¿Existe la arquitectura autobiográfica?
Existe una arquitectura que es denominada habitualmente "de autor" que se refiere a los arquitectos que detenten dos condiciones:
a) Que sean famosos, b) Que sus obras tengan formas de expresión radicalmente distintas a las habituales del mainstream de la arquitectura vigente.
En los autores sugeridos: Frank Gehry, Clorindo Testa, Zaha Hadid, Jean Nouvel y Rem Koolhaas los que más encajan en esa denominación, son los tres primeros.
Pero el caso de Frank Gehry, es tal vez el más radical y arquetípico y tal como otros arquitectos de la misma tesitura de expresión hiperpersonal, presumiblemente, hoy en día, estén presos de sus propios diseños, que conforman poco menos que una marca.
A quien le encargara una obra a este arquitecto, le desencantaría un excelente proyecto pero expresado dentro de los cánones habituales de la arquitectura vigente y presumiblemente le requeriría un "Gehry auténtico", o sea, reconocible como tal.
La forma de proyectar de este arquitecto, está claramente reflejada en un mediometraje de Sydney Pollack en el que munidos de sendas cámaras Pollak filma minuciosamente a Gehry cuando este proyecta con la colaboración de un asistente. Pero en ciertos momentos Gehry también apunta su cámara hacia el director filmándose una secuencia de un pas de deux de fascinación recíproca.
Reconozco que me llamó la atención en el film el registro de la acción de proyectar con cartulinas recortadas y pegadas con cinta adhesiva transparente y el diálogo con su asistente munido de tijeras dando la sensación de una forma tan cruda, puramente formal y, diría, elemental de proyecto.
En efecto, frases tipo: "levantá un poco más esa pieza" o "recortá un poco más esa cartulina" son las que recoge la película conformándose en esa secuencia la esquemática maqueta de un futuro museo o auditorio en el que su planta probablemente todavía sólo existía en la imaginación del autor.
Recuerdo una charla en Londres en el bar de la "Architectural Association" en la que un arquitecto español que había recibido el encargo de un proyecto vecino al Guggenheim de Bilbao narraba sus reflexiones. Se preguntaba que debía hacer: ¿Un conjunto con una plástica similar a la de Gehy? ¿Un edificio tan neutro o anónimo que sólo configurara un telón de fondo del emblemático museo? ¿Una obra dentro de sus patrones habituales que, sin duda, tendría poca empatía urbana con el Guggenheim? Nadie aventuró una respuesta. Obviamente esta artística tipología puede tener sus inconvenientes de inserción en la trama urbana por lo que su mejor expresión se encuentra en general en los ejemplos que se hallan separados de ella.