La crisis del libro se agrava: el mes pasado se imprimió la quinta parte que en mayo de 2019
Un nuevo informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL), que se dio a conocer esta mañana, indica que en mayo el sector editorial comercial produjo apenas 200.000 ejemplares físicos en el país, la misma cantidad que en abril. En mayo de 2019 se había impreso un millón de libros. La cifra es un síntoma de los efectos negativos desencadenados por la pandemia de Covid-19 en la industria editorial argentina, que sufre caídas consecutivas en la producción y venta desde 2016.
Si la tendencia se mantiene, autoridades de la CAL estiman que la producción de ejemplares en 2020 puede superar el récord negativo de 2002, cuando se produjeron 30 millones de libros. En 2019 (que fue un año para el olvido en la industria editorial), se imprimieron 38 millones de ejemplares y para 2020 se prevé una producción no mayor a los 25 millones. "O va a ser igual o va a ser peor -señala Diana Segovia, gerenta de la CAL-. El sector es un eterno optimista, pero estamos en un momento crítico". El cierre de editoriales, imprentas y librerías en ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, donde se concentra la mayor parte del sector editorial, determinó el derrumbe de la producción y la comercialización. Y el aislamiento social preventivo y obligatorio puso en cuarentena a libros y lectores.
Por otro lado, el informe revela que los consejos de los gurúes de la digitalización todavía no hacen mella entre editores locales. Aunque se duplicó respecto de 2019, el número de novedades digitales de mayo no creció de manera significativa: se lanzaron solo 28 títulos.
Autoridades de la CAL destacan que en los meses de cuarentena hubo un incremento en el cambio de soporte (de papel a digital) de los catálogos editoriales preexistentes, que permitió comercializar títulos mientras las librerías estaban cerradas. Sin embargo, hasta hoy, ni la venta de libros digitales ni la reapertura de las librerías en la ciudad de Buenos Aires modificaron la curva descendente en las ventas. Eso explica la reciente decisión del Grupo Planeta de "cortarse solo" y comenzar a vender algunos de sus títulos en forma directa en Mercado Libre.
Menos novedades en la cuarentena
Hasta febrero, la evolución de novedades en el país superaba las cifras de 2019, pero a partir de marzo esa señal esperanzadora se debilitó. En ese mes, cuando se decidió postergar la 46ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, cayó de 638 a 442. En abril, de 637 a 167, y en mayo, de 675 a 236. La tan mentada "bibliodiversidad" agoniza.
El presidente de la CAL, Martín Gremmelspacher, reveló que las cámaras del libro participan de reuniones sectoriales con el Gobierno nacional, al que pidieron que tome medidas urgentes. "Los datos son desalentadores -admite Gremmelspacher a LA NACION-. Estamos canalizando a través del Ministerio de Cultura de la Nación una serie de programas de auxilio. Aún no hay nada concreto, pero desde el Ministerio de Educación de la Nación anunciaron que habrá una compra por 400 millones de pesos en libros". Representantes de editoriales e imprentas también participan de la "mesa sectorial de cultura" en el Ministerio de Producción junto con colegas de otras industrias culturales. Cabe señalar que el Estado paga parte de los sueldos de algunos de los trabajadores formales del sector editorial mediante el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción.
Pedidos similares de apoyo se harán ante los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires. La crisis del libro impacta con mayor fuerza en el AMBA, sede del 80% de editoriales y librerías del país.
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