias internacionales, como la de El Cairo .
Durante su prolongada actuación en la Argentina, intervino en la designación de más de 60 obispos católicos. Sostenía que la sustancia de la misión de un representante pontificio era "el servicio de la Iglesia, la gloria de Dios". En 1988, cuando celebró 50 años de su ordenación, en la Catedral de Buenos Aires, dijo que se sentía "sacerdote de Dios antes que diplomático", al tiempo que pensaba en "la fugacidad del tiempo, la vanidad de las cosas que nos rodean, el devenir de lo creado".
Había nacido el 2 de enero de 1925 en Sezze Romano, en el Lazio, Italia, en una sencilla familia de agricultores, el cuarto de seis hermanos. Ordenado sacerdote en 1948, se doctoró en derecho civil y canónico en la Universidad del Laterano. En el servicio diplomático de la Santa Sede se desempeñó en Nicaragua, el entonces Congo Belga, Burundi, Bélgica, Estados Unidos y países del mar Rojo. Conoció diversas culturas y hablaba bien castellano, francés, inglés e italiano.
La Argentina estaba siempre en sus pensamientos, y solía escribirse y hablar con muchas personas del país.
Mañana, a las 11, el sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, monseñor Leonardo Sandri, presidirá la misa exequial en la iglesia Santa María del Sufragio, en Roma. Los restos serán sepultados por la tarde en su pueblo natal.