Ese rock de verdad perdido
Gente que no
Por varios autores
Para el rock argentino, la década del 80 empezó tarde y terminó rápido. Sus comienzos están entre la Guerra de Malvinas y la jubilosa explosión democrática que se reflejó en una incesante actividad creativa, y el final llegó con la crisis económica de los últimos meses del gobierno de Raúl Alfonsín. Gente que no se ocupa, justamente, de esa etapa, pero muy por fuera de las bandas que comenzaron a convocar multitudes (a la escala de entonces, por supuesto). Este libro habla de los que no llegaron; de aquellas promesas que giraban en el under porteño y quedaron ahí, en esa zona marginal que no tiene en cuenta la "historia oficial" del movimiento.
Escrito por distintos autores, el libro recupera del olvido a Los Pillos, El Corte, Los Corrosivos, Sentimiento Incontrolable, Mimilocos, Uno x Uno, Sobrecarga, Todos Tus Muertos y Don Cornelio y La Zona. De todas estas bandas cuya estética se emparentó con el postpunk , el dark y un pop extravagante, las únicas que trascendieron en el culto popular fueron las dos últimas. Todos Tus Muertos son los autores del tema que da título al libro, y Don Cornelio, la banda de Palo Pandolfo, tuvo su momento radial con "Ella vendrá". El resto vive en la memoria de quienes transitaban las madrugadas en busca de gestos cómplices y de una nueva manera de expresarse, lejos de los hits radiales. De hecho, muchos de los protagonistas, la gran mayoría, abandonó la música, y sus discos no fueron reeditados aún en tiempos de rescate del rock argentino, lo que agudiza aún más la mitología. El testimonio de los músicos y la puesta en un marco histórico a cargo de cada cronista (Daniel Flores, Alfredo Sainz, Leandro Uría, Franco Varise, Jorge Luis Fernández y Juan Andrade), hacen de Gente que no un libro distinto, ideal para conocer cierta esencia creativa. La característica que une a todas estas bandas es el entusiasmo con el que se vivía la experiencia de hacer música. La recuperación de la democracia había generado nuevos paradigmas, y la música asumía su papel sin lugar para las inhibiciones que habían encerrado al rock en la década anterior.
No se trató de un movimiento en particular, pero muchos de ellos coincidieron en escenarios y hasta intercambiaron integrantes. Los personajes de entonces fueron devorados por las personas en que se convirtieron luego. Algunos murieron en situaciones extrañas (perdidos en una avioneta rumbo al Amazonas, otro ahogado en España), y la mayoría se dedica a otra cosa (empleado bancario, comerciante, periodista). Podría tratarse de un manual de perdedores, pero no. Más bien se dibuja la trama oculta de un estallido cuyas esquirlas marcaron una época.
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