Facundo Gómez Minujín: "En arteBA hemos superado todas las crisis"
"Más local, más económico, más federal": así será el futuro de arteBA según Facundo Gómez Minujín. Con las finanzas y el arte en su ADN el presidente de J.P. Morgan Argentina, hijo del economista Juan Carlos Gómez Sabaini y de Marta Minujín, sabe como pocos invertir recursos y medir riesgos sin dejar de lado la creatividad y la intuición.
Un "combo" infalible que lo ayudó a sortear las consecuencias de la crisis global de 2008, cuando asumió la presidencia de arteBA Fundación por los siguientes seis años. Para entonces ya había sido tesorero, secretario y vicepresidente de la institución que cumplirá tres décadas el año próximo, y cuyo Consejo de Administración integra ahora.
Desde ese rol habló con LA NACION sobre los actuales desafíos de la organización sin fines de lucro que logró impulsar una de las ferias de arte más importantes de América latina, y que en los últimos dos meses enfrentó la renuncia de dos presidentes y su gerente general.
-¿Cuáles son los principales factores que desencadenaron la crisis actual en arteBA?
-Claramente, la pandemia. Es la primera vez en treinta años que no hacemos una feria. Logramos hacerla aún en las crisis de 2001 y 2008. Hemos superado todas las crisis. Me acuerdo de una donde no había un solo sponsor, íbamos prácticamente oficina por oficina tratando de conseguir ayuda.
-¿Cómo superaron esas crisis?
-Con esfuerzo, con unión, explicando que arteBA tiene un producto único, que es una gran visibilidad y una gran ayuda para las empresas que se animan a contribuir. ¿Qué pasó este año? Teníamos todo pagado, los proveedores ya contratados. La feria se canceló pocos días antes de la cuarentena. Eso generó una gran incertidumbre. Logramos hacer la edición especial en Artsy, gratis para las galerías, que fue un pequeñísimo paliativo. Imaginate si arteBA estaba con problemas, los que tenían las galerías y los artistas. Todo esto generó un grandísimo malhumor en el ambiente del arte. La dependencia casi absoluta que tienen las galerías de sus ingresos en arteBA es un factor muy preocupante, y nuestra situación también es bastante débil: el sesenta por ciento de los recursos viene de los sponsors, y el cuarenta de las galerías y de las entradas.
-¿Qué pasó con la devolución de la plata de las galerías?
-Las galerías tenían dos alternativas: pagaban con pesos o con dólares. A las que pagaron en pesos, se les devolvieron pesos, y a las que pagaron dólares, se les devolvieron dólares. Lo que ocurre es que las galerías que pagaron en pesos, hasta que se les devolvieron los pesos, se había producido una devaluación en el medio. Nosotros teníamos todos los proveedores contratados y no nos devolvieron nada. Por ejemplo, La Rural nos dijo que nos reservaba el espacio para el próximo año.
-¿Cómo ves el futuro de arteBA si no hay feria presencial el año que viene?
-Muy complicado. Porque arteBA no es una fundación que tenga una espalda grande. Si no podemos hacer una feria, no solamente estamos impactando a los galeristas sino también a los sponsors. Tal vez uno de los errores que cometimos fue que cuando se fue Amalia Amoedo, no nos tomamos más tiempo para deliberar sobre cuál es la mejor figura para un presidente. Ahora sí empezamos un proceso con una consultora, que dijo: hagámoslo al revés, empecemos un proceso de diálogo para ver qué es lo que necesita el medio. Hubo charlas con curadores, directores de museos, galeristas, artistas, ex presidentes, miembros del Consejo Internacional… En función de eso se estableció un perfil de quién es ideal para conducir arteBA, escuchando lo que se espera de la arteBA. Porque lo que se espera ahora no es lo mismo que lo que se esperaba antes.
-¿Y qué se espera ahora?
-Algo más local, más económico, más federal. Durante la última década, arteBA se transformó en la feria más importante de Latinoamérica. Pero ahora habrá mucha menos participación del medio internacional, porque la gente no va a poder viajar. Va a haber que mirar mucho más hacia adentro.
-¿Como ves el futuro de las ferias a nivel global?
-Creo que va a ser híbrido, un poco real y un poco virtual. Va a ser un cambio enorme, no solo para arteBA. Creo que lo importante es que arteBA ha escuchado que hay que hacer un cambio, y ese cambio es lo que va a venir con las nuevas autoridades a partir de ahora. Creo que la pandemia, más la salida de Amalia Amoedo y el apuro por conseguir un presidente, nos hizo entrar en una crisis que el medio no perdonó porque estaba muy frustrado por el hecho de que no se había podido hacer la feria. Otro problema de arteBA es que creció tanto de tamaño, que a veces cuando se crece demasiado se deja de escuchar un poquito. Estuvo buena esta etapa de introspección, en los últimos meses, para ver cuál va a ser el formato ideal de la próxima feria. Pero eso no quiere decir que lo que se hizo antes estaba mal, al contrario.
-¿Cómo sobrevive una institución en la Argentina durante treinta años?
-Con trabajo de equipo, transparencia, tomando las decisiones por consenso y no por mayoría, y poniendo el interés de la institución por encima del personal. Para nosotros hubiera sido mucho más fácil, con la pandemia, cerrar arteBA. Sin embargo, seguimos luchando con el objeto de que arteBA continúe y de que posiblemente, dependiendo del virus, se pueda hacer una feria durante el primer semestre del año que viene. Es a lo que seguimos apostando.