Extravagancia y generosidad: a cien años del nacimiento del poeta y cineasta Jonas Mekas
En “Destellos de belleza” se reúnen anécdotas, notas e imágenes del destacado crítico y director de cine experimental lituano (y neoyorquino ilustre); esta tarde se exhiben películas cortas en Hasta Trilce
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El espíritu contracultural tiene garantizada la eternidad. El sábado 24 se cumplen cien años del nacimiento del cineasta y poeta lituano Jonas Mekas, autor de decenas de películas (y de “películas-diarios”) y una figura clave del cine independiente. Emigrante lituano en Nueva York junto con su hermano Adolfaas a finales de la década de 1940, creó la revista Film Culture y escribió durante los años 60 una columna en The Village Voice desde donde impulsaba el cine más radical de su tiempo (fueron reunidas en Movie Journal). Sin ser autobiográfico, el cine de Mekas ofrece imágenes de distintas vidas, incluida la suya, con pocas referencias y casi sin argumentos en el sentido convencional. “Necesitamos películas menos perfectas, pero más libres”, dijo.
Este año, con traducción y prólogo de Pablo Marín, Caja Negra publicó Destellos de belleza. Anécdotas y escenas de una vida, cuyo título proviene de una de las películas de Mekas: As I Was Moving Ahead, Occasionally I Saw Brief Glimpses of Beauty (“Mientras avanzaba, ocasionalmente vi pequeños destellos de belleza”). Los “pequeños destellos de belleza” mekasianos toman la forma de cartas, fotos, diálogos y anécdotas en las que, en gran parte, se documenta la extravagancia, la inocencia y el esplendor de artistas y personalidades a los que conoció en una Nueva York underground y efervescente. “Al mirar atrás, comprendo que mi vida ha estado dominada por una atracción hacia las personas extremas y desbalanceadas”, se lee en la anécdota referida a Valerie Solanas, la autora del Manifiesto SCUM acusada de atentar contra la vida de Andy Warhol (Mekas se toma el trabajo de reproducir una punzante carta de Solanas a los editores y redactores de The Village Voice).
A contraluz, los encuentros y diálogos con Anna Karina, Yoko Ono, John Lennon, Andy Warhol (”he conocido poca gente tan dulce como él”), Allen Ginsberg, Pier Paolo Pasolini, Joseph Cornell, Aldous Huxley, Salvador Dalí, Gregory Corso (“una persona encantadora, un poeta hermoso, un herrero del lenguaje”), Nam June Paik, Peter Beard, Jackie Onassis, Arnold Schwarzenegger (disfrazado de Papá Noel) y Al Pacino, entre muchos otros, perfilan la sensibilidad de Mekas, “abierta a todo lo nuevo” (como le escribe Norman Mailer en una carta que se incluye en el volumen). Caja Negra ya tiene otros dos títulos de Mekas en su catálogo: Ningún lugar adonde ir y Cuaderno de los sesenta. Escritos 1958-2010.
Hoy a las 19, en Hasta Trilce (Maza 177) se celebra el centenario del nacimiento de Mekas con una proyección exclusiva de tres de sus películas breves -Award Presentation to Andy Warhol, Happy Birthday to John y Notes for Jerome- en el marco del ciclo de Fernando Martín Peña, “Peña sin cadenas”. Además, habrá una lectura colectiva de Destellos de belleza, con Mercedes Halfon, Natalia Laube, César González, Andrés Di Tella, Javiera Pérez Salerno, Imanol Subiela Salvo, Matías Capelli y Malena Rey, entre otros. Habrá brindis y venta de libros.
“Es muy especial celebrar a Mekas en el centenario de su nacimiento y saber que, al mismo tiempo, en distintos puntos del planeta, más gente está haciendo lo mismo -dice la editora y periodista Malena Rey a LA NACION-. Este mes se están proyectando películas suyas en Helsinki, Londres, Chicago, Tokio, Tel Aviv, Estocolmo, París y Tenerife, así que nos sumamos a los festejos, tratando de revivir parte de su espíritu comunitario. Para eso, leeremos colectivamente fragmentos de Destellos de belleza, en el que se reúnen una serie de anécdotas entrañables de su vida, rodeado de amigos, colegas y otros artistas a los que admiraba”.
