Parecían felices. Había pasado lo peor para Madeline (Reese Witherspoon), Celeste (Nicole Kidman), Jane (Shailene Woodley), Renata (Laura Dern) y Bonnie (Zoë Kravitz). Finalmente hermanadas, respiraban tranquilidad en las playas de la californiana Monterrey. Una tarde de sol y juegos junto con sus hijos parecía el mejor antídoto para el traumático episodio de la muerte de Perry, el abusivo esposo de Celeste, a quien Bonnie había matado accidentalmente luego de que en una fiesta este desplegara toda su ira no solo con su esposa, sino también contra todo el grupo. Pero un segundo antes de los títulos de cierre se supo que habría un acto más en la vida de estas cinco madres y amigas. Y no tan grato: la mirada lejana, inquisidora, de la detective Quinlan, que se pasó la temporada completa interrogando a los testigos del hecho a fin de descubrir la verdad en torno de la muerte de Perry, indicaba que la historia que acordaron contar no estaba –al menos para la policía– del todo clara.
Antes de esa catarsis colectiva a la luz del día hubo siete capítulos de un policial que se llenó de galardones en la posterior temporada de premios (ocho premios Emmy, cuatro Golden Globes, dos Screen Actors Guild Awards entre los principales) y puso a crítica y público a sus pies. Un drama típico de HBO, que una vez por año abrillanta su pantalla con estas ficciones que logran consenso apenas aparecen en el radar más allá de sus méritos reales (en 2018 el honor fue para Sharp Objects). Escrita y producida por David E. Kelley (Boston Legal, Ally McBeal, entre otras) y con un elenco multiestelar de esos que hasta hace poco solo el cine podía reunir, Big Litte Lies fue una de las favoritas de 2017. La fuente era la novela homónima de la exitosa autora australiana Liane Moriarty. Kidman y Witherspoon compraron los derechos, cautivadas por la manera en que la escritora retrataba la vida suburbana de un grupo de mujeres de buen pasar que, entre reuniones de padres de colegio, relaciones tirantes (con sus maridos, con sus ex, con sus hijos, entre ellas), el peso de sus propios demonios y una existencia miserable maquillada por mansiones y privilegios, vivían una situación extrema que las unía. Las actrices, que inicialmente pensaron hacer una película, finalmente llevaron el proyecto a la televisión. Una buena decisión que además fue el vehículo para que Kidman entregara una de las mejores actuaciones de su carrera, encarnando a esa mujer metida en una espiral de abuso y violencia. Woodley (a cargo de Jane, la más vulnerable del grupo), Dern (en un papel antipático al principio) y Kravitz no se quedaron atrás. Whitherspoon y su Madeline no sorprendieron: ella es excelente interpretando a mujeres fuertes, pero interiormente atormentadas.
Ahora, con el enemigo común derrotado (inolvidable y premiado papel de Alexander Skarsgård), llega la segunda temporada, que HBO estrenará el domingo 9 de junio a las 22. Se sabe que Vallée ya no será de la partida (fue reemplazado por Andrea Arnold), que estará parcialmente inspirada en la novela y que la desaparición de Perry pondrá a prueba no solo el futuro de Celeste y de sus hijos, sino también la fortaleza de las lealtades forjadas al calor del hecho. En ese sentido, será fundamental la llegada a Monterrey de Mary Louise Wright, la madre del hombre, que vendrá en busca de respuestas. Tal vez por eso el trío Kidman-Witherspoon-Kelley apostó fuerte y contrató a Meryl Streep, que no hacía televisión desde Angels in America, en 2003. Sabia elección: si va a entrar un personaje que ponga todo patas para arriba, qué mejor que contratar a la más importante actriz viva para que lo interprete.
Shailene y Szifron
Shailene Woodley, la actriz que se consagró en la saga Divergente y brilla como Jane Chapman en Big Little Lies, filmará junto con Damián Szifron. A principios de mayo trascendió la noticia de que tendrá su chance en Hollywood con Misanthrope, un film que comenzará a rodarse a fin de año. Woodley, a cargo del protagónico, aseguró que "guiones como este, tan bien ejecutados en tono y tema, rara vez llegan a un director como Damián. Tengo la convicción absoluta de que vamos a crear algo que va a tener un impacto profundo tanto en el cine como en la audiencia, especialmente en los tiempos que corren".
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