Extraordinario hallazgo de 24 estatuas de bronce de 2300 años en la Toscana
Estuvieron protegidas por el barro y el agua caliente en el fondo de lo que era una piscina termal sagrada de un santuario etrusco-romano en la localidad de San Casciano dei Bagni, cerca de Siena
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ROMA.- En un hallazgo extraordinario, comparado con el de los Bronces de Riace –las estatuas gigantes griegas encontradas en el fondo del mar, cerca de la localidad marina de Riace, en 1972-, se anunció hoy en Italia la salida a la luz de otro tesoro de igual importancia histórica. Fueron descubiertas más de 24 estatuas de bronce de 2300 años, algunas en perfecto estado porque protegidas por barro y agua caliente, en el fondo de una piscina sagrada de un antiquísimo santuario etrusco-romano de San Casciano dei Bagni, pueblo de la provincia de Siena, en la Toscana (centro de Italia), famoso por sus aguas termales.
“Se trata de un descubrimiento absolutamente único, que reescribirá la historia y sobre el cual ya están trabajando más 60 expertos de todo el mundo”, anunció a la agencia ANSA el arqueólogo Jacopo Tabolli, docente de la Universidad para Extranjeros de Siena, que desde 2019 está al frente de las excavaciones de un sitio arqueológico en verdad bastante desconocido de la Toscana, pero que seguramente ahora saltará a la fama internacional.
Este lugar, explicó el arqueólogo, “era un espacio de curación y oración”, una suerte de templo y hospital al mismo tiempo -o lo que llamaríamos hoy un spa-, inmerso en el medio de la naturaleza. Allí la gente podía rezar, pero también, sumergirse en piscinas calientes –con temperaturas de entre 38 y 42 grados-, también en invierno, para aliviar sus fragilidades, junto a las divinidades.
El tesoro –que incluye también cinco mil monedas, ex voto (decenas de piernas, brazos, orejas, hígados, úteros) y otros objetos-, fue hallado por un equipo de 50 expertos liderado por Tabolli, que excavó durante semana en medio del barro y el agua hirviente de una de las profundas piletas sagradas del santuario.
Cuando el equipo llegó a tres metros de profundidad, salieron a la luz las maravillosas estatuas de bronce que se remontan a entre el I siglo a.C y el II d.C., perfectamente conservadas también gracias a la arcilla y que atestiguan la transición de la época etrusca a la romana. Así, acostado sobre el fondo de la gran piscina romana, apareció la estatua de un bellísimo efebo, que casi parece estar durmiendo, como destacó el Corriere della Sera. A su lado estaba Igea, la diosa de la salud, con una serpiente enrollada en su brazo y, más allá, Apolo y demás divinidades, junto a matronas, jóvenes, emperadores.
Se trata de un depósito votivo nunca antes visto, con más de 24 estatuas de bronce de gran refinamiento, entre las cuales cinco de un metro de altura, íntegras y perfectamente conservadas.
Según Tabolli, el santuario -que contaba con templos, fuentes, terrazas, piscinas, altares-, habría sido utilizado al menos hasta el V siglo d.C., cuando, en época cristiana, fue cerrado. Entonces las piletas fueron selladas con pesadas columnas de piedra, pero las estatuas no fueron destruidas, sino, por respeto, abandonadas en el agua. “Es el más grande depósito de estatuas de la Italia antigua y de todos modos el único del cual podemos reconstruir por entero el contexto”, destacó.
Al anunciar que se pondrá a punto un nuevo museo en San Casciano dei Bagni para exhibir las maravillas salidas a la luz, Massimo Osanna, arqueólogo y director nacional de Museos, no dudó en considerar este hallazgo como “el más importante desde los Bronces de Riace y seguramente uno de los descubrimientos de bronces más significativos nunca antes realizados en la historia del Mediterráneo antiguo”.
El flamante ministro de Cultura del nuevo gobierno de derecha de Giorgia Meloni, Gennaro Sangiuliano, que visitó el laboratorio donde las estatuas han comenzado a ser restauradas, también aplaudió el hallazgo. " Se trata de un descubrimiento excepcional, que nos confirma una vez más que Italia es un país formado por tesoros inmensos y únicos. La estratificación de diversas civilizaciones es algo único”, destacó. “Creo que hallazgos como estos -y felicité a los arqueólogos que están trabajando-, expresan mejor que cualquier palabra, que cualquier concepto, el ‘unicum’ de la cultura de un país, de una nación como Italia”, agregó.
Agnese Carletti, joven alcaldesa de San Casciano dei Bagni, pueblito que tiene apenas 1500 almas y tan sólo 80 habitantes en su centro histórico y que sobrevive con el turismo termal –incluso volvieron a salir a la luz las piscinas que durante el Renacimiento solían utilizar los Medici-, no dudó en considerar el hallazgo “un sueño que se hace realidad”.
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