Experiencia Proust: música, clases magistrales, cine, teatro y, por supuesto, magdalenas
El escritor murió el 18 de noviembre de 1922, a los 51 años, en París; este viernes se conmemorará su centenario, pero habrá actividades toda la semana: nada que tenga que ver con él es tiempo perdido
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Recobrar a Marcel Proust (1871-1922) en una semana no es tarea sencilla. Después de la conferencia, esta tarde a las 19, del escritor francés Jean Paul Enthoven en la Alianza Francesa (Av. Córdoba 946) sobre Proust, los celos y el amor, los admiradores del autor de En busca del tiempo perdido se darán cita en el barrio de Balvanera -más precisamente en el Centro Cultural Rojas (Av. Corrientes 2038)- para celebrar a Proust con clases magistrales, música, cine, teatro y magdalenas.
De lunes a viernes, día en que se conmemorará el 100º aniversario de la muerte del escritor, Experiencia Proust convoca a especialistas en la obra del autor, críticos, cineastas y músicos. Habrá, además, teatro, cursos a distancia y magdalenas para aquellos que quieran provocar un aluvión de recuerdos involuntarios (el té también correrá por cuenta del Rojas). Todas las actividades son libres y gratuitas y la mayoría se transmitirá por streaming en el canal de YouTube del Rojas. Las jornadas están organizadas por la Secretaría de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la Universidad de Buenos Aires en cooperación con la Alianza Francesa y el Instituto Francés.
“Homenajeamos a Proust en el centenario de su fallecimiento -dice Paula Quattrocchi, secretaria de Relaciones Institucionales, Cultura y Comunicación de la UBA-. La figura del autor, la magnitud de su obra y su legado estético continúan vigentes aún hoy, un siglo después. En su obra se atrevió transitar temas que en aquel momento podían resultar difíciles de abordar, como el antisemitismo o la homosexualidad. Además, el arte está presente a lo largo de los siete tomos de En busca del tiempo perdido, escritura, música y pintura tienen personajes y situaciones que los retratan”.
“Quiero resaltar en Proust un profundo sentido de fraternidad, además de una delicadeza y una ternura que provienen de un hombre de una gran bondad -dijo el crítico francés Roland Barthes-. Por cierto, sabemos que tenía rasgos de maldad, pero ¿quién no los tiene?”. Malevolencias y engaños se entrelazan con sentimientos nobles, mea culpas y reconciliaciones en los siete tomos de la novela que le hubiera encantado leer a San Agustín y que Alain calificó de “mitología del inconsciente en estado naciente”.
Este martes 15, a las 18.30, el escritor y editor Santiago Llach brindará la clase magistral “¿Por qué leer a Proust? Razones para perder el tiempo en el Himalaya de la literatura”. Y a las 19.45, integrantes de la Orquesta de la UBA Rector Ricardo Rojas presentarán un programa de obras musicales de autores contemporáneos a la obra de Proust, como Wagner (mencionado cerca de ochenta veces en la Recherche), Debussy, Schubert, Ravel y otros. Este intermedio musical se repetirá durante la semana en distintos horarios.
A las 20, el escritor y profesor Walter Romero -que este año publicó el muy recomendable Formas de leer a Proust- dará la segunda clase magistral de la jornada, “Proust, una introducción”. “Mi relación con Proust, antes que profesional, dado que es objeto de estudio intenso hace más de quince años, es una relación con un arcano de la literatura, como si uno se acercase a una suerte de absoluto de la lengua, cantera infinita, libro de arena, escurridizo y persistente, al que se puede volver para encontrar nuevas iridiscencias, y, a la vez, quedar prendado en un párrafo en medio de la inmensidad de esa obra en siete tomos del mismo modo en que todo Combray cabe en una taza de té. En la conferencia brindaré una introducción sobre los modos de entrada a un universo que, si bien es inagotable, habilita ricos portales de ingreso”.
Para Romero, la Recherche puede ser leída de múltiples modos. “Casi validando el multiperspectivismo y el cambio de punto de vista que su obra genera y postula -destaca-. Haré un paneo por las condiciones de posibilidad que hicieron que Proust surgiera en las primeras décadas del siglo pasado, las dificultades de esa inserción en el canon y una consagración cuya fuerza y gravitación sigue su curso de modo deslumbrante, con el agregado de una vida como la de Proust que ilumina la obra o la refracta”. Romero realizará un recorrido por cada tomo de la heptalogía.
El miércoles, a las 18.30, será el turno de “Marcel y las novelas catedrales de Francia”, a cargo de la doctora en Letras Magdalena Cámpora, que propondrá pensar los usos que Proust hace de los grandes hallazgos formales de la tradición novelística que lo antecede y conoce a la perfección: polifonía, transparencia interior, composición retórica, generalización, retorno de los personajes, y la balzaciana comedia humana. ¿Quién son hoy nuestras madame Verdurin y quiénes, nuestros barón de Charlus?
A las 19.30, dos protagonistas del hermoso documental El tiempo perdido, de María Álvarez -Olga Cecchi y Silvia Mazar-, conversarán con Tirso Díaz Jares Rueda, productor y director de fotografía de la película que sigue las reuniones de un grupo de admiradores de Proust que se dieron citan en un café porteño para leer los siete volúmenes de En busca del tiempo perdido, desde 2001. Una hora después, a las 20.30, se proyectará el documental en el Cine Cosmos (ubicado al lado del Rojas). A $200, las entradas estarán a la venta en el cine el día de la función desde las 14.30.
