En un banquete multitudinario, Santiago Kovadloff recibió el Gran Premio de Honor por su obra poética
El viernes, en el Palacio San Miguel, la Fundación Argentina para la Poesía distinguió al autor en su fiesta anual
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Se equivocan aquellos que creen que la poesía no tiene poder de convocatoria. “Había tanta gente que era imposible saludarlos a todos”, cuenta a LA NACION la escritora María Rosa Lojo, que asistió el viernes pasado, en el Palacio San Miguel, a la fiesta anual de premiación de la Fundación Argentina para la Poesía (FAP), que presiden el escritor y empresario Alejandro Roemmers y la escritora y editora Lidia Vinciguerra. En en el encuentro, conducido por Martín Wullich, se entregó el Gran Premio de Honor de 2022 al reconocido escritor, filósofo y traductor Santiago Kovadloff. Del acto participaron más de doscientos escritores y periodistas de todo el país, entre otros, Pablo Anadón, Sandra Pien, Cristina Piña, Claudio Portiglia, Santiago Sylvester, Liliana Allami, María Minellono, Patricia Díaz Bialet, Gustavo Tisocco, Jorge Sigal, Amalia Mercedes Abaria, Pablo de Vita, Manuel Martí y Antonio Requeni, que salió airoso de un pequeño accidente en el escenario; ”A golpes se hacen los hombres”, bromeó.
También concurrieron representantes de la Sociedad Argentina de Escritores (Alejandro Vaccaro y Juano Villafañe), de la Academia Argentina de Letras (su presidenta, Alicia María Zorrilla, además de los poetas que integran la AAL), el presidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Alberto Dalla Vía, y de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina, Graciela Aráoz. “Fue una celebración de la poesía, enriquecida con música e imágenes con una invocación a la paz y la fraternidad universal”, sintetizó Roemmers, que instó a los asistentes a abrazarse.
“La tarea del poeta es muy solitaria -dice el escritor Rafael Oteriño a LA NACION-. Al desajuste con el mundo que lo lleva a escribir, le siguen largas horas de elaboración de lo escrito y luego más horas a la espera del lector. Pero también es una tarea solidaria. El viernes, en el Palacio San Miguel, los poetas vivimos nuestro día. La Fundación Argentina para la Poesía reunió a poetas de todo el país para celebrar la entrega de sus premios anuales, cuya mayor distinción es el Gran Premio de Honor, otorgado este año a Santiago Kovadloff. Amenizada por fraternales encuentros y coronada por una cena de camaradería, sentimos que el solitario intento de esclarecer la vida es también una fiesta”.
Así habló Santiago Kovadloff
“Alberto Girri estaba persuadido: ‘La poesía es el corazón de la literatura’, dijo, y tenía razón -inició su discurso el escritor-. Ninguna expresión literaria alcanza a ser lo que debe ser si la poesía no palpita en su enunciación. Es que la poesía, lo poético, es mucho más que un género literario. Es la intensidad emocional de lo que se escribe lo que libera a las palabras de su sujeción al lugar común, al prejuicio, a la indiferencia. Como supo decirlo Saint-John Perse, ‘poeta es aquel que rompe, para nosotros, la costumbre’. En este sentido, la poesía abunda donde palpita la creación. No solo en el arte; también en la ciencia y en el diálogo inspirado”.
“A todos los que esta noche estamos aquí nos hermana la vocación por la poesía -dijo Kovadloff a la audiencia-. Y es eso lo que esencialmente celebra este premio que hoy me toca recibir: la fortaleza del sentimiento poético, su sentido y su riqueza. Y la decisión de honrarlo con nuestra dedicación en un mundo que tantas veces y de tantos modos se empeña en desmentirlo”. Kovadloff integra dos academias nacionales: la de Letras y la de Ciencias Morales y Políticas.
“Desde hace 58 años, cuando el poeta Carlos Alberto Débole y un grupo de amigos crearon la Fundación Argentina para la Poesía, esta institución ha venido otorgando anualmente su Gran Premio de Honor a un destacado poeta argentino -recordó Requeni en su discurso-. De Jorge Luis Borges a Olga Orozco, de Raúl González Tuñón a María Granata, de Horacio Armani a Rafael Oteriño, fueron muchos los importantes poetas que recibieron esta distinción. Pero la Fundación estaba en deuda con Santiago Kovadloff, seguramente porque este escritor es más conocido como filósofo, como talentoso pensador y orador brillante, como un elocuente expositor que nos ayuda con sus reflexiones a comprender la realidad. Pero además, Kovadloff es poeta, un notable poeta capaz de plasmar en las hermosas y conmovedoras palabras del verso el misterio que se aloja en todo lo que existe y se encuentra muchas veces al margen de la general atención. [...] Sus poemas son verdaderos ‘ejercicios de intimidad’, para decirlo con el título de uno de sus libros en prosa. En ellos hallamos la perplejidad del ser, de su ser y estar entre las cosas, experiencia que es también una forma de sutil celebración, de descubrirse inmerso en la emoción del tiempo. [...] Reflexión e inspiración se funden en él y definen una singular personalidad”.
