Encandilados
Una máscara de luces adorna el cielo, flanqueada por diseños que parecen guirnaldas, y emula un rostro cuyos ojos están cubiertos por unas amplias gafas que no dejan ver su mirada y que están coronadas por un diseño que ya de humano ha perdido todo. Abajo, sobre la tierra, quienes admiran el espectáculo están de espaldas y, por lo tanto, no se ven sus caras, concentradas en retratar con sus teléfonos el enjambre de drones que proyecta distintas imágenes sobre la oscuridad nocturna. Todos participan de la Exposición de Drones Coreana, que desde 2019 contribuye al desarrollo de esta industria introduciendo avances tecnológicos en las aeronaves no tripuladas. Todos disfrutan desde abajo de una tecnología que con su potencia ha desplazado las estrellas, las ha borrado del firmamento como tantos otros dones naturales que han quedado opacados por un progreso que literalmente encandila.