Ezequiel Gallo: el historiador apasionado por la precisión
Murió ayer en Buenos Aires uno de los historiadores más destacados del país. Ezequiel Gallo había nacido en esta ciudad en noviembre de 1934. Cursó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y en el Saint Antony's College de la Universidad de Oxford, donde se doctoró en Historia Moderna en 1970. Mientras vivió en Gran Bretaña, fue profesor titular de la cátedra de Historia General en la Universidad de Essex. En 1974 regresó a la Argentina con su esposa, la doctora en Antropología Francis Korn y con su hijo, y retomó su actividad como investigador en el Instituto Torcuato Di Tella. Años después, en la Universidad Torcuato Di Tella se lo designó profesor emérito. Fue profesor en numerosas universidades nacionales y extranjeras. Varias generaciones de historiadores, economistas y politólogos se formaron con Gallo.
"Con él aprendimos que la consulta en los archivos era la práctica más sana para salir del diletantismo de hipótesis peligrosamente deductivas. Con él perdimos la ingenuidad de esos hallazgos livianamente originales sobre la historia argentina que el enfoque comparado con el resto del mundo convertía en conductas casi inherentes a la especie humana. Con él aplicamos el implacable cedazo de la lógica argumentativa para conjugar el trabajo empírico con la interpretación. Y con él descubrimos que la pasión por la historia debía reflejarse en un lenguaje cuidado y trabajado, que los lectores encontraran atractivo", escribió el historiador Fernando Rocchi, en 2007.
Se podría decir que cualquiera de sus libros es imprescindible, pero entre sus publicaciones más destacadas figuran La pampa gringa y Colonos en armas, sobre la rebelión de los colonos en Esperanza, a fines del siglo XIX. En 1980, con Gustavo Ferrari publicó La Argentina del ochenta al centenario, una compilación sobre los treinta años de historia política inaugurados con el triunfo del Estado central en 1880. La formación de la Argentina moderna y La república conservadora (ambos con Roberto Cortés Conde) son otros libros que siguen las huellas políticas e ideológicas del país en el siglo XX.
En 1997, se publicó en una colección que dirigía Tulio Halperin Donghi De la república imposible a la república verdadera (en colaboración con Natalio Botana), que marcó un antes y un después en la historiografía argentina. Fue autor, además, de las biografías de Carlos Pellegrini y Leandro N. Alem. Solía indicar que había encontrado en el individualismo metodológico un principio para el estudio de los fenómenos protagonizados por individuos que, movidos por intereses comunes, se organizaban para luchar por sus derechos, prácticas e ideales. También escribió ensayos sobre el federalismo y el centralismo, el comportamiento electoral en la Argentina a partir de 1983 y la relación entre liberalismo y peronismo. "Junto a las instituciones, los países generan hábitos y costumbres. Tampoco hemos sido exitosos en ese terreno. Uno de los problemas que vienen de lejos es la intolerancia", declaró en una entrevista con LA NACION.
En 1985, fue nombrado miembro de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas y, en 1992, miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia.
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