Para Rey, Mekas es un artista clave del siglo XX. “Además de producir obra audiovisual, poética y periodística, generó dispositivos clave para difundir y conservar la producción experimental como el gran Anthology Film Archive, todavía en actividad, la revista Film Critic y la red de distribución Film-Makers’ Cooperative. Fue un artista generosísimo, que ojalá nos ayude a través de su obra a volver a humanizar la cultura y la realización colectiva en un mundo cada vez más fragmentado e individualizado”.
“En el relato que el propio Mekas fue construyendo de su vida, hay dos factores que siempre han estado muy presentes -señala Lucas Granero, editor de la revista de cine La Vida Útil-. El primero es la idea del desplazamiento constante, la cuestión del ‘no hay ningún lugar adonde ir’ que lo acompañó desde que tuvo que dejar su Lituana natal para comenzar un derrotero que nunca terminó del todo. El segundo es la necesidad de construir lazos, de sentirse a salvo dentro de una comunidad de pares. Su llegada a Nueva York junto a su hermano Adolfas representa el primer eslabón en una serie de acontecimientos vitales que dieron lugar a una nueva forma de entender su lugar en el mundo”.
Granero dice que Mekas la ciudad de Nueva York se presentaba llena de posibilidades. “Cautivado por la oferta cultural de aquel momento, se metía en clases sin pedir permiso, se colaba en cines, teatros, óperas y ballets, ‘absorbiendo todo como una esponja’, como él mismo confiesa -agrega-. En el medio de todo eso, y casi como una fuerza de pulsión que aumentaba el deseo de Mekas por la creación constante, se encontraba un grupo de amigos que, al igual que él, estaban convencidos de que el arte era lo único que los mantenía a salvo. Destellos de belleza puede entenderse como una biografía coral de aquellos días, en los que Mekas, convocado por los recuerdos de sus amigos y amigas, mira al pasado una vez más para encontrar que su vida se puede contar de muchas maneras: como un catálogo de aventuras, un libro de anécdotas, cuento de hadas, y, fundamentalmente, como un manual de supervivencia para existir en un mundo de hostigamientos diarios. Otra vez, Mekas nos deja la enseñanza de que vivir a la luz de las pequeñas cosas es todo un acto de resistencia y valentía”. Mekas murió en 2019 en su amada Nueva York, a los 96 años.
Papá Noel es Arnold Schwarzenegger
Fue justo antes de Navidad. El año era 1994. Estaba en Los Ángeles, de visita en lo de mi amigo Hiro Yamagata.
Dormía profundamente cuando de repente me despertó el sonido ensordecedor de unas motocicletas. Cuando más tarde le pregunté a Hiro, dijo: “Ah… todos los domingos por la mañana salimos al desierto a andar en moto con Arnold… Arnold Schwarzenegger. Por diversión”.
Más tarde, ese mismo día, Hiro me preguntó si quería ir a una fiesta infantil de Navidad en la casa de su amigo. Como no tenía nada mejor que hacer, le dije que sí.
La fiesta transcurrió de forma correcta, los niños estaban disfrutando. Eran niños de Hollywood, pero los niños son siempre niños.
Como toda verdadera fiesta navideña para niños incluía, por supuesto, a Papá Noel. ¡Qué sería de una fiesta así sin él! Cuando apareció, alegre y con su risa de jo jo jo los niños se volvieron locos.
“¿Sabes quién está debajo del disfraz?”, me susurró una mujer a mi lado. Al responderle que no tenía idea, me contestó: “Es Arnold”.
Observé detenidamente a Papá Noel y sí, era Arnold, sin duda. ¡Y lo estaba disfrutando mucho!
Al rato, cargó la bolsa con regalos sobre su gran hombro y se marchó a repartir más regalos. Fue hermoso ver esa faceta suya.
Fragmento de Destellos de belleza
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