En fotos: quiénes son los seres mutantes que tomaron el Bellas Artes
La inauguración de la Bienal de Performance BP.21 sorprendió en el museo con la presentación de extrañas figuras que proponen reflexionar sobre el consumo y trascender “nuestra noción de especie”
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Un ser con el cuerpo inflado avanza con dificultad por la planta baja del Museo Nacional de Bellas Artes. Cuelgan de él cables y pedazos de botellas. Otro sale a ciegas hacia la vereda, sobre la Avenida del Libertador, rodeado de pies a cabeza por una pila de neumáticos. Desde el interior del museo surgen sonidos corporales de todo tipo. Provienen de una sala del primer piso, donde una proyección muestra a otro mutante que intenta caminar con una silla adherida a su cadera.
Una hora más tarde, en la Plaza Rubén Darío, un hombre y una mujer se hacen señas. Los ojos de él son dos lámparas, y carga una mochila con una antena; de la espalda de ella nacen varias ramas.
Con estas escenas postapocalípticas se inauguró hoy la Bienal de Performance BP.21, que se extenderá durante cinco meses. La primera es una creación de Diego Bianchi, artista que acaba de curar la sección de performance en arteba y de terminar la obra Mutanti, ganadora del Premio Azcuy. La videoinstalación Inflation, que se puede ver hasta el 26 de noviembre en el Bellas Artes con entrada gratis hasta agotar capacidad, es una reedición del material que produjo para la Bienal de Liverpool 2021.
“¿No es el cuerpo una esponja que absorbe y absorbe? Una bulimia de afectaciones y experiencias que lo alimentan y hacen crecer como un globo, como un imán succionador –señala el artista-. Además de una red infinita de conexiones y afectos. Estamos sosteniendo todo, cada uno es parte de un cuerpo extendido, de una telaraña de conexiones. Un paquete afectivo, un conglomerado que incluye lo vivido, lo comido, lo gozado”.
Mientras Bianchi se pregunta “si es posible representar las experiencias y los consumos como volumen que se adosa a los cuerpos como prótesis”, el colectivo interdisciplinario formado por Javier Bustos, Jorge Crowe y Leticia Mazur suma a lo humano ensamblajes tecnológicos para crear seres que deambulan por la noche como ciborgs, iluminando literalmente con su mirada.
Luego, se reúnen a tocar música –solo por hoy y mañana, con entradas ya agotadas- para completar Toborochi, una “acción sonora, física, visual y espacial” en territorio público. “La existencia de estas entidades se verá transmutada -señalan desde la bienal-, como una invitación a trascender nuestra noción de especie, como una celebración a la confusión de sus fronteras”.
Para agendar:
Bienal de Performance BP.21, hasta el 16 de abril en distintos puntos de Buenos Aires. Programación completa en bienalbp.org/bp21