Espigas: el archivo de arte más grande de la Argentina cumple 25 años y se digitaliza
La institución se expande con una nueva sede, director y nuevas tecnologías de acceso a su acervo, que incluye fotos, catálogos, libros, folletos y revistas especializadas que ya pueden leerse desde la Web
Espigas, el archivo de arte más grande de Argentina y América latina, cumplirá 25 años en 2018. Pero comenzará a festejarlo desde ahora con una batería de novedades: hoy cierra el simposio en el que se está presentando en sociedad el nuevo sitio de Internet de Revistas de Arte Latinoamericanas. También tendrá nuevo edificio, nuevo director, mejoras en el software de carga y la promesa de duplicar la capacidad de responder consultas.
Para eso, Espigas se alió con el instituto de conservación y restauración Tarea, de la Unsam, y trabajaron con aportes de la Fundación Getty en la digitalización de colecciones enteras de revistas trascendentales de arte de la región. Ya pueden ser consultadas página por página desde cualquier parte del mundo en el sitio www.revistasdeartelatinoamericano.org. Allí pueden encontrarse la colección completa de Ver y Estimar, y ejemplares de Arturo, Boa, Clave de Sol y Claxon, entre otras. Y el proceso de apertura virtual continuará con nuevos archivos documentales que están siendo digitalizados.
El nuevo director de Espigas es Agustín Diez Fischer, y ya está en marcha el proyecto de mudarse en febrero próximo a un edificio propio de 600 metros cuadrados. Mientras tanto, la entidad sigue recibiendo fondos documentales para atesorar la memoria del arte local: se está digitalizando completo el archivo Witcomb, que estaba en microfilm; se hará otro tanto con el archivo Carmen Valdez, que contiene 27.000 documentos, y acaban de recibir un archivo sobre el diseño gráfico local. "Espigas fue creada para hacer un aporte a la profesionalización del sistema artístico argentino, y sus objetivos se cumplieron -dice Mauro Herlitzka, su fundador y actual presidente-. El Centro Documental es el principal de América latina, y la relación con la Unsam permitirá profundizar sus acciones y redes de contacto para ampliar y generar nuevos proyectos vinculados con el campo documental, la investigación y la difusión del arte argentino."
"La novedad más importante es que se crea el Centro de Estudios Espigas (CEE) en la Universidad de San Martín, que pertenecerá académicamente al Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural-Tarea", explica Fischer. La universidad no sólo aporta nuevo personal -se están nombrando una nueva coordinadora y una nueva bibliotecóloga- y asume la guarda del material, sino que además está acondicionando un nuevo edificio para el CEE en pleno microcentro, a tres cuadras de la Plaza de Mayo, sobre la calle Perú: "El edificio va a tener todo el acervo en un mismo lugar -posibilita ampliaciones futuras- y va a permitir incorporar nuevos archivos. Espigas ahora tendrá uno de los edificios mejor acondicionados para la guarda y la consulta de toda la región".
A su vez, se creará un consejo académico con especialistas en diversos períodos de la historia del arte para aconsejar y ayudar al CEE. Esta primera etapa está dirigida por Andrea Giunta, Laura Malosetti Costa, Cristina Rossi y Nora Altrudi. "Estoy trabajando para colaborar en la creación de una plataforma internacional", dice Malosetti, coordinadora del IIPC Tarea. "Tarea llegó así, del mismo modo que Espigas, a la Unsam.
El proyecto que hicieron José Emilio Burucúa y Néstor Barrio para la universidad ganó el concurso internacional, y era una criatura de la Fundación Antorchas y la Academia Nacional de Bellas Artes", detalla Malosetti. El taller es el mayor instituto de restauro de la Argentina. "La presencia de Tarea es fundamental, ya que coloca en un mismo espacio la clasificación, la conservación, la guarda y el cuidado del material y el estudio, el análisis y la creación de marcos interpretativos innovadores. La relación con Getty es crucial, ya que permite contar con recursos que ponen toda esta plataforma en acción", añade Giunta. La Fundación Getty aportó 180.000 dólares al proyecto.
Espigas continúa su relación estratégica con la Unsam a través de sus redes locales e internacionales y facilita el financiamiento de los proyectos a través de empresas, personas e instituciones. También ampliará su base de socios y continuará con su sello editorial.
