La Harry Potter Book Night entró en la residencia británica: recorré el palacio
En sintonía con la rutina indoor motivada por la pandemia, el despliegue anual de la Harry Potter Book Night en la residencia británica trasladó este año su magia desde los imponentes jardines al interior del antiguo Palacio Madero Unzué. “¡Bienvenidos!”, pronunció en vivo el embajador Mark Kent, anfitrión del encuentro, este año virtual desde la majestuosa casona, en el recibimiento a los conductores del evento, dos ‘estudiantes’ de Hogwarts.
No se vieron mesas de dulces, la plataforma 9 3/4 ni niños caracterizados de sus personajes favoritos de la saga del joven mago en el espacio arbolado, pero cientos de aficionados disfrutaron conectados del recorrido literario, lúdico y fantástico de inmersión virtual por el histórico edificio, transmitido en directo a través de LA NACION y del canal de Youtube de la Embajada Británica: www.youtube.com/ukinargentina
Salones con encanto, pero sin escaleras movedizas
La residencia abrió sus puertas y los conductores del evento, caracterizados como alumnos de distintas casas del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, con el embajador como guía, recorrieron el edificio. Construido entre los años 1913 y 1917 a cargo del estudio de arquitectos británicos Walter B. Bassett Smith y Bertie Hawkins Collcutt, y poseedor de una de las colecciones de muebles más importantes de Buenos Aires, el palacio fue ambientado en esta jornada para la ocasión.
“Por este edificio han pasado muchas figuras, pero también magos y fantasmas”, dijo con su particular sentido del humor Kent, quien también anunció que ésta sería la última Harry Potter Book Night que preside como embajador en Argentina.
Anfitrión e invitados atravesaron la puerta mágica enrejada del hall de entrada tras pronunciar la palabra clave “alohomora” y, en su ascenso a los salones de los pisos superiores y a la biblioteca, los protagonistas se fueron encontrando con objetos como el sombrero seleccionador, al que ‘saludaron’ en un descanso de la gran escalera central. “Estas escaleras no se mueven -como en la ficción- ni saludan los cuadros”, expresaron los invitados, en referencia a los objetos vivientes de los relatos de J K Rowling.
En su recorrido, Kent y sus huéspedes se detuvieron también ante cuidadas ediciones de libros de la autora británica y ante objetos del mundo Potter como un giratiempos, artilugio que en el mundo mágico permite retroceder al pasado o avanzar hacia el futuro. “¡No lo voy a girar! Si no no sabremos a dónde iremos a parar”, advirtió divertido el diplomático.
Junto a los tapices, cuadros representativos de la realeza y otras obras de arte de la residencia, se filtraron en las dependencias del palacio otros objetos del universo fantástico como los escudos de las casas de Hogwarts, una “snitch” (pelota con alas utilizada en la práctica del quidditch), el mapa del merodeador, el cartel de Ollivander’s (fabricante de las varitas mágicas) o la espada de Gryffindor.
Trivias: ¿cuáles son los polvos para viajar por las chimeneas?
Organizada en combinación con FanCon, La Harry Potter Book Night incluyó la lectura de un fragmento del quinto capítulo del libro Harry Potter y la Piedra Filosofal, referido al Callejón Diagon, el centro de compras donde los magos y estudiantes de hechicería acceden a todo lo que necesitan para su oficio: varitas mágicas, túnicas, libros, escobas y otros artilugios sagrados. Además, se realizó una trivia interactiva con preguntas de multiple choice, en la que se advirtió a los participantes: “no sirve hacer trampa entrando a buscadores muggles -humanos- de Internet”. Hubo premios para los ganadores.
Medio millar de personas participaron de forma remota en el evento, que planteó en su sección de preguntas y respuestas acertijos del estilo de: cómo se llaman los polvos para viajar por las chimeneas o cuánto paga Harry por su varita en la moneda -el galeón- del mundo mágico.
Pociones mágicas y disfraces
Una clase de pociones mágicas permitió conocer los secretos de pócimas como la ‘Morfeus Instante’, “que sirve para modificar el estado de la materia, volviendo elementos líquidos en sólidos y viceversa”, y estuvo a cargo de un extravagante profesor que también habló de elementos como “el caldero reglamentario, el medidor Merlín, el polvo de perla o el agua de rocío”.
El ya tradicional concurso de cosplay del encuentro en la embajada tuvo este año, en su versión virtual, como ganadores a Noel de Mey Viglietti, que eligió transformarse en el dragón Ironbelly ucraniano para competir, y a Paula Oyarzábal Taverni, quien participó caracterizada como la profesora Trelawney.