En el festejo, se anunciaron además los nombres de los ganadores de diversos concursos auspiciados por la FAP, y se presentaron libros: el nuevo poemario de Kovadloff, Los últimos cielos; la antología Poesía Argentina Contemporánea, con poemas de Eduardo Álvarez Tuñón, Inés Aráoz, Viviana Bermúdez-Arceo, Carlos Cartolano, Javier Cófreces, Raquel Fernández, Horacio Laitano, Claudio LoMenzo, Eduardo Mileo, María Minellono, Rolando Paciente, Valeria Pariso, Abel Posse y Mario Verandi; Vida en el desierto, de Silvana Quiroga Flores y Flores amanecidas, de Liliana Mainardi (ganadoras del primer y el segundo premio de poesía inédita en 2022, respectivamente), y el ensayo La poesía de Antonio Requeni. Vigencia (y novedad) de la tradición, de Osvaldo Rossi, todos coeditados por Vinciguerra y la FAP. Los momentos musicales estuvieron a cargo del cuarteto de guitarras In Crescendo y de Florencia Otero y Germán Tripel.
“La fiesta de la Fundación es un encuentro anual que nadie quiere perderse -revela María Rosa Lojo, que recibió el Gran Premio de Honor en 2020-. Es el momento de reencontrarse con amigas y amigos, para celebrar esa amistad casi siempre nacida desde el común amor a la poesía que nos une más allá de cualquier distancia o disidencia. En esta ceremonia se otorgan premios en varios rubros, no solo para el libro inédito de formato tradicional, sino que también se distingue al poema en podcast y al videopoema. Esta vez se recordó muy especialmente al novelista y ensayista Abel Posse, también un poeta secreto, fallecido el mismo día 14, y que integra la antología presentada. Una comisión directiva trabaja incansablemente para que todo esto suceda, presidida por el poeta, narrador y generoso mecenas Alejandro Roemmers. Lo secundan su vicepresidenta: la editora y poeta Lidia Vinciguerra, los poetas Antonio Requeni, Norberto Barleand, Elizabeth Luna Dávila y Beatriz Schaefer Peña, así como Daniel Couto, destacado gestor cultural”.
En el evento, que concluyó pasada la medianoche, hubo brindis en honor de los premiados y la poesía. “Los poetas también comemos, bebemos, y hablamos incansablemente, si nos dejan -agrega Lojo con humor-. Todo termina con lo que podríamos llamar un ‘banquete’ como se decía en los tiempos de la vanguardia, sentados en torno a mesas redondas. Estamos a un siglo de esa ebullición creativa que en los años 1920 reunía la comida, la poesía y la amistad. Esta celebración de algún modo la renueva y la continúa”.
Los premios de la Fundación Argentina para la Poesía
Concurso Anual de Poesía Inédita 2022 “Olga Orozco”
Primer Premio: Silvina Quiroga Flores (San Juan)
Segundo Premio: Liliana Mainardi (San Luis)
Tercer Premio: Antonio Ramón Gutiérrez (Salta)
Menciones: Darío Oliva (San Luis), Liliana Bellone (Salta), Marion Berguenfeld (CABA) y Mailena Martínez Crovetto (Mar del Plata)
Segundo Concurso de Poesía en Podcast “Alejandro G. Roemmers” 2022
Primer Premio: Rolando Paciente (CABA)
Segundo Premio: Matías Verna y Agustín Pellendier (Olavarría)
Tercer Premio: Carlos Alberto Boaglio (Córdoba)
Menciones: Viviana Bermúdez-Arceo (CABA)
Segundo Concurso de Videopoemas “Alejandro G. Roemmers” 2022
Primer premio: Mariano Benítez, Andrea Vagnoni y Agustín Dall Orso (CABA)
Segundo Premio: Román Miranda, Lucas Sassella y Camila Orellana (Quilmes)
Tercer premio: María Laura Coppié (CABA)