“Empecé a leer a Proust a partir de conocer al grupo -cuenta María Álvarez, a LA NACION-. Antes de eso sabía lo que sabe todo el mundo, que era ‘el escritor francés de la magdalena’. Leer la novela al principio fue incómodo, los primeros tomos me costaron bastante. El mundo Proust es lo opuesto a los ritmos y estímulos a los que estamos habituados ahora. Pero como estaba haciendo el documental no podía rendirme, tenía que seguir. Y poco a poco, a medida que avanzaba en la lectura y filmaba, Proust se fue transformando en un amigo, en un oasis para estar en paz entre tanto ruido. Y lo tomé como referencia de narrador para mi película, por su forma de mirar el mundo y a las personas. Me maravilló su sentido del humor, su inteligencia y la sensibilidad para describir emociones y percepciones que resultan casi intraducibles a palabras, pero él lo logra. Proust fue mi inspiración para la película, una especie de mentor. Ahora, con los siete tomos leídos y la película terminada, lo siento como un amante que tuve durante muchos años. un amante que me cambió la vida y me modificó. Un amante a quien puedo volver a visitar cuando quiera”.
El jueves, a las 18.30, en las vísperas del centenario, el doctor en Filosofía Martín Buceta llegará con la buena nueva en su clase magistral “¡Proust ha resucitado!”, donde pondrá en juego los subtextos filosóficos de la escritura proustiana. Además, Buceta dará un curso online de cuatro encuentros, “Proust y otros escritores filósofos”.
A las 20, los histriónicos escritores Daniel Link y Cecilia Szperling protagonizarán una nueva edición del ciclo Libro Marcado, creado y coordinado por Szperling. En esta ocasión, Link examinará sus propias marcas en los libros de Proust y las cotejará con las de la canadiense Anne Carson. Szperling también dará un taller online de lectura y escritura autobiográfica, de tres encuentros.
Y el viernes, Experiencia Proust se despide con la clase magistral “Belleza y homosexualidad en la obra de Proust”, por la doctora en Letras Valeria Castelló-Joubert (a las 18.30), ideada a partir de una lectura de “Antes de la noche”, breve relato que bajo la rúbrica de “estudio” Proust publicó en 1893 en La Revue Blanche.
“Comencé a leer a Proust de manera sistemática en los primeros años de la carrera de Letras -dice Castelló-Joubert-. Mi abuela me había mandado de Francia la Recherche completa, en diez hermosos volúmenes encuadernados de azul, en la edición de Le Grand Livre du Mois. Como profesora y especialista de literatura europea del siglo XIX, y en particular, francesa, y habiendo escrito mi tesis de doctorado sobre el esteticismo fin-de-siècle, Proust ha sido siempre para mí, además de fuente infinita de placer, una lectura insoslayable para reconstruir el periodo y comprender el modo esteticista de la recepción de la obra de arte. En los últimos años, además, hemos leído Por el camino de Swann y Sodoma y Gomorra en ‘Un libro por mes’, el taller de lectura que doy para la Red de Bibliotecas porteñas. En 2023, leeremos El tiempo recobrado”.
Dra. Valeria Castelló-Joubert en #ExperienciaProust
— ElRojas (@elrojasuba) November 8, 2022
Viernes 18/11 de 18:30 a 19:30
🔹Gratis, con aforo limitado y cupo por orden de llegada
👉 Seguilo también vía streaming: https://t.co/VIM2wRG7jn#proust@unlibropormes pic.twitter.com/T69TTB7i2C
Sodoma y Gomorra es (por ahora) el volumen favorito de la investigadora y docente. “El narrador ha madurado, y a pesar de su comportamiento contradictorio, y hasta a veces caprichoso, alcanzó una capacidad de expresión acerca de sus emociones que permite un fragmento de la talla de las ‘Intermitencias del corazón’ -dice-. Es también cuando se muestra experto en reconocer la homosexualidad masculina, de golpe, porque ignoramos de dónde le viene este saber. De ahí la riqueza semántica de Sodoma y Gomorra ya que el mundo se nos da tal como lo ve el narrador-protagonista, y luego, en su desciframiento. Entre una y otra versión hay un espesor de imágenes, metáforas, metonimias y alusiones, que logran darle unidad estilística a lo que no sería sino más que una amalgama heteróclita de géneros: ensayo, narración, diálogos casi teatrales, ékfrasis, crítica de arte”.
A las 20.30, en una función exclusiva, se ofrecerá Marcel Proust. La música y el tiempo, textos y músicas de En busca del tiempo perdido, dirigida e interpretada por Alberto Tarantini (narración, canto y saxo tenor) y la pianista Roxana Baldor.
“En busca del tiempo perdido es una novela que contiene más de 2300 palabras musicales directas, indirectas o en utilización simbólica, y hace referencia a más de treinta compositores, reales o imaginarios -dice Tarantini a LA NACION-. En la novela, Proust hace una reflexión muy profunda sobre cómo el ser humano percibe y recuerda la música, que es un arte que, a diferencia de la pintura o la escultura, solo existe, ocurre y se despliega a la par del transcurso del tiempo, y por eso es un material precioso para quienes, como él, quieren entender cómo funciona nuestra memoria. El espectáculo se sumerge en sus pensamientos y lo acompaña, a él y a sus personajes, mientras escuchan las obras que forman parte de su universo musical”. Las entradas cuestan $300 y se consiguen en este enlace.
Durante las jornadas, el público podrá responder el célebre Cuestionario Proust a través de este formulario y se podrá conocer las respuestas de los expositores a través de un código QR ubicado en la planta baja del Rojas y también desde este enlace. Nada que tenga que ver con Proust es tiempo perdido.
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