Ernesto Neto, el artista como chamán
"Queríamos poner un cuadro aquí diciendo todo lo que está pasando en Brasil. Como no podíamos hacer eso, decidimos mostrar nuestra espiritualidad". Así se refería en 2017 Ni Nawa, uno de los integrantes de la tribu Huni Kuin convocados por Ernesto Neto, a su colaboración en la obra exhibida en la Bienal de Venecia.
Un lugar sagrado se llamó la tienda ceremonial indígena instalada en el "Pabellón de los chamanes" por el artista carioca, que impulsó una performance con cantos y danzas e invitó al público a participar de rituales sanadores.
"Quieren acabar con los árboles, transformar la selva en plantaciones de soja, lugar de cría de ganado", explicaba Neto al denunciar la situación de los aborígenes brasileños, dos años antes de que el mundo se conmoviera finalmente con las trágicas imágenes de los incendios en el Amazonas.
Su compromiso por generar conciencia sobre el cuidado de la naturaleza ya se había demostrado en 2014, cuando llevó a algunos de ellos a su retrospectiva en el Guggenheim de Bilbao. Al año siguiente presentó en la Fundación TBA21 de VienaEl secreto sagrado, resultado de su intercambio cultural con comunidades de la región fronteriza entre Brasil y Perú. Y el año pasado instaló en la Fundación Beyeler, en Zúrich, una escultura habitable de veinte metros de alto tejida a mano por los pueblos indígenas; en su interior se realizaron actividades relacionadas con la ecología, la antropología y la espiritualidad.
"El artista es una especie de chamán. Él trata con lo subjetivo, lo inexplicable, aquello que sucede entre el cielo y la tierra, con lo invisible", dice Neto citado por el Malba, donde inaugurará a fin de mes una retrospectiva que reunirá sesenta obras realizadas durante casi cuarenta años.
Sus esculturas de formas orgánicas, que invitan a la interacción, producirán seguramente un efecto similar a Hiper Cultura Loucura, la megainstalación flotante y transitable con la que inauguró en 2011 el Faena Art Center en Puerto Madero . Alan Faena volvió a convocarlo en 2016 para la procesión inaugural del Faena Forum, en Miami, que reunió a artistas hispanoamericanos como el grupo cubano Los Carpinteros, el puertoriqueño Carlos Betancourt y el español Antoni Miralda.
"A mí me interesa la mezcla –señaló Neto en una entrevista con LA NACION–. El problema es que dentro de la palabra multicultural hay muchas separaciones. Por eso prefiero hablar de hipercultura, que sugiere una mayor hermandad: el mestizaje total, la cultura humana."
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