"Esta unión crea un modelo de gestión inédito entre lo privado y lo público en el ámbito universitario, al menos en el campo de las ciencias sociales. Se trata de dos instituciones jóvenes (ambas de alrededor de 25 años) que poseen una estructura dinámica que permite potenciar sus ámbitos específicos de intervención y de acción, como espacios de creación de conocimiento y también como archivo y repositorio, ambos abiertos a la consulta pública", analiza Giunta. "Para un archivo de arte esto es absolutamente nuevo. Un modelo mixto es mucho más productivo y genera muchas ventajas", agrega Fischer.
Historia de un continente
Espigas alberga más de 250.000 documentos, con material desde el período colonial hasta el contemporáneo, procedente de todo el mundo, pero siempre referidos al arte argentino y latinoamericano: material bibliográfico sobre exposiciones, instituciones y archivos personales y fotográficos. Para usar el archivo, un investigador consulta la base digital y pide el material que necesita. Entonces, se le da una cita y va ese día a trabajar con el material en la institución. Pero hasta que no inaugure el nuevo edificio, esas consultas están suspendidas.
Los procesos de carga en la base requieren mucho tiempo, y lo que está en la base siempre es un porcentaje, nunca es todo. "Con los nuevos sistemas informáticos que acabamos de implementar -un nuevo software de base de datos- y el nuevo edificio que estamos terminando de remodelar, vamos a poder duplicar la cantidad de material para la consulta en 2018", dice Fischer.
Entre sus colecciones de monografías, catálogos de exposiciones individuales y colectivas, fotografías, archivos personales e institucionales y afiches, entre un largo etcétera, Espigas tiene archivos completos sobre la historia del arte argentino que hasta el momento no habían podido ser investigados. Un ejemplo: gracias a estos cambios, el archivo Méndez Mosquera -clave para conocer la historia del diseño argentino- va a poder consultarse e investigarse.
Otro de los proyectos de digitalización que ya llevan varios años es el de fotografías. Ya hay 9000 imágenes accesibles para los investigadores que se han digitalizado en los últimos años gracias al financiamiento tanto de instituciones de la Argentina como del extranjero. "Ese acervo siempre se piensa dentro de una red de archivos. Lo que buscamos es coordinar políticas archivísticas y que, por ejemplo, se utilicen sistemas informáticos compatibles con otras instituciones culturales", señala Fischer.
Las jornadas Ficciones metropolitanas: revistas y redes internacionales en la modernidad artística latinoamericana comenzaron ayer en el Malba y continúan hoy en el Centro Espigas-IIPC-Unsam (Av. Pres. Roque Sáenz Peña 832), con entrada gratuita hasta agotar la capacidad de la sala, entre las 8.30 y las 17.
"Los investigadores que participaron del proyecto estudiaron aspectos de estas publicaciones, y todo eso se lleva al debate público, con 24 ponencias de especialistas provenientes de toda América latina", invita Giunta. "Nos interesa entender las revistas como escenarios de ideas, como ámbitos de intercambios y construcciones que guardan, o no, relación con un espacio geográfico específico", se lee en el material que promociona el encuentro. La idea: pensar las revistas como ciudades.
Tres joyas redescubiertas
Arte concreto
Invención 1946
Puso en circulación los escritos del programa estético del grupo integrado por Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Manuel Espinosa, Claudio Girola, Enio Iommi y Raúl Lozza, entre otros. De vida efímera, en diciembre de ese mismo año contó con un segundo número, Boletín de la Asociación de Arte Concreto Invención
Arturo
Es reconocida internacionalmente por haber dado -en los años 40- el puntapié inicial para el desarrollo del arte abstracto en América latina. En su equipo editor estuvieron Carmelo Arden Quin, Gyula Kosice, Rhod Rothfuss y Edgar Bayley. La tapa fue de Tomás Maldonado y las viñetas, de Lidy Prati.
Ver y estimar
1948-55
Difundió tanto las ideas de su director, Jorge Romero Brest, como las de los intelectuales y críticos internacionales que formaron parte de una amplia trama de intercambios que se fue entretejiendo durante esos años. Tuvo dos épocas con formatos y diseños diferentes: de la primera se publicaron 34 números; de la segunda serie, diez.
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