En Washington, el arte ofrece una mirada distinta al drama migratorio
WASHINGTON.- Un grupo de hombres camina sobre la explanada de un aeropuerto hacia una escalera. Suben despacio, uno tras otro, hasta el final. La imagen sugiere que van a embarcar en un vuelo. Pero no van a ningún lado: al final de la escalera no hay nada. Todos quedan ahí, varados, apretados, sin destino, esperando un avión que nunca llega, mientras detrás se ven otros que van y vienen.
El video, de Adrian Paci, es uno de los trabajos de más de 75 artistas que coparon este verano boreal las galerías de Colección Phillips en Washington, ofreciendo en la capital de la primera potencia global, consumida por la grieta política, una mirada distinta sobre la cruda realidad de los migrantes. La muestra reúne instalaciones, videos, fotografías y pinturas que une, bajo un mismo techo, las historias de europeos que viajaron a "hacer la América" a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, las de refugiados que huyeron de la guerra civil en Siria, o quienes escaparon de la violencia y la pobreza en Centroamérica. Varios artistas son refugiados ellos mismos.
La exhibición, que cierra este fin de semana, atrajo una inusual atención en tiempos en los que una parte de Estados Unidos mira con espanto el giro xenófobo que Donald Trump imprimió en la Casa Blanca. Dani Levinas, inmigrante argentino, y presidente de la junta directiva de la Colección Phillips, dijo que, aún antes de concluir la muestra, ya habían tenido 6000 visitantes más de lo normal para una muestra de verano.
"Siempre digo que hay algo que une a todos los inmigrantes, independientemente de su clase social o su educación, o si tuvieron que irse por una guerra, hambre o cambio climático o por persecución religiosa. Lo que es común para todos es que nadie realmente se quiere ir. La gente está forzada a irse. Eso es algo común que tienen todos los inmigrantes", dice Levinas, en una entrevista con LA NACION.
"Es un dolor irse de tu país", resume.
Una muestra nacida en Italia
Levinas llegó al board de la Colección Phillips con la idea de acercar el museo hacia el arte contemporáneo, en línea con la visión de su fundador, Duncan Phillips. En 2016, en la trienal de Milán, vio por primera vez la exhibición, curada por Massimiliano Gioni. En Italia, que por entonces vivía su propio drama migratorio en el Mediterráneo, la exhibición tuvo "mucha repercusión", recuerda Levinas. Como descendiente de inmigrantes, una de las obras tocó una fibra: una selección de ilustraciones que aparecieron en la tapa de la revista semanal del Corriere della Serra que mostraban el éxodo de italianos a través del Atlántico en busca de una mejor vida, un viaje que llegó a llamarse la "via dolorosa". Un dibujo mostraba inmigrantes yendo a la Argentina.
"Me impresionó mucho. Yo soy hijo de migrantes, y además soy un inmigrante acá en Estados Unidos", remarca.
Levinas comenzó a moverse para traer las obras a Washington. La decisión comenzó a tomar forma en 2017, al principio de la presidencia de Trump. Gioni, quien en ese momento trabajaba en el New Museum, propuso ampliar la muestra y armar una nueva exposición que le diera más énfasis a la migración de América latina a Estados Unidos. Fue una empresa hercúlea: terminó siendo una de las exhibiciones más grandes que se han hecho en la Phillips. Además de Gioni, la exhibición fue co-curada por Edlis Neeson y Natalie Bell, del New Museum. El título: "The Warmth of Other Suns: Stories of Global Displacement", o "El calor de otros soles: historias del desplazamiento global". Dorothy Kosinski, CEO y directora de la Phillips, dijo que el museo estaba "orgulloso de estar en la vanguardia del diálogo" sobre las migraciones histórica y las experiencias de los desplazados actuales.
Batallas políticas
Una polémica atrajo aún más atención. Como el museo tenía un presupuesto acotado para publicitar la muestra, priorizó la publicidad en el metro y los autobuses de la ciudad. Pero la empresa del metro y autobuses se negó a aceptar la publicidad por considerar que tenía un mensaje político, algo que viola sus reglas respecto de los temas que se pueden promocionar en el transporte público. La decisión causó rechazo. Levinas publicó una columna en el Washington Post. "Washington está envuelto en batallas políticas sobre inmigración, pero puede ser una isla cuando se trata de la experiencia humana", escribió Levinas. "‘The Warm of Other Suns’ no es una muestra política", afirmó.
Al final, la empresa revirtió su decisión, y la polémica le dio más visibilidad a la exhibición, que tuvo un éxito atípico para las exhibiciones de verano. Levinas lamenta que no pueda extenderse hacia el otoño boreal, e insiste en que la lectura política es incorrecta. "Para nuestro museo, y para Washington, es una muestra diferente que no se ha hecho acá", señala. El drama de los desplazados es humanitario, no es político, remarca. Y tampoco tiene un sesgo ideológico.
"Es un tema humanitario, no es político. No es de derecha ni de izquierda. La gente escapa del nazismo y del comunismo. Yo no lo hice por el muro, lo hicimos para mostrar el sufrimiento de la gente que tiene que emigrar", afirma.
"Yo lo que quería, y me parece que lo logramos, es que la gente mira la televisión y ver lo que pasa con los inmigrantes afuera, que no los dejan entrar, que separan a los chicos de las madres. Eso lo ve en la televisión. Pero cuando ve un video, hecho por un artista, una pintura, o una fotografía, los sentimientos son diferentes", apunta, y cierra: "Se siente el sufrimiento de la gente".