Experiencias híbridas que expanden fronteras
Obras, muestras y plataformas de venta de arte amplían la convivencia entre el universo físico y el virtual
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Las barras de la jaula son múltiples, y se mueven con nosotros cuando damos un paso al frente. Con solo extender la mano podemos atravesar esos haces de luz móviles, que parecen reflejar en el exterior nuestra propia prisión mental. La de cada uno de los que circulan sin rumbo en esta habitación oscura, registrando sus movimientos con el celular. Otra cámara observa al grupo: es la que capta esta coreografía desde las sombras para convertirla en una obra de arte abstracta registrada como Token No Fungible (NFT). Una cocreación entre los artistas, la máquina y el público.
Esa experiencia inmersiva propuso la megainstalación Living Room, del colectivo Random International, comisionada por Aorist y presentada en colaboración con Faena Art durante la reciente semana de Art Basel. Sobre la costa de Miami Beach se construyó un monumental cubo negro, dentro del cual fue posible perderse en el laberinto lumínico. Para completar la experiencia híbrida e inmersiva se invitaba a acuñar el NFT ingresando a aorist.art/mint con un código único.
Los valores variaban según el grado de exclusividad: por la visita compartida con quien tocara al azar, 200 dólares cada uno; para una exclusiva en grupo esa suma ascendía a seis cifras, con la adquisición de un tapiz inspirado en el desplazamiento y una pantalla para reproducir el video de su registro. La instalación, que se exhibirá en otros países, también está a la venta por tres millones de dólares.
“Es el proyecto más sofisticado, ambicioso y divertido en el que he estado involucrado. Es conceptualmente nuevo”, dijo entusiasmado a LA NACION Pablo Rodríguez-Fraile, uno de los coleccionistas de NFT más importantes del mundo y cofundador de Aorist junto con la argentina Ximena Caminos y el italiano Andrea Bonaceto.
Fueron ellos quienes, durante el lanzamiento de la plataforma hace un año, exhibieron por primera vez en la playa del Faena Hotel Miami Machine Hallucinations: Coral, la escultura virtual mutante de Refik Anadol que llegó en octubre hasta el escenario del Teatro Colón para celebrar la Semana del Arte porteña. Y en la reciente edición de la Bienal de Venecia participaron con un proyecto con drones realizado por Studio Drift, colectivo de artistas con sede en Ámsterdam, que también celebró días atrás con luces desde el cielo las dos décadas de Art Basel en Estados Unidos.
Un cambio de paradigma
Hasta ahora, el colectivo Random International –integrado por artistas radicados en Londres, Estocolmo y Oporto– era conocido sobre todo por su exitosa instalación Rain Room, presentada en 2013 en el Museo de Art Moderno de Nueva York. Se trataba de lluvia que caía y se detenía cada vez que detectaba un cuerpo humano, y ofrecía a los visitantes la sensación de poder controlarla. A esa experiencia “que plantea un cambio de paradigma y eleva a la enésima potencia el arte inmersivo”, aclara Rodríguez-Fraile, se suma por primera vez la posibilidad de “coleccionar una obra digital, generativa y representativa de tu participación”.
“Los datos capturados se pueden acuñar como obras de arte individuales, uniendo así el arte inmersivo y la tecnología blockchain por primera vez a través de un proceso de cocreación física”, explica Hannes Koch, cofundador de Random International. Caminos agrega que, al promover “este tipo de experiencia interdisciplinaria, Aorist anima a los artistas a explorar nuevos territorios mientras construye nuevos modelos para experimentar el arte y despertar la imaginación”.
Como parte de la programación de la Miami Art Week, Aorist y Faena Art también presentaron la obra Effets de Soir de Quayola, artista de origen italiano que trabaja en “una nueva forma de impresionismo algorítmico”. Luego de tomar fotografías de ultra alta resolución de flores de los jardines del Château de Chaumont-sur-Loire, un castillo francés del siglo X, las convirtió en “partituras audiovisuales” que evocan los fenómenos naturales visibles al anochecer y al amanecer, cuando se funden luces, sombras y colores.
La semana de Art Basel incluyó también una muestra interactiva de arte generativo presentada por Tezos en la feria y el lanzamiento de Arcual (www.arcual.art), plataforma creada por el grupo MCH, la Fundación Luma y BCG Digital Ventures, que propone mayor transparencia en las transacciones de obras de arte al ofrecer contratos inteligentes y certificados digitales registrados en la blockchain.
Además, junto al Distrito de Museos de Decentraland y edigital.art, la feria Pinta inauguró una exposición en el metaverso con versiones digitales de piezas de la Colección Ella Fontanals-Cisneros, uno de los acervos privados de arte latinoamericano más importantes del mundo. Otra ventana abierta al futuro, gracias a las nuevas tecnologías.