Falleció el escritor Bernardo Kordon
Pintó una cruel realidad social
Bernardo Kordon, prolífico novelista y cuentista argentino, falleció, a los 87 años, en Santiago, Chile, donde vivía desde hacía cuatro años.
El fallecimiento se produjo el sábado en el hogar geriátrico Amapolas, donde residía, y sus restos fueron cremados ayer en el cementerio general de Santiago, en una pequeña ceremonia familiar.
Carolina Palacios, sobrina nieta del escritor, dijo a LA NACION que hasta los últimos días cantaba tangos y que su deseo, que ella cumplirá, era que sus manuscritos fueran enviados a la Biblioteca Nacional, en Buenos Aires.
Bernardo Kordon nació en Buenos Aires en 1915, hijo de un impresor. "La vuelta de Rocha" (1936), editado por Claridad, marcó el tono crudo de sus relatos porteños, de marginales y desocupados, con un estilo que La Prensa de entonces calificó de "predilección por lo tosco".
"Un horizonte de cemento" (1940), novela, enfocó 24 horas en la vida de un linyera.
Los temas porteños, de quienes buscan sobrevivir en la gran ciudad, se alternaron con descripciones de otros ámbitos.
Kordon viajó mucho por el mundo. Un libro de cuentos revela en su título una nota autobiográfica: "Manía ambulatoria" (1979). "Seiscientos millones y uno" (1958) es un libro de viajes sobre China, país que conoció mucho y en el que dialogó, en 1962, con Mao Tsé-tung.
"Porteño significa la pertenencia a un puerto, y esto significa abrirse al mundo entero", decía. Pensaba que el escritor es generalmente un testigo inconformista de la realidad, "lo que provoca que vaya preso en todos los sistemas". Hombre de izquierda, se mantuvo distante de los partidos, pero mostró simpatía por Mao y también por el peronismo.
Toribio Torres, personaje de uno de sus cuentos, es un marginal que sueña con la facha de Carlos Gardel, vive en el delito y muere, solo, cuando elige un acto de honestidad. Lo llevó al cine Lautaro Murúa en "Alias Gardelito". Kordon bromeaba que su obra mejoró al ser llevada al cine en ese y otros casos.
"Reina del Plata" (1946), "Vencedores y vencidos" (1965), "A punto de reventar" (1971), "Adiós pampa mía" (1979), "Historias de sobrevivientes" (1983) son otras de sus obras.
Casado con Marina López, chilena, fallecida hace cuatro años, Kordon no tuvo hijos.