Ese verde objeto de deseo: cinco mil dólares se ponen en juego en la 9ª edición del Mundial de Escritura
Ya está abierta la inscripción para un nuevo campeonato literario que, además del premio en efectivo, le dará el ganador la publicación de su texto en el sello Vinilo
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LA NACIONDaniel Gigena
No solo Lionel Messi o Rodrigo De Paul facturan en dólares. La novena edición del Mundial de Escritura llega con novedades, entre las que se destacan los cinco mil dólares en premios y la publicación del texto ganador en 2024 en el sello Vinilo, que dirige a ritmo sostenido Joanna D’Alessio. Ya está abierta la inscripción en la página web del campeonato literario creado en plena cuarentena por el escritor y profesor Santiago Llach; allí también se puede consultar el reglamento. En esta ocasión acompañan al DT de las letras la profesora Giuliana Migale Rocco y la escritora Luciana Cáncer.
Hasta el 21 de este mes estará abierta la inscripción para el IX Mundial, que se jugará entre el 27 de marzo y el 7 de abril. Serán dos semanas de escritura: una obligatoria y otra optativa, esta última coorganizada con la Fundación Plagio, de Chile, responsable de Santiago en 100 palabras, un evento literario multitudinario en referencia a la capital chilena (no a Llach).
En un país (la Argentina) donde la moneda nacional pierde poder de compra día a día, los jugadores y los equipos de la categoría general competirán por cinco mil dólares y la publicación de un libro; los más jóvenes, por legos y tablets. Es una competencia online y gratuita, abierta a personas de todas las edades y nacionalidades; participaron de los Mundiales de Escritura miles de jugadores de varios países, y entre sus ganadores hay escritores de Uruguay, Colombia, Ecuador, México y la Argentina.
Como en las ediciones anteriores, los jugadores recibirán una consigna y los jugadores deberán escribir tres mil caracteres diarios; los niños, 1500. Durante la segunda semana, la propuesta cambia y es optativa: escritores y editores chilenos propondrán ejercicios de escritura ligados a la ciudad, las formas de transporte y el espacio urbano. Quienes participen tendrán que escribir textos de un máximo de cien palabras cada día sobre su ciudad (probablemente, los argentinos opten por el género de terror). Los textos de jugadores chilenos, incluso los residentes en otros países, competirán además en la XXII versión del concurso Santiago 100 palabras.
Por primera vez, no se definirán ganadores de cada una de las dos ediciones anuales del Mundial -la segunda se lanza en agosto- y los diez finalistas de cada una competirán en una gran final con un jurado sorpresa de primer nivel, que definirá al ganador del premio individual de mil dólares. El equipo que más puntos sume a lo largo del año recibirá cuatro mil dólares para repartir entre sus integrantes.
Por otra parte, los veinte finalistas de ambas ediciones trabajarán a lo largo del año supervisados por Llach, a fin de expandir sus textos. Mediante un proceso de selección, cinco de ellos avanzarán hasta escribir un libro completo, y Joanna D’Alessio y Mauro Libertella definirán cuál de ellos será editado y publicado por Vinilo en 2024. (Siempre cabe la posiblidad de que los editores de Vinilo se entusiasmen y decidan publicar más de un finalista.) El libro ganador será libro del mes de Pez Banana, el club de lectura que coordinan Florencia Ure y Llach.
“La publicación en Vinilo me ilusiona porque es hacer todo el seguimiento: veinte finalistas empiezan con su texto de tres mil a siete mil caracteres, y trabajan conmigo un proyecto de treinta mil -dice Llach a LA NACION-. Cinco de ellos siguen adelante supervisados por mí hasta terminar un libro corto; entre esos cinco, D’Alessio y Libertella eligen uno para publicar, que a su vez Pez Banana distribuye entes sus socios como libro del mes. Es decir que el Mundial acompaña todo el recorrido: de la idea inicial a la edición, publicación y llegada al lector”.
Desde la primera edición del Mundial de Escritura escritores de reconocimiento internacional apoyaron la iniciativa como jurados y responsables de las consignas. Entre otros, los estadounidenses Peter Orner, Tess Gallagher y Amy Fusselman, las argentinas Beatriz Sarlo, Mariana Enriquez y Leila Guerriero, el chileno Alejandro Zambra, la ecuatoriana María Fernanda Ampuero, el costarricense Luis Chaves, la brasileña Verónica Stigger, el británico Irvine Welsh y los españoles Milena Busquets y Javier Cercas.
Por Daniel Gigena
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